El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas, planteó “flexibilizar los mecanismos de importación para poder comprar maíz en terceros países, en particular Argentina. Tenemos stock disponible, pero necesitamos hacer compras en terceros países en los próximos 60 días”.
Las cooperativas españolas se ven a afectadas por las consecuencias de la invasión rusa, ya que importan desde Ucrania una media anual de 2,77 millones de toneladas de maíz en los últimos seis años.
En ese sentido, el director de la Confederación de Fabricantes de Alimentos Compuestos del país europeo, Jorge se Saja, sostuvo que “si España espera a tomar la decisión conjunta en la UE, otros países como Alemania o Francia se podrían adelantar y no habría suficiente maíz para todos. España tiene que actuar primero”.
Agregó que no se puede esperar a la reunión prevista para el 21 de marzo “porque tendríamos que planificar el sacrificio de cabañas o de pollos” y adelantó que quedan reservas del cereal para cubrir cuatro semanas y aceite de girasol crudo para seis semanas, producto que también se usa para alimentar animales.
Los principales compradores de maíz, incluidos los países del Benelux, Iberia, Oriente Medio y el norte de África, tienen a Ucrania como principal proveedor. Desde la invasión rusa, estos compradores han recurrido a otros productores de la UE, en particular a Rumania, Bulgaria y Francia y ahora miran más allá.
Los exportadores de Argentina confirmaron a Reuters que existen conversaciones tanto con el gobierno de España como con su industria sobre posibles ventas y que están listos para seguir adelante.
Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC, dijo que nuestro país tendría un amplio suministro de maíz 2021/22, actualmente en cosecha, para cubrir cualquier déficit en España y agregó que Líbano, Egipto y Azerbaiyán también estaban interesados en comprar.
Argentina es el segundo exportador de maíz del mundo, pero la mayoría del cereal está genéticamente modificado y contiene residuos de pesticidas restringidos por Europa. Sin embargo, el ministro Planas dijo que “no había riesgo” para los consumidores.