Al tiempo que se acerca la elección presidencial se incrementan las propuestas de campaña donde abundan las propuestas económicas orientadas a interpretar y dar respuesta a las postergadas demandas de los ciudadanos y los sectores productivos. Con el propósito de analizar la viabilidad de las mismas, Ser Industria Radio entrevistó al economista Salvador di Stéfano, quien hizo una cruda crítica a las “fantasiosas” promesas electorales. Además, estimó que en 2024 la inflación en Argentina estará en torno al 200%.
Por otra parte, el analista y consultor de Negocios rosarino, consideró que para diciembre el dólar oficial costará $ 600 y que la futura gestión deberá quitar los subsidios a la energía y el transporte para lograr el equilibrio fiscal.
Los candidatos prometen que no se pagará ganancias, no habrá cepos ni retenciones y hasta dolarizar la economía. ¿Cuál es tu análisis de esas propuestas?
Es todo un verso, porque todos tienen un buen diagnóstico, pero nosotros somos unos paganinis tremendos. Pagamos ganancias, retenciones, impuestos… Hay una fantasía general en donde todos los candidatos prometen que van a hacer un montón de cosas que nunca hicieron. Desde el oficialismo se habla de que se van a bajar impuestos que nunca bajaron; desde la oposición van a hacer cosas que cuando estuvieron no hicieron y el tercer candidato, el nuevo, propone algo que está lejos de poder cumplirse, como la dolarización de la economía o eliminar el Banco Central. Creo que estamos viviendo una campaña política con mucha fantasía y una economía real muy dura, donde el mostrador permanentemente indica que las ventas están mucho más bajas que las esperadas.
¿Esta realidad genera más desilusión que ilusión?
No estoy tan de acuerdo con eso. Creo que la gente se ha ilusionado mucho. Hay un candidato que genera ilusión, que genera encanto, que es Javier Milei, que ha convocado a una gran cantidad de jóvenes. Particularmente, no me puedo ilusionar con nadie. Vivo trabajando con empresas y lo que trato de hacer es analizar los programas económicos, ver los desvíos que se pueden ocasionar y tratar de que los empresarios capturen la mayor cantidad de rentabilidad posible de esos desvíos. Entonces, creo que hay gente que cree que hay cosas que se pueden hacer. Muchísima gente cree que se puede llegar al poder con una motosierra, que se puede eliminar el Banco Central, dolarizar y está bien. La gente tiene todo su derecho del mundo de creer en esas cosas. Lo que no se va a poder evitar es que, si el candidato llega y no puede cumplir eso, se genere un escenario de decepción. ¿Se puede llegar al poder con una motosierra? Creo que podés llegar con una sierrita, como la que usábamos en la escuela para cortar telgopor, porque una motosierra puede generar un problemón en la actividad económica. No podés eliminar los bancos de un día para el otro y tampoco tenes los dólares necesarios para hacer una dolarización. Por otro lado, otra candidata de la oposición dijo que llega y levanta el cepo. Eso tampoco es real. Y el candidato oficialista dice que va a sacar impuestos a las ganancias. Tampoco creemos que eso sea real porque las arcas del Estado están vacías. Creo que es una campaña donde cada uno pone una fantasía arriba de la mesa, pero en el día a día, cuando hay que salir a parar la olla, la plata no está.
Algunos colegas tuyos opinan que, durante el primer año, gane quien gane, habrá que aplicar un plan de estabilización y llegar al déficit cero. ¿Coincidís con eso?
Para llegar al déficit cero tenés que quitarle los subsidios a la luz, al gas, a los combustibles y al transporte urbano. Con lo cual, si hacés eso, cambiás todos los precios relativos de la economía y también ajustar el tipo de cambio, con lo cual coincido absolutamente. En el primer año, nosotros creemos que la inflación va a ser más alta que la que tenemos este año.
¿Un dólar a $550 te parece justo?
Eso es un poquito fantasía. Te cuento algo, para que quede registrado y mañana la gente no se enoje conmigo. Nosotros eso lo ajustamos mes a mes, porque mes a mes hay un desvío cada vez más importante del gobierno. Entonces, si me decís hoy cuánto veo el dólar a fin de año, lo veo en torno de $ 600, 650. Pero probablemente, si hay algún desvío en la economía adicional, puede ser más o menos. En la Argentina siempre los desvíos son para buscar puntos de equilibrio más altos, no más bajos. Así que yo diría que $550, a diciembre del 2023 queda corto.
¿Cómo podemos conservar nuestros ahorros ante este panorama de inflación?
Primero dejame hacer una salvedad. El tema de los ahorros es una situación muy personal. Cuando hablás con la gente decís ¿para qué ahorrás? El ahorro es posponer un consumo a futuro. Entonces, ¿para qué ahorrar? ¿Lo hacés para irte a Europa? Te diría comprate euros. ¿Es para comprarte un auto probablemente? Hacete un plazo fijo ajustado por inflación. ¿Es para comprarte una casa? Hacete un plazo fijo ajustado por inflación. Si me decís ahorro porque quiero ir a Norteamérica de vacaciones o a Brasil o me quiero comprar un pasaje de avión, te diría comprá dólares. Básicamente el escenario está en torno de un mix de todas estas cuestiones. Dólar, euro, plazo fijo ajustado por inflación… Tratar de tener instrumentos que de una forma u otra te permitan indexar los precios. Porque te repito, creo que, Argentina el año que viene va a tener una inflación del 200%. Y vamos a tener realmente una volatilidad muy grande. Porque acá vuelve la frase que cuando éramos chicos nos decían nuestros padres: apagá la luz, porque la energía eléctrica va a ser tan cara que vamos a tener que replantearnos el consumo de los servicios públicos, incluido el auto. Porque, si a fin de año el dólar va a estar $600, la nafta va a tener que valer lo que tiene que valer un US$ 1,10, $700 el litro. Con los salarios que tenemos, el auto va a estar por bastante tiempo encerrado en el garaje. Fijate los cambios estructurales que vamos a tener como país. Suponte que vivís en Pilar y trabajás en Buenos Aires. Te vas a tener que replantear viajar e ir a Buenos Aires, porque lo que te va a salir el auto va a ser monumental.
¿Va a incidir en nuestra vida el fallo contrario al Estado argentino en relación a YPF?
Ese fallo era cantado que iba a suceder. Creo que ahora se va a terminar apelando y probablemente sea un poco menor. Pero es parte de la consecuencia lógica de ser un desordenado a la hora de llevar adelante las políticas del Estado. Es importante aclararle a la gente que esto no afecta a la empresa, afecta a la República Argentina. La va a afectar a la compañía en forma indirecta porque seguramente el Estado le va a pedir a YPF que reparta dividendos para pagar el fallo.