Esta semana el Reino Unido anunció su decisión de estatizar la empresa que opera la red ferroviaria que conecta las ciudades del norte de Inglaterra por entender que la concesionaria no brinda el servicio que los pasajeros “necesitan y merecen”.
La compañía Northern Rail, filial de la alemana Deutsche Bahn, pasará a manos del Estado británico el 1 de marzo próximo, informó el secretario de Transporte, Grant Shapps, a través de un comunicado.
El funcionario justificó la medida en que la firma “no logró brindar el servicio que los pasajeros necesitan y merecen”, según informó la agencia de noticias Europa Press.
“La red de Northern es enorme y compleja, y algunas de las cosas que están mal no se van a arreglar de forma fácil ni rápida, pero estoy decidido a que los pasajeros vean mejoras reales y tangibles en toda la red lo antes posible”, explicó el funcionario.
Shapps prometió ampliar la cantidad de trenes en servicio, alargar andenes para permitir formaciones de más coches y mejorar la limpieza de las unidades y la “fiabilidad” del servicio los días domingo. Asimismo, subrayó que tras la estatización se mantendrán los puestos de trabajo y las tarifas.
“Entendemos la decisión del gobierno”, expresó la empresa Northern Rail en un comunicado en el que admitió deficiencias en el servicio, las atribuyó a “factores externos sin precedentes” y pidió disculpas “de corazón” a los usuarios.