Los ministros de energía de la Unión Europea (UE), reunidos en Bruselas, acordaron medidas de emergencia para tratar de contener los elevados valores de las facturas de energía, ante la pronta llegada del invierno boreal.
La presidencia de la República Checa anunció que el acuerdo se refiere a una reducción obligatoria de demandas de electricidad, un tope a los beneficios de productores de energía no basados en gas, y una contribución solidaria de generadores de electricidad apoyados en combustibles fósiles.
Sin embargo, los 27 países aún permanecen divididos sobre una propuesta de adoptar un tope al precio del gas importado en la Unión Europea (UE), una idea que enfrenta resistencias en especial por parte de Alemania, principal economía del bloque.
Las preocupaciones por el alza en los precios de la energía se habían expresado a fines de 2021, pero desde el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, la situación se transformó en una crisis de primera línea
Con el inicio de la guerra, la UE adoptó una serie de sanciones sin precedentes
y Moscú respondió reduciendo drásticamente su suministro de gas natural, un componente central para mantener en movimiento la industria europea.
“Estamos en una guerra energética con Rusia, se acerca el invierno y tenemos que actuar ahora”, dijo al llegar a la reunión el ministro checo de Energía, Jozef Sikela, cuyo país ejerce la presidencia rotativa del Consejo Europeo.
La idea es adoptar un tope en los precios para todas las importaciones de gas al bloque, que abarca el fluido por gasoducto desde Rusia, pero también los envíos de gas natural licuado desde Estados Unidos y otras fuentes.
Varios países de la UE adoptaron medidas de protección especial a los consumidores particulares para pagar las cuentas de electricidad, aunque la medida tiene un costo descomunal y por lo tanto diversos países piden una definición sobre su continuidad.
Alemania, el más afectado directamente por la ausencia de gas barato para mantener su industria, ya adelantó que liberará 200.000 millones de euros para proteger a los hogares y empresas alemanes de una “guerra energética”.
“Europa se enfrenta al chantaje energético de Rusia, y la demanda global de gas es mayor que la oferta”, dijo la comisaria europea de Energía, Kadri Simson. Otra medida en discusión es fomentar una sensible reducciónen el consumo de energía.