Según las mediciones del INDEC, el desempleo en el país alcanza al 20% de los jóvenes y la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI), afirmó que, anualmente, 5.000 puestos de trabajo quedan sin cubrirse en el sector tecnológico, clara expresión de un sistema educativo que no contempla el desarrollo de las aptitudes requeridas por el mercado laboral.
En este escenario, la Fundación Junior Achievement, dedicada a la formación de jóvenes en habilidades para el trabajo, brinda capacitaciones y becas para aprender educación financiera, competencias digitales y emprendimiento. Propone, además, un recorrido formativo para escuelas secundarias, de manera que los jóvenes dominen conceptos y habilidades a edades tempranas y vean en la tecnología una fuente de oportunidades para su futuro.
Precisamente la directora de Comunicación y Márketing de Junior Achievement, Pamela Ladrón de Guevara, habló con Ser Industria Radio e informó sobre los programas que llevan adelante y los requisitos establecidos para poder participar de los mismos. Aclaró que pueden ser parte de ellos escuelas públicas y privadas, alumnos e incluso empresas.
¿Cuál es el objetivo por el que trabaja la fundación?
Junior Achievement es una fundación educativa internacional que tiene 103 años en el mundo, con sedes en más de 100 países. Estamos en todos los continentestrabajando para que los niños y los jóvenes tengan más oportunidades para su futuro, mejores herramientas para insertarse y puedan construir un plan para alcanzar sus objetivos de desarrollo personal profesional. La fundación nació en Estados Unidos como respuesta a la demanda de formar emprendedores y eso fue lo que en el mundo nos hizo expandirnos y crecer. Estamos en Argentina desde hace 30 años a formar jóvenes, para formar emprendedores cuando todavía no se hablaba tanto de eso.
¿Cómo se forma un emprendedor?
Trabajamos especialmente enfocados en enseñar a emprender como una actitud, pero en cualquier ámbito de la vida: el deporte, la profesión, el arte… Ese espíritu emprendedor lo enseñamos a través del aprendizaje basado en proyectos. Trabajamos en cuatro ejes. Aprender a emprender. es uno de ellos. También en Educación financiera, dando herramientas y métodos para aprender a ahorrar, invertir, entender lo que tiene que ver con el consumo responsable, las compras, las inversiones. Otro eje es la Formación para el Trabajo, proveyendo herramientas y oportunidades a los jóvenes en el paso de la escuela al mundo del trabajo. Desde los últimos seis años hacemos foco en Habilidades digitales, desde las más básicas a las más complejas, para insertarse en el mundo que se viene y ya está. Lo hacemos a través de un método que se llama “Aprender Haciendo”, ya que nunca enseñamos explicando conceptos, sino directamente haciendo.
¿Esto excede el marco teórico?
Cuando hablamos de Aprender a Emprender, los chicos trabajan en programas que les permiten crear emprendimientos reales, productos o servicios. Durante todo un año desarrollan planes de marketing, de negocios, de finanzas, aprenden a obtener ganancias, a pasar por auditorías y a fin de año cerrar el ejercicio y devolver la ganancia a los accionistas. En el eje de finanzas, se hace un presupuesto personal, uno familiar, no conceptos como ahorro inversión, aunque indirectamente se terminen aprendiendo. Lo mismo en el eje de habilidades digitales. Se enseña haciendo una página web, un juego, digitalizado un personaje, para aprender los primeros pasos de la programación en bloques. En el eje de formación para el trabajo se aprende haciendo entrevistas con profesionales de recursos humanos, haciendo un currículum, el perfil de LinkedIn, construyendo redes de networking. Ese es nuestro método histórico y hace que los estudiantes se involucren, se sientan responsables y capaces de tomar decisiones. En Latinoamérica nos enfocamos en los jóvenes desde los 12 a 25- 30 años, porque entendemos que es la población más vulnerable, que necesita más herramientas y que de alguna manera tiene las capacidades y las habilidades para transformar la realidad.
¿Qué análisis hacen de nuestro país?
En Argentina hay muchos emprendedores que, al no contar con la formación necesaria, tienen que intentar varias veces hasta encontrar el camino, Para nosotros, en el equipo es muy habitual hablar con adultos que nos dicen “ojalá yo lo hubiera aprendido así y no a los golpes”. Por supuesto que son habilidades que creemos que son fundamentales para generar jóvenes líderes que puedan impulsar un cambio profundo y sostenido en todos los ámbitos. Contamos con el apoyo de muchas empresas y organizaciones que financian nuestros programas. Además, ponen parte de sus recursos humanos como voluntarios o mentores de los programas. Los chicos hacen un producto o servicio y tienen un mentor que es un mando medio jerárquico de una empresa o un dueño de una PyME que trabaja con ellos formando un triángulo perfecto entre la escuela, las empresas y nosotros. Aproximadamente llegamos cada año a 60.000 estudiantes en todo el país y nuestras propuestas funcionan en dos modalidades: directamente abiertas a los jóvenes que pueden inscribirse porque les interesa o a través de las escuelas que inscriben los docentes, se forman y con nuestro acompañamiento implementan los programas en las aulas.
Los programas de Habilidades 4.0, son para chicos de 12 a 15 años. ¿Las empresas buscan formar recursos humanos desde esas edades?
En realidad, no creo que venga tanto por ahí. En el caso del eje Habilidades digitales y el programa Habilidades 4.0, se aprende jugando y esas habilidades de alguna manera quedan en todos los estudiantes. Eso permite que, más adelante, se puedan articular con otras propuestas y tengan esos intereses. Ese programa también apunta a despertar mucho el interés en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) que tienen mayor tasa de empleo. Hay como una simbiosis entre aprender, desarrollar y despertar las curiosidades en esas edades de 12, 13, 14 años. No es que las empresas formen sus recursos humanos, sino que abrimos un mundo de posibilidades e intereses en los jóvenes.
¿Es una forma de modernizar el sistema educativo que ha quedado un poco atrasado?
Sí, por supuesto. Siempre hay que modernizar. Los docentes son los principales aliados, porque a ellos también les interesa aprender. En el caso de las habilidades digitales, se forman primero ellos para después pasar todo ese contenido al aula. Trabajamos con escuelas públicas, privadas con subvención y privadas, queremos trabajar con todo el universo. Las escuelas públicas y privadas con subvención tienen becas, no tienen costo para acceder a nuestros programas. Buscamos complementarlas, siempre en alianzas con un montón de municipios, ministerios y gobiernos provinciales, tenemos mucha experiencia en ello. Proponemos todos estos contenidos como elementales de la currícula. Luego de eso por supuesto hay tiempo, plazos, casos puntuales.
¿Tiene medido cuántas personas que ingresaron a sus programas se insertaron en el mercado laboral?
Tenemos un foco muy claro en el paso de la escuela al mundo del trabajo, pero sobre todo, en dar habilidades y herramientas. Eso puede derivar en varias cosas. En tener un trabajo y a la vez estudiar, en elegir, cambiar o reafirmar la decisión de carrera. Son varios puntos que tienen que ver con la trayectoria personal profesional y escolar. Nuestro foco es el secundario, ahí dejamos instaladas ciertas habilidades. Nuestros programas de Aprender a Emprender mejoran la autoestima, la confianza en el futuro laboral. Entonces, si un chico cree que puede, ya tiene un paso adelante. Es muy difícil medir el impacto social, hemos logrado hacerlo en un segmento. Tenemos programas enfocados estrictamente a la inserción sociolaboral desde los 18 a los 30 años, con algunos certificados de soporte IT o marketing digital en los que si medimos y acompañamos la inserción sociolaboral. Hacemos una parte de formación técnica y después una de tutorías y mentoría, donde lo que les enseñamos es cuáles son las habilidades y las herramientas que requiere el mercado y cómo insertarse mejor desde una práctica de entrevista hasta habilidades de trabajo en equipo. Los acompañamos en la búsqueda de empleo. En algunos casos, tenemos hasta 40% de inserción. Lo que estamos buscando ahora es desarrollar para una cantidad más reducida, no la base de estudiantes que adquieren los programas, sino un segmento que probablemente son los más vulnerables, algunas herramientas más directas y acompañarnos en ese proceso de inserción.
¿De qué manera pueden vincularse con ustedes los jóvenes o los establecimientos educativos?
Pueden entrar a nuestro portal, www.junior.org.ar/inscripciones. Ahí tienen los programas que están abiertos para jóvenes y pueden inscribirse directamente. También van a tener los programas que están orientados a las escuelas, que se inscriben y son contactadas por un coordinador para participar de la capacitación y empezar a implementarlo. Tenemos tres programas de habilidades digitales. Habilidades 4.0, que va desde los 12 a los 14; Yo puedo programar, de los 14 a los 18 años y algunos otros desafíos que mezclan tecnología con herramientas y metodologías ágiles. Siempre hay algo en lo que inscribirse y en general muchos de los estudiantes pasan por uno, dos, tres programas. También, a medida que van creciendo, les ofrecemos otras oportunidades para formarse en distintas cosas. Lo mismo con las escuelas, implementan Economía personal para los terceros años, Finanzas personales para los cuartos y Planifica tu futuro para los estudiantes del último año. Esas elecciones las podemos hacer directamente con las escuelas y elegir lo que les sirva más para la propuesta educativa que tiene cada institución.
¿Se puede acceder desde todo el país?
Tenemos sede física en Córdoba, Santa Fe, Salta y Mendoza, más la sede nacional en Ciudad de Buenos Aires. Pero todos los programas están disponibles desde Ushuaia a La Quiaca. Algunos programas tienen determinados requisitos. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con programas de certificaciones, son oportunidades de becas para jóvenes con determinadas condiciones, como haber terminado el secundario, no tener un trabajo formal, no estar matriculado en la universidad. Los programas para escuelas, son para todas. Es muy importante saber que un docente puede implementar educación financiera en cualquier establecimiento. No hace falta que sea una escuela con orientación en economía, porque estamos hablando de presupuesto personal, familiar, inversión, ahorro… Son conceptos transversales que todos deberíamos aprender para ser adultos con finanzas sanas.
