La guerra económica entre Estados Unidos y China y la posible detención de Mohamed bin Salman, son los principales temas además de los que pretende instaurar Mauricio Macri.
El encuentro que reúne a los principales 20 líderes mundiales que representan el 85% del producto bruto global y que se realizará en Buenos Aires con un costo de alrededor de $ 1200 millones de pesos (entre logística, actividades recreativas, infraestructura, obsequios y sin contar el costo de seguridad) tendrá dos puntos clave de relevancia internacional.
La posibilidad de desactivar la guerra económica entre Estados Unidos y China. Desde julio que Donald Trump elevó las tarifas para productos chinos provocando un sismo económico a nivel mundial. Se espera un encuentro bilateral entre ambos presidentes para ver si esa imposición aduanera se detendrá o al contrario, se acelerará. ¿Girará este tema en cuestión al proteccionismo de Estados Unidos y Europa en la actualidad?
El segundo, ayer se supo por el NY Times, que la institución Human Rights Watch, pidió a las autoridades argentinas presentar cargos criminales contra el príncipe de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, también ministro de Defensa de su país. Las investigaciones centran las alegaciones en crímenes de guerra cometidos durante la intervención militar saudita, en la vecina Yemén, con ataques militares sobre civiles; además del reciente caso de la tortura y asesinato del periodista saudí disidente, Jamal Khashoggi, en la embajada saudita de Turquía: según la inteligencia de Estados Unidos, fue asesinado por orden del príncipe Salman.
Otro de los temas, es la forma de inversión en la obra pública y la necesidad de incrementar y facilitar la inversión privada. El objetivo es que los fondos privados puedan invertir en programas de obra pública, como lo realizan hoy, por ejemplo, con los bonos soberanos. Una de las claves para que el capital de los grandes inversores fluya hacia la infraestructura es tener proyectos y contratos más homogéneos. El Ministerio de Hacienda de Argentina fue promotor de esta propuesta.
Otro de los ejes que impulsará Argentina, es sobre el futuro del trabajo ante los nuevos modelos de automatización tecnológica. Además de los sistemas impositivos a aplicar a los servicios digitales. El debate se centrará sobre quién debe tributar: si el que produce servicios o el que ofrece servicios. El año pasado este tema estuvo presente pero no se selló en un documento oficial.
La migración y el calentamiento global también serán ejes importantes; por ahora se sabe que esta semana, Trump recibió una dura oposición a elevar el carbón como combustible fósil de ‘transición’ hacia una matriz basada en energías renovables. La mayoría de ministros de Energía que se reunieron en Bariloche eligieron el gas como combustible de transición.
La migración tendrá el foco con las violentas medidas de Estados Unidos de rechazar una ola de inmigrantes de centroamérica que partió rumbo al país norteamericano con la esperanza de ingresar.