El segundo tramo de paritarias hace que los trabajadores cobren más nominalmente y el impacto sea mayor.
A pesar del ajuste del mínimo no imponible, que el Gobierno anunció en junio, los empleados en relación de dependencia, autónomos y jubilados que pagan Impuesto a las Ganancias ya ven afectados hasta un 20% más de sus ingresos en comparación a lo que la AFIP les retenía a principio de año. A pesar del discurso del ministro de Economía, Axel Kicillof, quien sostiene que el peso del impuesto sobre los sueldos se mantiene estable, cada vez más asalariados pierden poder adquisitivo por el atraso de las escalas y el impacto de la segunda cuota de las paritarias.
Tanto empleados como jubilados, que perciben un aumento semestral de haberes por la ley de movilidad automática, percibirán un ingreso nominal más alto en ajuste por la inflación. Esto hace que tengan mayores retenciones por Ganancias, con escalas congeladas a los mismos niveles que en 2000.
“Año tras año sube el porcentaje del impuesto en términos de sueldo neto, para aquellos trabajadores que están alcanzados por el impuesto. En realidad, el trabajador paga impuestos en función de su salario nominal, independientemente del poder adquisitivo que cada uno tiene. Por eso, cada aumento del sueldo nominal, aún con el poder adquisitivo constante, implica más porción del sueldo destinado al impuesto”, aseguró Nadin Argañaraz, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal.
“Los trabajadores, al recibir el aumento pautado a principios de año por paritarias en varias cuotas, sufren una retención mayor por Ganancias a fin del año”, amplió Argañaraz.