Por Camilo Urquizu- Pese a la queja de la Cancillería argentina, el ejército británico siguió realizando hasta ayer ejercicios militares que comenzaron en octubre e incluyeron lanzamiento de misiles.
El intento de apaciguar la desgastada relación entre Argentina y el Reino Unido volvió a experimentar una renovada tensión producto del rechazo del Gobierno de Theresa May de respetar la resolución de principio de resolución pacífica del conflicto, dispuesta las Naciones Unidas.
La Cancillería había manifestado el 9 de octubre su rechazo a las nuevas actividades militares en las islas. Sin embargo, Londres hizo caso omiso y continuó con las pruebas que las llama “de rutina” hasta ayer.
“La realización de ejercicios misilísticos, sobre los que Argentina advierte desde 2010, son contrarios a la resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que llama a ambas partes a abstenerse de introducir modificaciones unilaterales”, ordena el texto de las Naciones Unidas. Esta sería la segunda alarma para las relaciones de ambos países desde que en 2016, el gobierno de Mauricio Macri realizará queja por las mismas razones en octubre de ese año.
Ahora todo apunta a ver en qué marco se mantendrá el encuentro entre Macri y la primer ministra británica May, cuando está visite el país para la próxima cumbre del G-20, a realizarse a finales de noviembre, comienzos de diciembre. Entre los puntos a tratarse aparte de las maniobras militares ilegítimas está la ampliación de vuelos comerciales que conecte las islas y el continente.