En septiembre de 2024, el Índice de Producción Industrial (IPI) manufacturero que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) registró una contracción interanual del 6,1%, evidenciando la desaceleración de la actividad en varias ramas de la industria.
Según el informe, casi todas las divisiones que componen el índice presentaron incidencias negativas, destacándose especialmente las caídas en los sectores de sustancias y productos químicos, productos minerales no metálicos, industrias metálicas básicas, maquinaria y equipo, entre otros.
Dentro de las sustancias y productos químicos, la caída fue del 8,9%, con bajas significativas en la producción de materias primas plásticas y caucho sintético (-32,3%), agroquímicos (-15,1%) y detergentes y productos personales (-7,6%). En estos casos, la contracción se atribuye a problemas técnicos, paradas de planta y una menor demanda interna.
El sector de productos minerales no metálicos experimentó un desplome interanual del 19,4%. Impulsado por la baja en la fabricación de cemento y productos de cemento y yeso, ambos directamente afectados por la contracción de la actividad en la construcción.
Las industrias metálicas básicas, vinculadas al sector de la siderurgia, también se vieron afectadas, con una caída del 14,4%. En particular, los productos laminados en caliente y frío descendieron 17,8% y 13,3%, respectivamente, debido a la menor demanda en la construcción y la industria automotriz.
El informe también resalta que el sector de maquinaria y equipo cayó un 16,1%, afectado por la menor producción de maquinaria agropecuaria y de uso general. En paralelo, la división de vehículos automotores y autopartes experimentó una contracción del 7,4%, influida por una baja en la producción y exportación de automóviles y utilitarios.
Entre los pocos sectores con incidencia positiva, el de alimentos y bebidas mostró un aumento del 7,0%. Esto fue impulsado principalmente por el alza en la molienda de oleaginosas, que creció un 94,1%, con exportaciones de aceite y subproductos de soja en aumento cercano al 120%.
Desempeño de la construcción en septiembre de 2024
Por otro lado, el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) reflejó una baja interanual de 24,8% en septiembre de 2024. En el acumulado de los primeros nueve meses del año, el índice serie original mostró una disminución del 29,5% respecto al mismo período de 2023. En contraste, la serie desestacionalizada mostró un ligero repunte mensual de 2,4%, y la serie tendencia-ciclo aumentó un 2,2%.
Respecto a la situación laboral en el sector, en agosto de 2024 se observó una disminución interanual del 17,5% en los puestos de trabajo registrados en la construcción privada y un acumulado enero-agosto de 2024 con una baja del 17,4% respecto a igual período del año anterior.
Por otro lado, los permisos de edificación mostraron un leve signo de recuperación, con la superficie autorizada en agosto de 2024 aumentando un 7,7% respecto a agosto de 2023. El acumulado de los primeros ocho meses de 2024 exhibió una baja del 11,9% interanual.
Perspectivas para el periodo octubre-diciembre 2024
La encuesta cualitativa realizada en el sector de la construcción revela expectativas mixtas para el último trimestre de 2024. Un 69,7% de las empresas enfocadas en obras privadas prevé estabilidad en el nivel de actividad, mientras que un 16,5% anticipa un aumento y un 13,8% una disminución. En el sector de obra pública, un 51% espera que la actividad se mantenga, un 34,3% anticipa una caída y el 14,7% prevé un crecimiento.
Las empresas que estiman un incremento de la actividad destacan factores como el crecimiento de la actividad económica y la estabilidad de precios. En cambio, las que prevén una disminución, señalan la caída de la actividad económica y los altos costos de construcción como principales causas.
Sobre personal ocupado, el 77,1% de las empresas dedicadas a obras privadas y el 66,7% en obra pública no anticipan cambios significativos en el empleo, mientras que un 10,1% y 22,5% respectivamente esperan una reducción en los próximos tres meses.
Respecto a las políticas de incentivo necesarias para reactivar el sector, las empresas de obras privadas resaltan la estabilidad de precios y reformas fiscales, mientras que las de obra pública prefieren políticas crediticias. En cuanto a las necesidades de financiamiento, un 40,4% de las empresas privadas y un 45,4% de las públicas estiman que no variarán, mientras que un 24,8% de estas últimas prevé un aumento.