En julio, los precios al consumidor en Estados Unidos experimentaron un aumento moderado. La noticia fue que en Estados Unidos la inflación creció un 0,2% mensual, coincidiendo con la subida registrada en junio y en línea con las previsiones del mercado. Esta alza moderada para este mes se debe a que se calculó a partir de una base más baja tras el declive en los precios el mes anterior.
Es destacable que este aumento marca la primera subida de la inflación en 13 meses. En términos anuales, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) general mostró un avance del 3,2%, quedando por debajo de las expectativas del mercado que apuntaban al 3,3%.
La inflación en Estados Unidos también sube
Al considerar los índices de precios volátiles, excluyendo alimentos y energía, la inflación Core se mantuvo en un 0,2% en julio, en consonancia con el aumento del mes previo. Esto resulta en un aumento anual del 4,7%, una disminución respecto al mes anterior y por debajo de las expectativas de los economistas.
La desaceleración de la inflación Core se ha mantenido por segundo mes consecutivo. Los datos de empleo más bajos publicados la semana anterior (187,000 empleos) podrían contribuir a contener la inflación y otorgar a la Reserva Federal (Fed) un margen para ajustar las tasas de interés. Las probabilidades implícitas sugieren un 85% de que la Fed mantendrá las tasas sin cambios en su próxima reunión de política monetaria programada para el 20 de septiembre.
Es importante señalar que en el ciclo actual, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Fed ha logrado reducir significativamente la inflación sin que esto haya conllevado un aumento correlativo en la tasa de desempleo, una circunstancia inédita en el período de posguerra.