Fue fabricado en el país por el Invap y constituye un paso fundamental hacia la concreción del Sistema Nacional de Radares Meteorológicos. Estará montado a mediados de noviembre en la Ciudad Universitaria de la capital provincial. Permitirá predecir las precipitaciones, detectar nubes de polvo y migraciones de aves o insectos y brindará mayor seguridad a la aeronavegación.
La Universidad Nacional de Córdoba (UNC) es el lugar elegido para instalar el primer radar meteorológico, desarrollado y fabricado en el país por la empresa de tecnología rionegrina, Invap.
La iniciativa responde a un convenio firmado en 2011 entre la UNC y el Ministerio de Planificación Federal, por un monto de 9 millones de pesos.
Denominado RMA-1, el desarrollo y fabricación nacional de este tipo de instrumental constituye la primera etapa hacia la concreción de otros 8 radares meteorológicos ya existentes en el país, pero de origen importado, y actualmente manejados en su mayoría por el Servicio Meteorológico Nacional.
Sin embargo, la elección de Córdoba para encabezar esta serie de inversiones responde a varias razones: la existencia de un aeropuerto internacional sin cobertura de radar meteorológico y la necesidad de brindar cobertura a una extensa zona de producción agrícola, figuran entre las principales.
El RMA-1 estará instalado en una torre de 33 metros de altura, en el extremo suroeste de Ciudad Universitaria, al sur del edificio de la Secretaría de Ciencia y Tecnología y del Laboratorio de Recursos Hídricos.
Además de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC, hay dos unidades académicas profundamente implicadas y con distintos roles en el proyecto: Matemática, Astronomía y Física (Famaf), y Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (FCEFyN).
Características principales
En declaraciones a la prensa universitaria, Andrés Rodríguez, director nacional de Recursos Hídricos y coordinador del Sistema Nacional de Radares Meteorológicos (Sinarame), destacó las principales características técnicas del aparato: que es doppler y de doble polarización.
“Que sea doppler implica que no sólo ve o anticipa la tormenta o fenómeno, sino que también puede medir la velocidad de las partículas de precipitación. La doble polarización le permite, a su vez, ver la forma o geometría del fenómeno detectado en la atmósfera, si es una gota de agua, un cristal, mariposas, langostas o polvo. Y al trabajar en Banda C, cuenta con un alcance de 240 km extendible a 480 km en modo vigilancia”, explicó.
Así, además de colaborar en el pronóstico y descripción del tiempo, esta red permitirá prevenir diferentes contingencias ambientales como crecidas repentinas de los ríos, caída de granizo, ocurrencia de tornados o tormentas severas. También puede detectar nubes de polvo, migraciones de aves o insectos -como mangas de langostas-, así como predecir la cantidad de precipitaciones que van a caer en un lugar determinado y favorecer la agricultura, y contribuir al estudio de tormentas convectivas.
En tanto, el nuevo radar permitirá brindar mayor seguridad a la aeronavegación por su capacidad para advertir cortantes de viento en aeropuertos, lo que pueden afectar el despegue y aterrizaje de aviones. También facilitará el desarrollo de actividades de investigación científica y de formación de recursos humanos calificados, como los de la Especialización en Sistemas de Radares e Instrumentación.
Para conformar un sistema de alerta óptimo los radares necesitan articularse con otro tipo de sensores como satélites y estaciones hidrometeorológicas. En el caso de Córdoba, una vez que el RMA-1 esté operativo -previsto para principios de 2015- se incorporará a los sistemas de alerta provincial y nacional.
“En Falda del Carmen, en la Conae, se recibe la señal de más de 14 satélites; a su vez, hay alrededor de 60 estaciones hidrometeorológicas distribuidas en el territorio provincial”, puntualizó Rodriguez.