El jefe de Estado ruso Vladimir Putin, concretó la sospechada ofensiva sobre objetivos militares y logísticos de Ucrania y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) activó sus planes de defensa, previendo para hoy una cumbre virtual de emergencia. Los analistas económicos coinciden que este conflicto abre un nuevo escenario económico mundial, todavía inestable por los efectos de la pandemia.
Inmediatamente, Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, el Reino Unido, Japón y Australia, inmediatamente anunciaron las primeras sanciones económicas y financieras contra el Kremlin, estimándose que no serán las últimas ni las más duras.
Las primeras reacciones de los mercados internacionales se vieron reflejadas en la suba del petróleo. El Brent del Mar del Norte, que opera en el mercado electrónico de Londres (ICE), se pactaba a US$ 105,14 el barril. La última vez que estuvo por encima de los US$ 100 fue en setiembre de 2014. Del mismo modo, el crudo West Texas Intermediate (WTI), en el mercado de futuros de Nueva York (Nymex), se comercializaba a US$ 99,78. Otro impacto fuerte se registró en la Bolsa de Moscú que cerró con una caída del índice MOEX del 33,3%.
Al ser un gran proveedor de materias primas, la salida del mercado mundial le reportará pérdidas millonarias a Rusia, pero disparará perjuicios al resto del mundo. Basta reseñar que se trata del tercer productor de petróleo, detrás de Estados Unidos y Arabia Saudita y el segundo de gas, sólo superado por los estadounidenses. Pero también lo es, a una escala importante, en maíz y trigo, además de minerales y metales.
Esto conduce a pensar como inevitable las variaciones de precios de los mencionados productos, empujando la inflación a nivel global por la falta de mercaderías, desacelerando el crecimiento.
¿Qué puede pasar en Argentina?
Argentina expresó oficialmente su “firme rechazo al uso de la fuerza armada” y lamentó “profundamente la escalada de la situación generada en Ucrania”. También llamó a la Federación de Rusia “a cesar las acciones militares”. En ningún momento se refirió a sanciones económicas y la portavoz oficial dijo que “se mantienen los acuerdos de negocios con Rusia”.
Los analistas coinciden que, en nuestro país, el alza de la inflación tendrá mayores consecuencias, dado que partimos de un piso del 50% anual, frente a los niveles de un solo dígito que rigen en la mayor parte del mundo.
Asimismo, con la mente fría, quienes tienen la mirada puesta en los mercados, calculan que Argentina puede contar con 105 millones de toneladas de cereales a precios récord, considerando lo cosechado y a cosechar de soja, maíz y trigo.
Entienden que puede haber una buena oportunidad para capturar dólares a través de la exportación y evalúan que podría estimularse a los productores, aplicando una baja temporal de retenciones. Para ello, contribuye el precio internacional de la soja, que supera los US$600. Estiman que podría encontrarse una fórmula que permita mejorar las ventas al exterior, aumentar el ingreso de dinero fresco al Estado, para ser invertido en las debilitadas importaciones y al mismo tiempo mejorar los números de los productores.
El mismo análisis, concluye que el incremento del precio del petróleo, encuentra a nuestro país en un alto nivel de producción, aunque podría alterar los costos internos. Algo similar visualizan con el gas, combustible que se sigue importando al no haberse llegado a los niveles de autoabastecimiento.