El imaginario histórico nos remite a asociar la actividad industrial al género masculino. Sin embargo, podemos encontrar pioneras, en este caso en la construcción naval, donde Alejandra Contessi, quien accedió gentilmente a nuestra serie de entrevistas sobre “Mujeres en la industria y la producción”, cita como referencia inmediata a Leonilda, su madre.
“Fue socia y trabajó a la par de mi padre”, señala e introduce tácitamente a Federico Contessi, quien, a mediados del siglo pasado, emigró de Italia para llegar a la Argentina con sólo 16 años. En 1950 fundó en Mar del Plata el astillero que lleva su nombre y desde entonces ha construido 140 barcos.
La trayectoria de Alejandra no se limita a la empresa familiar. En 1992 se graduó como licenciada en Relaciones Públicas en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y los siguientes 20 años trabajó en la ciudad de Buenos Aires, sin vinculación laboral con la compañía creada por su padre.
Ese lazo se concretó hace poco más de una década, cuando regresó a Mar del Plata, para desempeñarse al frente del área de Comunicación Institucional del Grupo Veraz, que nuclea a empresas integradas en la cadena de valor de la industria pesquera y naval.
¿Cómo fue tu ingreso al ámbito empresarial?
El astillero fue fundado por mi padre en 1950, mis hermanos y yo nos ocupamos desde muy jóvenes en la empresa familiar. Luego de graduarme en 1992 en la UADE, los siguientes 20 años desarrollé mi carrera profesional en Buenos Aires, independiente. Desde hace 12 años, ya de regreso a Mar del Plata, con la especialización y la experiencia adquirida, retomé tareas para Grupo Veraz y me desempeño en mi área de incumbencia que son las comunicaciones.
¿Cómo es para una mujer trabajar en la industria?
Provengo de una familia tradicional de pescadores artesanales, donde las mujeres históricamente tuvimos un rol activo en el trabajo y gran protagonismo en las decisiones de la economía familiar. Mi madre fue socia y trabajó a la par de mi padre. Mis hermanas y yo nos insertamos desde muy jóvenes en la industria y honestamente, nunca nos detuvimos a pensar si el ambiente era femenino o masculino. Cada uno tiene su rol y todos los roles son importantes en la tarea realizada en equipo.
¿Cuáles son las estrategias para romper el “Techo de Cristal” en el mundo empresarial?
Creo que la capacitación, la capacidad de adaptación y el esfuerzo personal son las únicas estrategias que posibilitan el éxito, tanto a hombres como a mujeres y ante cualquier desafío. Los “techos” o límites no están afuera sino dentro de uno mismo.
Persisten los reclamos por la brecha salarial que perjudica a las mujeres. ¿Se necesitan cambios legislativos para resolverla?
Cualquier problema que pueda encuadrarse como injusticia social requerirá de cambios en los paradigmas culturales y tal vez hasta en la legislación. Son procesos que suelen no darse de un día para otro, sino que llevan tiempo. Es necesario que tanto hombres como mujeres entiendan el problema y se involucren para resolverlo.
¿Cuál es el principal escollo que enfrenta la mujer en el desempeño laboral?
No estoy segura de que haya un escollo principal, supongo que son múltiples factores y variarán de acuerdo a la industria o sector al que se trate de aspirar. Insisto en que cualquier escollo en el trabajo puede superarse con capacitación, capacidad de adaptación, esfuerzo personal, pero, sobre todo, con convicción.
¿Cómo ves, a corto plazo, el futuro de las mujeres en los puestos de dirección?
Creo que los tiempos están cambiando. Las mujeres iremos avanzando y ganando terreno en puestos de dirección, pero también en otros que antes sólo estaban reservados para hombres. En el ámbito en el que me desempeño estamos viendo mujeres soldadoras, mecánicas, marineras, capitanas… las mujeres estamos avanzando en el derecho de elegir profesión libremente, sorteando viejos prejuicios.
¿Qué consejos les das a las mujeres que dudan en insertarse en la industria?
Fundamentalmente que se capaciten y ¡sean perseverantes!