En marzo de 2024, está programada la conclusión del proyecto Kaizen TANGO, una iniciativa conjunta entre la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), los ministerios de Desarrollo Productivo y de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
Este programa se inició en 2017 con una duración prevista de cinco años, pero debido a la pandemia del Covid-19, se extendió hasta marzo de 2024. Implicó una inversión de más de US$ 5 millones. Una vez finalizado, habrán sido capacitadas 100 PyMEs argentinas en este sistema de mejora continua. El enfoque se basa en la idea de que pequeños cambios acumulativos generan beneficios significativos a largo plazo en la productividad y la calidad, principios fundamentales en la industria japonesa.
Kaizen TANGO tiene los pilares de la industria japonesa
Luis Baretta, Coordinador Técnico del proyecto Kaizen TANGO por parte del INTI, explicó que “se trata de pequeñas modificaciones que mejoran los procesos y, como resultado, aumentan la productividad y la calidad, que son los pilares de la industria japonesa”. Esto implica un cambio significativo en la forma en que se realizan las tareas, desafiando conceptos establecidos y transformando la cultura empresarial. Romper con los paradigmas existentes y replantear estrategias son pasos cruciales.
Además del respaldo de la alta dirección, es esencial empoderar a los empleados, operarios y personal con las herramientas necesarias para comprender el camino a seguir. En última instancia, ellos llevarán a cabo la transformación, al comprender la realidad de la empresa por estar inmersos en las dinámicas diarias y las problemáticas que surgen.
Lo que no se mide, no se puede mejorar
Entre esos pequeños cambios se encuentra el de tener datos, algo que en las PyMEs y microempresas a veces no resulta fácil de obtener. “El tema de indicadores, de registros es vital. Es el punto de partida para conocer de forma objetiva la situación”, explicó Baretta. Sostuvo que “muchas veces uno visita las empresas, hace un diagnóstico, se reúne con los empresarios, les pregunta sobre las mediciones que tienen y la respuesta es “algo tenemos” o “más o menos, pero no es un problema”. En realidad, ese “más o menos” es un problema.
También lo que suele suceder en muchas empresas, especialmente en las pequeñas y medianas, es que nacen de la iniciativa de una persona emprendedora con un gran impulso.
A medida que crece su actividad, se enfrenta a la necesidad de adaptarse a un entorno más estructurado. Lo que alguna vez fue un proyecto pequeño que se abrió camino en el mercado, se convierte en una organización más grande que requiere una comunicación eficiente y trabajo en equipo. Todos los miembros del equipo deben compartir una visión y hablar un mismo idioma dentro de la compañía. Sin embargo, en ocasiones, los datos y la información necesaria para esta evolución pueden no estar disponibles. Ahí radica uno de los desafíos clave para los empresarios en la actualidad.
Sin embargo, el funcionario del INTI observó que hay una tendencia hacia la profesionalización de las PyMEs. “Hay un conocimiento que se ha desarrollado también a través de la difusión de estas herramientas. Vamos hacia ese entendimiento del empresario de la necesidad de seguir por este camino”, indicó.
Cooperación japonesa
Japón ha sido un referente en cooperación técnica y busca aplicar sus exitosas metodologías a nivel internacional. Durante la posguerra, recibió una gran colaboración que lo ayudó a desarrollarse. Ahora, ofrece esas metodologías a otros países, uno de los conceptos claves que impulsó el desarrollo industrial en Japón fue el “Kaizen,” y se arraigó en su cultura.
Este enfoque llegó a Argentina cuando regresó la democracia, especialmente a través del “Informe Okita,” que recomendaba la implementación de Kaizen como una forma de mejorar la economía. A lo largo de más de 15 años, el INTI ha estado comprometido en la difusión de este concepto. En ese sentido, creó la Red de Tecnologías de Gestión y ha trabajado con expertos japoneses para capacitar a consultores y mejorar las PyMEs en Argentina y en toda la región latinoamericana.
Gastón Miyashiro, Oficial de Programas de JICA, responsable del proyecto Kaizen TANGO, destacó que “la cooperación entre Japón y Argentina es beneficiosa para ambos países. Japón devuelve el apoyo que recibió en su momento al compartir sus conocimientos y experiencias con otras naciones en desarrollo, como América Latina, África y el este asiático”.
A su vez, las empresas japonesas en Argentina, se benefician indirectamente al mejorar las PyMEs locales, “ya que estas empresas proveen a compañías como por ejemplo Toyota. Esto crea un ambiente propicio para la inversión japonesa en Argentina y promueve un enfoque de “ganar-ganar” en esta cooperación bilateral”.
Mejorando la consultoría
En Japón existe un sistema de certificación para consultores. Ante esto, desde el INTI, como parte del Kaizen TANGO, decidieron emularlo y también ofrecer una certificación para asesores en tecnologías de gestión. Esto incluye tanto a asesores internos del INTI como a privados que pertenecen a la Asociación Argentina de Asesores en Tecnología de Gestión.
La importancia de este proceso de certificación radica en su rigurosidad y en el aval que otorga a los profesionales. “Para obtener la certificación, los asesores cumplen requisitos específicos. En primer lugar, deben presentar documentación que respalde su experiencia en el campo, incluyendo el número de empresas asesoradas y las horas de trabajo en diferentes industrias. Esto implica construir un sólido currículum respaldado, en ocasiones, por cartas de recomendación de las empresas con las que han trabajado”, explicó Baretta.
Una vez que se aprueba esta documentación, los asesores rinden un examen que consta de una parte teórica, con múltiples preguntas en diversas áreas temáticas.
Este proceso respalda la profesionalidad de los asesores en tecnología de gestión. Es similar a obtener una certificación académica, ya que demuestra que la persona está capacitada y posee experiencia en visitar empresas en diferentes sectores. La diversidad de áreas en las que han trabajado, como ingeniería química, banca u otros, es un activo importante de respaldo.
“Esta certificación no solo se aplica a asesores del INTI en Argentina, sino que también se ha expandido a Colombia como parte de la cooperación regional. Esto eleva el nivel de profesionalismo de los consultores en tecnología de gestión y contribuye a fortalecer su capacidad”, señaló.
Otros proyectos
JICA es una de las agencias de asistencia bilateral más grande del mundo. Trabaja en más de 150 países y cuenta con 96 oficinas en el extranjero, 23 de ellas se encuentran en América Latina y Caribe. En Argentina, no solo activó el Kaizen TANGO, sino que colabora en diversos programas para impulsar el desarrollo.
El tratado de amistad entre Argentina y Japón, que este año conmemora su 125 aniversario, sigue siendo una fuente de cooperación por parte del gobierno asiático. “Continuaremos colaborando con diferentes instituciones argentinas”, afirmó Miyashiro.
Al señalar otras propuestas impulsadas desde JICA en Argentina, citó el proyecto con el ministerio de Desarrollo Social llamado “Un Pueblo, Un Producto”. Tiene una extensión de cinco años y “se centra en iniciativas para mejorar lo local con el objetivo de vender a nivel global. Buscamos identificar productos emblemáticos de las regiones y mejorar su calidad, siguiendo el ejemplo de Japón en las zonas rurales para retener a la población joven en sus lugares de origen. A través de esta propuesta, se impulsa la economía local”, contó.
Otro proyecto importante es la colaboración con el Servicio Meteorológico Nacional en una investigación conjunta entre Argentina y Japón. Los investigadores desarrollan sistemas de detección de radares, análisis de Big Data y cálculos matemáticos para el modelaje inmediato. El objetivo es prevenir inundaciones repentinas y se centra en dos zonas piloto: Córdoba y Buenos Aires.
En un ámbito más académico, colaboran con la Universidad Nacional de La Plata en las cátedras JICA. Profesores de Argentina y Japón, así como expertos de otros países, se imparten charlas sobre estudios de desarrollo japonés. Esto contribuye a compartir el conocimiento sobre el desarrollo oriental en seminarios de Argentina.
Además, la Agencia ofrece diversos tipos de becas para funcionarios de nuestro gobierno y envía voluntarios, que tienen experiencia en áreas específicas y desean compartir sus conocimientos en determinadas regiones.
