El Recinto de Operaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) fue sede de una nueva edición del remate del primer lote de soja. Este evento marca simbólicamente el inicio de la comercialización de la oleaginosa. El impacto de la sequía, el recorte en las estimaciones de producción, la necesidad de reglas claras que den previsibilidad a la producción e inversión y el compromiso de definir políticas públicas para combatir la inseguridad en Rosario fueron los ejes del discurso oficial.

Durante el remate, participaron en el estrado el presidente de la BCR Miguel Simioni, el gobernador de Santa Fe Omar Perotti, el intendente de Rosario Pablo Javkin y el ministro de Producción, Ciencia y Tecnología de la provincia de Santa Fe Daniel Costamagna. Además, estuvieron presentes operadores del mercado físico de granos, directivos y socios de la entidad bursátil, autoridades de mercados adheridos, cámaras, entidades de la producción y medios de comunicación.

En su discurso, Simioni resaltó la crisis que están atravesando los eslabones de la producción agropecuaria y el impacto de la sequía en torno a la actividad económica. “Los hombres y mujeres de campo sufrieron crudamente y en soledad, el impacto de una sequía que se llevó sus sueños y esfuerzo”, introdujo.

Según informes técnicos de la BCR, en abril el recorte de estimaciones pasó de 27 a 23 millones de toneladas en soja. En maíz de 35 a 32, alcanzando pérdidas de más del 50% de lo que se esperaba producir al inicio de la siembra. 

En ese contexto, explicó que “nos encaminamos a un cierre de campaña con valores tanto de producción como de rendimientos tan bajos. Hay que buscar en el siglo pasado para encontrar números similares”. Luego agregó que “nuestro polo de soja viene perdiendo su posición de líder mundial a manos de Nueva Orleans. Y este año, posiblemente nuestro país pierda su condición de exportador líder de harina de soja a manos de Brasil”.

En esa misma línea, resaltó la necesidad de actuar con determinación para dar respuestas a quienes están sufriendo las consecuencias del fenómeno. Destacó dos datos: la estimación de que en la presente campaña se dejaran de realizar más de un millón y medio de viajes de camión desde los pueblos y ciudades del interior productivo a sus diversos destinos. También que en Argentina se dejarán de cosechar 6,5 millones de hectáreas de soja, maíz, y trigo. Se trata de un área similar a la mitad de la superficie de la provincia de Santa Fe.  

“No son tiempos para seguir improvisando”

En este marco, el presidente de la BCR aseveró que “no son tiempos para seguir improvisando con anuncios o medidas descoordinadas, que sólo funcionan como parches cuando se necesitan divisas”, a propósito del reciente lanzamiento del Dólar Soja 3.

En su primera edición, se presentó como un mecanismo excepcional para recomponer las reservas. Sin embargo, se transformó en una herramienta periódica de intervención de los mercados. “Ya conocemos sus resultados: pérdida de transparencia en el proceso de formación de precios, distorsiones y asimetrías en toda la cadena de producción y comercialización granaria. Esto se suma al encarecimiento de los costos de arrendamientos rurales, que suelen pactarse en valor soja, incluso cuando se usan para destinos distintos, como el maíz y la ganadería. La producción de estos últimos está lejos de acceder a esos valores”, aseguró.

El presidente de la BCR ha exigido medidas urgentes para que los productores puedan recuperarse y trabajar la tierra. Esto incluye el apoyo a través de reconocimientos inmediatos de los estados de emergencia y asistencia financiera de la banca pública y privada. También ha pedido reglas claras para dar previsibilidad a la producción e inversión. Se rechazan regímenes como el dólar soja y medidas que dificulten el acceso a insumos básicos o aumenten sus precios. Además, se necesita un marco impositivo justo y la puesta en valor de la infraestructura básica de transporte de cargas sin castigar la producción.

Reclamo por inseguridad

En un capítulo aparte, Simioni ratificó que la agenda del sector productivo no puede estar disociada de la agenda social de la región. “La seguridad es una necesidad que requiere el compromiso de todos. Especialmente, del Estado en todos sus poderes y niveles. El Estado es responsable de decirnos cuál es el plan para contener la creciente ola de inseguridad en Rosario. También es responsable de definir las políticas públicas que permitan combatir este flagelo”, explicó.

La BCR, junto a la Universidad Nacional de Rosario, la iglesia, los distintos credos de la ciudad, sindicatos, colegios profesionales y un conjunto de entidades empresarias forma parte de la Multisectorial por la Paz. El objetivo del espacio es ponerse a disposición de las autoridades para colaborar con la crisis de inseguridad que atraviesa Rosario.

“No somos especialistas en seguridad, ni tenemos por qué serlo. Somos ciudadanos comunes, ocupando lugares en entidades que son emergentes de la sociedad civil, preocupados y afectados por la situación que nos atraviesa. Tenemos la obligación de involucrarnos en este tema, conocer el plan que tienen las autoridades, y monitorear que el mismo se cumpla. Exigimos acciones directas y concretas que permitan abordar esta problemática”, explicó.

Para finalizar, exigió que el diálogo debe traducirse en acciones concretas y urgentes sin dejar de lado la coyuntura que “empuja a más ciudadanos y ciudadanas a la marginalidad y la pobreza”.

“Como dirigentes y ciudadanos no queremos más diagnósticos y promesas. La sociedad en su conjunto demanda planes de gobierno para conocer de los distintos candidatos qué van a hacer para revertir esta situación, cómo lo harán y en qué plazos”, indicó.

El intendente de la ciudad de Rosario, Pablo Javkin, puntualizó en el esquema institucional de la Argentina. “El país necesita desarrollarse desde el interior para encontrar una matriz de desarrollo, estabilidad de su moneda e inclusión y movilidad ascendente. Esta lucha tiene que involucrar a todo el sistema político, y debemos priorizar el desarrollo de nuestra geografía por encima de nuestras pertenencias partidarias“, afirmó.

Por su parte, el gobernador de la provincia de Santa Fe, Omar Perotti, destacó la necesidad de analizar estratégicamente el potencial del sector. “Tenemos que hablar de la reducción progresiva de las retenciones. También necesitamos una forma diferente de estimular la producción para poder expandir plenamente nuestro potencial”.

Agregó que “otros países van creciendo en su superficie sembrada de soja y nosotros estamos estabilizados en los niveles de producción. La falta de estímulos nos lleva a no estar generando un total aprovechamiento de la capacidad de nuestros suelos, del conocimiento y la voluntad de trabajo de nuestros productores”.

Luego de los discursos oficiales y las distinciones al productor ganador, Gerardo Tessore, y a la firma corredora, Enrique Zeni y Cia SACIAFEI, comenzó el tradicional remate con operadores presentes, a cargo de Marcelo Garcia (Enrique Zeni) y el martillero Ignacio Perone (Aguirre Vázquez).

Durante la subasta, los operadores de las casas corredoras pujaron por el lote, que terminó siendo adquirido por la firma Boero & Cía por $148.000. El excedente sobre el precio de pizarra será donado a la Escuela n° 8090 San Agustín de la localidad de Carlos Pellegrini.

Sobre el primer lote de soja:

La partida de 35.530 kilos es de la variedad Credenz 5907. Conforme lo establecido por el reglamento de esta Bolsa, recibidores Oficiales de su Cámara Arbitral actuaron sobre la mercadería descargada en la terminal de  LDC (Louis Dreyfus Company) Argentina S.A, planta Timbúes.