A medida que China avanza en su recuperación postpandemia, los cambios en los patrones de consumo y las fluctuaciones económicas imponen a Argentina la necesidad de adaptarse para mantener y fortalecer su posición en este mercado clave. En su último Lote de Noticias, Rosgan -el mercado ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario- repasó este tema y despejó interrogantes de cara al futuro.
La Fiesta de la Primavera, que marca el comienzo del Año Nuevo Lunar, es un período emblemático para observar las tendencias de consumo en China. Este 2024, el período de celebración ha revelado datos interesantes sobre la movilidad y el gasto turístico, con un notable incremento en los viajes nacionales y el gasto turístico.
Sin embargo, más allá de estos números alentadores, emergen señales de una reevaluación de los hábitos de consumo por parte de los ciudadanos chinos, especialmente los jóvenes, quienes se muestran más inclinados hacia un consumo consciente y necesario.
Para el sector de la carne argentina, China no solo representa el principal destino de sus exportaciones, sino también un barómetro de las tendencias globales de consumo. Aunque el consumo de carne vacuna en China sigue mostrando una tendencia al alza, con un incremento proyectado del 1,6% para este año, según el Departamento de Agricultura de los EE.UU. (USDA), el mercado enfrenta una realidad compleja. Las importaciones de carne vacuna durante el año pasado totalizaron 2,73 millones de toneladas, un 1,8% más que el récord de 2022, pero el valor medio de compra por tonelada ha experimentado una caída superior al 20%.
Diversificación
Esta disminución en el valor de compra destaca la necesidad de diversificar los mercados y adaptar la oferta a las nuevas demandas. Aunque China sigue siendo crucial para el sector cárnico argentino, la dependencia de este único mercado eleva los riesgos asociados a las fluctuaciones económicas y los cambios en los patrones de consumo. La estrategia a largo plazo debe incluir no solo la expansión hacia otros mercados con un mayor valor marginal, sino también la adaptación de los productos ofrecidos al consumidor chino.
La introducción de cortes de carne de mayor valor comercial y la adaptación a las preferencias de consumo pueden ayudar a mitigar la volatilidad y mejorar la posición competitiva de Argentina en el mercado chino.
A pesar del desafío que representa la caída en el valor medio de compra, la carne argentina tiene la oportunidad de realzar su valor percibido mediante la calidad y la diferenciación de productos.
El escenario actual subraya la importancia de una visión estratégica que contemple no solo la expansión de mercados sino también la flexibilidad para adaptarse a las dinámicas cambiantes del consumo global. La carne argentina, reconocida mundialmente por su calidad, enfrenta el reto de mantener su prestigio en un mercado chino en transformación, donde la adaptabilidad y la innovación serán claves para asegurar su éxito futuro.