En rechazo a las políticas económicas del Gobierno nacional, la Confederación General del Trabajo (CGT) lleva a cabo hoy su tercer paro general desde que Javier Milei asumió la presidencia. La huelga, que comenzó a las 00:00 y se extenderá durante 24 horas, cuenta con una alta adhesión por parte de los gremios más representativos del país.
La medida de fuerza fue convocada en defensa del poder adquisitivo, en un contexto de fuerte caída de los ingresos, pérdida de empleo y creciente deterioro de los haberes jubilatorios. Con el respaldo de las dos Centrales de Trabajadores de la Argentina (CTA), la protesta alcanza a una amplia gama de sectores, desde estatales, bancarios, salud, educación, transporte ferroviario y subterráneo, hasta aeronáuticos y camioneros. La única excepción significativa es el gremio de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que no adhirió al paro y garantizó la circulación de colectivos.
Ayer, dirigentes sindicales acompañaron una manifestación frente al Congreso de la Nación en apoyo a los jubilados, quienes vienen reclamando una actualización urgente del bono previsional y mejoras en los haberes. En ese sentido, la CGT volvió a exigir un aumento de emergencia para los adultos mayores, en paralelo con el debate parlamentario sobre la actualización del bono de $70.000.
Demandas
La central obrera reclama paritarias libres, homologadas y sin techos, en respuesta a la intención del Ejecutivo de limitar los acuerdos salariales a porcentajes por debajo de la inflación. Además, exigen que se retome la discusión sobre las asignaciones familiares y la implementación de un programa integral de defensa del sector productivo.
En este punto, los dirigentes sindicales advirtieron sobre los efectos negativos de la apertura económica indiscriminada, que podría profundizar la crisis del empleo y acelerar el cierre de fábricas. También denunciaron la paralización de la obra pública desde diciembre de 2023 y exigieron su reactivación inmediata como mecanismo de generación de empleo y dinamización económica.
Este nuevo paro general refleja la tensión creciente entre el movimiento obrero y el Gobierno nacional y expresa el rechazo a un modelo económico que, según la CGT, favorece la especulación financiera en detrimento del trabajo y la producción. A casi un año y medio de la gestión libertaria, los gremios sostienen que el ajuste está siendo pagado por los sectores más vulnerables de la sociedad.