La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) se reunió este miércoles para definir cómo seguirá la política monetaria de dicho país. En la misma, decidió mantener la tasa de interés de referencia en el nivel de 5,50% anual. De esta manera, la entidad dirigida por Jerome Powell se mantuvo en línea con las previsiones de los analistas de mercado sin traer mayor sorpresa.
Cabe destacar que, a pesar de haber mantenido la tasa de interés sin cambios, actualmente, los tipos de interés se ubican en el nivel más alto en 22 años.
No obstante, el Banco Central estadounidense indicó que todavía espera una subida más antes de fin de año y menos recortes de los indicados anteriormente el próximo año. Ese aumento final, si se concreta, sería suficiente para este ciclo de política monetaria restrictiva. Si la Reserva Federal sigue adelante con la medida, realizaría una docena completa de aumentos desde que comenzó el endurecimiento de la política en marzo de 2022.
Si bien se esperaba que no se produjera ningún aumento, existía algo de incertidumbre sobre hacia dónde se dirigiría el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). A juzgar por los documentos publicados, el sesgo parece apuntar a una política restrictiva y a un enfoque de tasas de interés altas durante más tiempo.
“Estamos en condiciones de proceder con cuidado a la hora de determinar el alcance de un endurecimiento adicional de la política monetaria”, dijo el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, durante una conferencia de prensa.
¿Qué nos mostró el “dot plot” de la FED?
Las proyecciones publicadas en el gráfico de puntos de la Reserva Federal mostraron la probabilidad de un aumento más este año y luego dos recortes en 2024, dos menos de los indicados durante la última actualización de junio. Eso situaría la tasa de interés de referencia en alrededor del 5,1% anual para el próximo año.
La inflación sigue en la mira de la Reserva Federal
A pesar de la desaceleración vista en este indicador a lo largo de 2023, la inflación aún se encuentra por encima del objetivo del 2% anual de la Reserva Federal. A su vez, con una economía que sigue sólida, existe cierta expectativa de un potencial repunte en la suba de precios. Frente a esto, los miembros del comité respaldaron los recientes datos positivos sobre la inflación, pero no tienen prisa por declarar la victoria en materia de inflación por el momento.
La Reserva Federal ahora espera que el índice de precio de gasto del consumidor (PCE por su siglas en inglés) promedie 3,7% este año, por debajo de un pronóstico anterior de 3,9% visto en junio. Para 2024, se estima que la inflación se desacelerará al 2,6%, sin cambios con respecto al pronóstico anterior, y caerá aún más al 2,3% para 2025, un poco más que las proyecciones anteriores del 2,2%, antes de caer finalmente al objetivo del 2% en 2026.
¿Qué impacto tuvo la decisión de la FED en el mercado?
Tras conocerse la decisión de la entidad que regula el sistema monetario estadounidense, el mercado reaccionó tímidamente a la baja, pero sin presentar mucha volatilidad, debido a que se dio el escenario más esperado por parte de la mayoría de los analistas de Wall Street.
Por su parte, a una hora del cierre de la sesión, el índice S&P500 cae un leve 0,15%, el tecnológico Nasdaq 100 baja un 0,42%, mientras que, por su parte, el industrial Dow Jones registra una suba del 0,38%.
Hacia adelante, entendemos que la reciente corrección del mercado y un escenario que está en línea a lo esperado, puede deparar un buen punto de entrada para acciones de Estados Unidos que se podrían verse beneficiadas por un fin de ciclo de suba de tasas de interés. En este sentido, el índice de acciones tecnológicas Nasdaq que se puede operar a través del ETF QQQ es uno dos activos a considerar para la última parte del año.
