Los buques cargueros que llevan, sobre sí, apilados cientos de containers pueden encontrarse muchas veces con tormentas o imprevistos. La carga, mientras tanto, cae al océano y no es rescatada a tiempo. Se hunde y, después de un tiempo, nadie los reclama. ¿Qué sucede con ellos? Se estima que, cada año, unos 1000 contenedores caen al océano.
Uno de los casos más emblemáticos se dio, según el sitio Voz Populi, de España, cuando en 2004 un buque dejó caer 15 contenedores en las costas de California. Dentro llevaban neumáticos para autos.
Tiempo después, un grupo de investigadores publicó un estudio sobre los efectos de esos contenedores en las profundidades del mar. Dado a conocer en la revista Marine Pollution Bulletin, se explicaba que a los 1300 metros de profundidad donde se encontraban, los contenedores pasaban a ser parte del entorno animal y vegetal.
En las paredes se instalaron gusanos tubulares, vieiras (una especie de moluscos), caracoles y tunicados. De acuerdo con el sitio, entras las sorpresas se encontró una menor cantidad de óxido en las paredes. La explicación que se maneja es que las bajas temperaturas y poca concentración de oxígeno no lograron afectar al container.
Otra curiosidad tiene que ver con la poca cantidad de especies que se instalaron en los arrecifes de alrededor. Es decir que el contenedor tenía una mayor cantidad de especies alojadas sobre su superficie que los arrecifes naturales. La explicación detrás de ello tiene que ver, probablemente, con el color metalizado del container, al cual las especies podían ser sensibles.