Así lo afirma un estudio de vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva realizado por el Ministerio de Ciencia y Arcor para relevar el estado del arte de dicha tecnología en relación a la producción de alimentos.
La tecnología de impresión 3D está más cerca de nuestra vida cotidiana de lo que pensamos. Es por esto que el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, a través del Programa Nacional de Vigilancia Tecnológica e Inteligencia Competitiva (VINTEC), junto al Grupo Arcor S.A., se propuso realizar un informe acerca del estado de situación de la tecnología de impresión 3D en la industria alimenticia, con el fin de identificar su matriz tecnológica y relevar información respecto a los aspectos científicos, tecnológicos y comerciales.
La impresión 3D abarca diferentes tecnologías de manufactura que permiten crear objetos a partir de un modelo digital. La mayoría de ellas funcionan añadiendo finas capas de material hasta completar el producto. Hoy en día es considerada como un nuevo paradigma tecnológico, ya que sus potencialidades de aplicación atraviesan una amplia gama de actividades productivas y sociales. Se cree que la impresión 3D podría modificar radicalmente la industria manufacturera, ya que su utilización para la fabricación de un producto final introducirá grandes cambios en los modos de producir, diseñar, distribuir y comercializar bienes. Además, dadas sus características, permitiría un grado de personalización de objetos antes impensado, propiciando la producción a demanda y de piezas únicas.
En este contexto, el estudio de la cartera de Ciencia concluyó que la impresión 3D de alimentos podría proporcionar en el futuro una solución de ingeniería para el diseño personalizado de alimentos y el control de la nutrición a medida. Así, se convertiría en una herramienta de creación de prototipos para facilitar el desarrollo de nuevos productos alimenticios, con el potencial para volver a configurar una cadena de suministro de alimentos a demanda. El impacto de esta tecnología en la industria alimenticia se estima será significativo, ya que le brindará al consumidor la posibilidad de decidir en aspectos de personalización, nutrición, desarrollo de nuevas texturas y formas, producción flexible y on-demand (a demanda), conveniencia y experiencia social.
El informe sostiene también que el campo de aplicación de la impresión 3D en los alimentos podría ser muy amplio, ya que se puede utilizar en el diseño, decoración, para la producción de bajo volumen, para la impresión de moldes, matrices y prototipado, para la nutrición personalizada y otras aplicaciones como la impresión de alimentos en vuelos comerciales.
Gracias a estas tecnologías, acceder a comidas adaptadas a cada persona, utilizando sus datos fisiológicos, sus necesidades nutricionales o sus gustos ya no será una visión futurista sino que podrá ser parte de la realidad.
En Argentina, el desarrollo de la impresión 3D es similar a lo que se observa a nivel mundial. Sin embargo, aún no existen en el país proyectos o emprendimientos referidos a la producción de alimentos por estos medios. En este sentido, uno de los desafíos se refiere a los volúmenes de fabricación necesarios para alimentar a la población, ya que las velocidades actuales de esta tecnología no pueden ser consideradas a nivel industrial. Por otro lado, la creación de materias primas alimenticias que permitan su uso en procesos de fabricación aditiva, manteniendo sus propiedades nutricionales, organolépticas y de conservación, representa otro reto sobre el cual trabajar y en donde nuestro país y sus industrias pueden desempeñar un rol preponderante.