El Índice de Producción Industrial (IPI) de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), registró en 2022 un avance respecto a 2021. El crecimiento de la industria argentina fue del 2,7 % y ncadenó dos años de recuperación, pero con un freno en la dinámica respecto al rebote del año anterior.
De este modo, el nivel de actividad del año pasado se colocó 13.3% por encima de 2019 en la pre pandemia. Pero aún resulta 3.7% inferior al nivel de producción alcanzado en 2011 más de una década atrás. Los datos de diciembre para el IPI de FIEL mostraron una caída interanual de 3.4%. Hubo avances en la producción de minerales no metálicos, el proceso de petróleo, las industrias metálicas básicas, entre las más importantes. Se combinaron con caídas en la producción metalmecánica, de automotores, de cigarrillos y de insumos químicos y plásticos.
Con lo anterior, en el cuarto trimestre de 2022 la industria acumuló un retroceso interanual de 0.9%, que interrumpió la sucesión de mejoras de los ocho trimestres previos, desde el cuarto de 2020 en el proceso de apertura de la pandemia.
En términos desestacionalizados, la actividad industrial del cuarto trimestre cayó 3.2% en la comparación con el tercero. Encadena dos trimestres de recorte de la producción y señalando el tránsito de la actividad por una fase contractiva. A lo largo del año, la actividad industrial se desarrolló en un escenario de escasez y ceñida administración de divisas, que resultó en un incremento del endeudamiento de las firmas locales con proveedores del exterior y sus casas matrices por mayores aportes, para sostener la importación de insumos.
Restricciones
Las restricciones alcanzaron a todos los sectores y en algún caso se combinó con problemas de abastecimiento derivados de la disrupción de las cadenas logísticas globales, junto con conflictos gremiales.
En 2022, nueve de las diez ramas que reporta el IPI de FIEL acumularon una mejora en la comparación con el año anterior. La industria automotriz tuvo un crecimiento de 24.2%. Lo siguieron la producción de minerales no metálicos (+7.3%), las industrias metálicas básicas (6.1%), la producción de papel y celulosa y el proceso de petróleo ambas con un avance similar (+3.5%) y los despachos de cigarrillos (+3.1%).
La metalmecánica alcanzó un crecimiento similar al promedio de la industria (2.7%). Las ramas que tuvieron un crecimiento inferior fueron las de alimentos y bebidas (+1.4%) e insumos textiles (+0.4%).
Finalmente, la producción de insumos químicos y plásticos cerró 2022 con un recorte de la producción del 2.2% en la comparación con el año anterior.
Respecto del aporte al crecimiento, la producción automotriz explicó en 2022 más del 60% del avance de la industria y junto con la metalmecánica se acercaron al 80%.
En cuanto a la producción industrial por tipo de bien, en 2022 fueron los bienes de consumo durable y de capital los que registraron el mayor avance. De esta forma se reflejó el desempeño de la cadena automotriz, la producción de maquinaria agrícola y de durables para el hogar.
En el año, la producción de bienes de consumo durable avanzó 9.9%, seguida por la producción de bienes de capital con una mejora de 7.7%. Por su parte, los bienes de consumo no durable crecieron 1.6%, al tiempo que la producción de bienes de uso intermedio alcanzó un nivel similar al del año anterior (+0.2%).
Enero 2023
En el primer mes del año, de acuerdo a información preliminar, la producción industrial registró una mejora interanual del 3.3%. Enero resultó largo en términos de días de actividad en la comparación interanual a pesar de la realización de paradas por vacaciones. Al tiempo, vale recordar que en enero de 2022 la actividad industrial fue impactada por la ola de contagios con la variante Ómicron de Covid que afectó a plantas de distintos sectores.
Asimismo, un año atrás varios establecimientos industriales sufrieron cortes de energía eléctrica producto de la ola de calor. En cuanto al desempeño de los sectores, el bloque automotriz registró en el mes un crecimiento interanual del 46%. Siguen la producción de minerales no metálicos con un avance de 24.8%, las industrias metálicas básicas con una mejora de 13.8%, el proceso de petróleo con un alza de 8.9%, la metalmecánica (+7.7%), los alimentos y bebidas (+4%) y el papel y celulosa (+3.8%).
Los despachos de cigarrillos se colocaron en un nivel similar al de un año atrás. Mientras que las restantes ramas de actividad tuvieron un retroceso en la comparación interanual, comenzando con los insumos textiles (‐1%) y los químicos y plásticos (‐13.7%).
En términos desestacionalizados, la producción industrial avanzó en enero 2.2% respecto a diciembre, alternando el signo en los últimos tres meses, colocando a la producción industrial un 5.6% por debajo del nivel alcanzado en abril pasado. Los indicadores que permiten anticipar la reversión de la fase de contracción no brindan señales concluyentes. Al tiempo que la difusión de los sectores que muestran crecimiento en el último trimestre resulta la más baja desde mayo pasado.
Perspectivas de la industria argentina
Las perspectivas de corto plazo continúan mostrando a la escasez de divisas como el principal obstáculo para el desarrollo de la actividad industrial.
A su vez, el endeudamiento de las firmas con sus proveedores del exterior y sus casas matrices para sostener la importación de insumos, partes y piezas, ha alcanzado un nivel que luce poco probable de ser ampliado. Se le suma el hecho de que la cancelación de los vencimientos presionará sobre el stock de reservas. Además de las necesidades del sector público para cancelar sus compromisos de deuda sin un aporte neto por parte del FMI con ocurrió en 2022.
La puesta en práctica del mecanismo de garantías de crédito en el intercambio con Brasil junto con una eventual mayor utilización del swap de monedas con China, podrían generar algún alivio en el escenario.
En un año electoral la puja distributiva gravitará sobre el desempeño de los sectores no durables. De profundizar su inserción exportadora y mejorar la participación en las ventas locales, el sector automotriz volverá a mostrar uno de los mejores desempeños. Mientras que los minerales no metálicos mantendrán un arrastre positivo a partir de la ampliación de capacidad en el sector.