El futuro del sector global parece estar en manos de los mercados emergentes de Europa, Asia y América Latina.
Según un estudio publicado por la empresa de ingeniería alemana Siemens y el ARC Advisory Group (una consultora estadounidense de tecnología para la industria y la infraestructura), los países como China, Rusia, Turquía, Sudáfrica, Indonesia y las naciones latinoamericanas serán los principales actores del negocio hacia mediados de este siglo.
Según los expertos, la producción industrial continuará su crecimiento, al menos hasta el 2050. Los emergentes serán los de más veloz expansión, en buena medida porque el sector se convirtió en una fuente importante de desarrollo social y económico.
En cuanto a la inversión en manufactura, el estudio indica que crecerá un 6% en América Latina entre el 2015 y el 2050, un 7% en África, un 5 por ciento en el Asia emergente, un 5 por ciento en Medio Oriente, mientras que en Europa la expansión será de 4 por ciento y en los Estados Unidos del 3 por ciento, al igual que lo que suceda en los países desarrollados de Asia.
El informe, titulado: “El futuro de la industria manufacturera. Escenarios para la inversión hacia 2050” concluye en que el sector continuará en expansión al menos hasta esa fecha y crecerá fuerte en los países mencionados, que aumentarán su inversión para mejorar la eficiencia de sus industrias y la calidad de su management.
Entre las industrias que se destacan como área de inversión se mencionan la de fabricación de metales, comidas y bebidas, editorial, cemento y vidrio y empresas eléctricas.
China y Alemania
Los analistas mencionan a la localidad china de Chengdu como un ejemplo concreto de esta tendencia del rápido crecimiento del desarrollo industrial de las economías emergentes. Allí, Siemens produce sistemas automáticos de control para la industria en una fábrica instalada en 2013 y diseñada de acuerdo con el modelo de una similar en la ciudad alemana de Amberg.
Ambas plantas utilizan los mismos procesos de producción y se rigen por los mismos estándares de calidad. Y técnicos de ambas plantas mantienen encuentros periódicos con el objetivo de intercambiar experiencias, ideas e información.
“China está en la transición de una economía basada en la eficiencia a una economía basada en la innovación, un proceso que permitirá al país asiático cambiar la denominación “Hecho en China” por “Creado en China”, vaticinan los analistas de Siemens.
Cambios del futuro
Los procesos de producción se transformarán para generar una mayor participación de productos electrónicos de alta tecnología, máquinas y robots, vehículos, productos farmacéuticos, químicos y energía renovable.
Puntualmente, el estudio menciona entre los cambios el desarrollo de biotecnología para producción química más verde, el paso de vehículos híbridos a eléctricos, mutación de una generación de energía basada en el carbón hacia otras fuentes como solar, hídrica, eólica, etc.
La información cobrará cada vez mayor peso en el sector manufacturero, con el desarrollo de análisis predictivos y visualización avanzada, tecnologías de simulación y dispositivos interconectados.
En los mercados emergentes prevén además una creciente demanda por parte de la clase media de productos vinculados con el confort, el entretenimiento, la salud y la tecnología.
En el escenario que plantean en el informe, la producción industrial va a necesitar soluciones avanzadas para la administración de recursos y de la energía.
Según pronostican, el crecimiento en los emergentes rápidamente llegará al de las economías desarrolladas y las sobrepasará.
Las naciones que están en desarrollo serán fuente de nuevos productos, procesos y materiales especialmente diseñados para sus propios mercados. Éstos serán menos complejos que los de las economías líderes pero tendrán, de todas formas, contenidos de alta tecnología.
En cuanto al poder de innovación se mantendrán todavía por debajo de las naciones más desarrolladas, ya que aún tendrán dificultades para contar con una cultura de la innovación que les permita moverse al siguiente nivel de competitividad.
“La industria se reestructurará y modernizará debido a la presión por la sustentabilidad, que será cada vez menos una cuestión ideológica y estará más guiada por la necesidad y la escasez”, señalan los investigadores.