La industria metalúrgica argentina registró en octubre de 2024 una nueva contracción en su producción, con una caída interanual del 7% y una leve disminución de 0,2% con respecto a septiembre, según el informe mensual elaborado por el Departamento de Estudios Económicos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA). Este retroceso se suma a la tendencia negativa que acumula una contracción del 13,5% en comparación con los mismos meses de 2023.
El informe revela que la utilización de la capacidad instalada en el sector metalúrgico se encuentra en niveles bajos, alcanzando solo el 50,3%, lo que representa una disminución de 5,6 puntos porcentuales respecto al mismo mes del año pasado y 9,4 puntos por debajo del promedio de 2023. Esta baja utilización es un reflejo de la debilidad en la demanda y la falta de condiciones favorables para la recuperación del sector.
El presidente de ADIMRA, Elio Del Re, destacó la importancia de la industria metalúrgica como pilar para el desarrollo del país y enfatizó la necesidad de una cooperación más eficiente entre el sector público y privado.
“Creemos en la industria porque es la solución a los problemas de Argentina. No hay país desarrollado en el mundo que no tenga una industria metalúrgica fuerte. Por eso, es fundamental trabajar articulados para contar con un entorno competitivo que permita al sector mostrar todo su potencial”, expresó Del Re.
Desempeño dispar entre subsectores
A lo largo del análisis detallado de los distintos subsectores que componen la industria metalúrgica, se observa una caída generalizada, con pocas excepciones. Los sectores más golpeados fueron Fundición (-17,4%), Bienes de Capital (-12,7%) y Otros productos de metal (-12,3%), que experimentaron descensos significativos durante octubre.
En cambio, los rubros de Maquinaria Agrícola (+9,9%) y Carrocerías y Remolques fueron los pocos que registraron un crecimiento interanual, destacándose en el contexto de un mercado que sigue recuperándose de los efectos de la sequía del año anterior.
Las empresas vinculadas a la construcción y el consumo final fueron las más afectadas, con caídas de hasta el 14%, mientras que aquellas relacionadas con la cadena de valor agrícola mostraron un desempeño relativamente mejor en comparación con otros sectores.
Impacto regional: caída generalizada en las provincias metalúrgicas
En el análisis de las principales provincias metalúrgicas, las caídas interanuales fueron generalizadas, aunque con algunas variaciones en la intensidad de los descensos. Santa Fe, por ejemplo, experimentó una caída del 6,5%, aunque la maquinaria agrícola logró crecer y tuvo un impacto positivo en la actividad de la provincia. También Córdoba presentó una disminución de 6,1%. La falta de crecimiento sostenido en el sector, complica su situación.
Mendoza y Entre Ríos fueron las provincias con las menores contracciones, con caídas interanuales de 4,8% y 4,1%, respectivamente. En contraste, Buenos Aires sufrió una contracción más profunda que el promedio general, con una caída de 7,8%.
A raíz de la caída en la producción, el empleo en la industria metalúrgica también se vio afectado, con una disminución interanual del 2,3%. En comparación con septiembre, la variación fue mínima, con una caída de apenas 0,1%. Esta baja en la contratación refleja la falta de dinamismo en el sector, que sigue enfrentando serias dificultades para generar empleo y reactivar su actividad productiva.