Siendo una de las actividades más importantes para el desarrollo de cualquier país, la industria metalúrgica no escapa a la realidad de la mayoría de los sectores productivos del país caracterizado por las altas tasas impositivas, la falta de financiamiento y ahora, las dificultades de importar insumos para producir.
Esas dificultades ponen un freno a las posibilidades de desarrollo de la metalurgia, que según Gustavo Corradini. Director de Formación y TICs de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA). “supo exportar el doble” de lo actual. No obstante, los estudios de la entidad, muestran resultados positivos, por lo que el directivo afirmó que “podemos y queremos seguir creciendo”.
En diálogo con Ser Industria Radio, Corradini afirmó que “el único camino para el desarrollo de nuestro país es el industrial”. En ese sentido, subrayó la importancia que reviste el Gasoducto Néstor Kirchner”, dado que ha aumentado la incidencia de la energía en la producción.
¿La actividad metalúrgica tuvo crecimiento a lo largo del año?
Sí, tenemos una variación interanual de la actividad del 7,5%, tomando desde septiembre de 2021 al mismo mes de 2022 y estamos en niveles superiores a 2019.
¿Esto permitió generar fuentes de trabajo?
Exacto. Las PyMEs son las responsables de dar la mayor cantidad de empleo en nuestro país y las industriales metalúrgicas vienen tomando trabajadores. El último año hemos tenido una variable interanual de empleo del 2,5%.
Generalmente se asocia a la metalurgia con las grandes empresas. Es bueno que hayas citado a las PyMEs y su importancia. ¿Son quizás las que tienen que hacer mayores esfuerzos?
Es así, tenemos muchísimos talleres de 10 o 15 empleados, que muchas veces están en la cadena de las medianas y grandes y realizan un mayor esfuerzo. Sobre todo, ante los cambios de modelos económicos, donde son las más afectados. Por suerte en este último tiempo venimos con un crecimiento sostenido, sectores que vienen traccionando, que han tenido luego de la pandemia una recuperación más rápida. Por ejemplo, maquinaria agrícola y otros que venían un tanto más atrasados como en algún momento fue el autopartismo o el sector de oil & gas, que están recuperando actividad. En este momento, hay una circunstancia especial que es el acceso a divisas para adquisición de insumos y eso resulta un freno. Estamos trabajando fuertemente con el gobierno para solucionar esta situación. Es una realidad que la falta de dólares limita el acceso a insumos y por ende frena ese crecimiento.
¿Esto puede llegar a paralizar la producción?
Hasta ahora no tenemos registro de paradas de producción, salvo algún caso puntual que se pudo resolver junto al gobierno. Sí hay retrocesos en el crecimiento. Maquinaria agrícola ha tenido un freno importante porque había sido la actividad que venía traccionando más fuertemente y en este último tiempo la falta de insumos y a veces las tasas de interés ya que, cuando suben, también el crecimiento sobre todo de ese sector que vende mucho a crédito.
Antes de aplicar el SIRA, ¿el gobierno los consultó o un día se despertaron con este cambio?
Tenemos un diálogo fluido con el área de comercio. La escasez de divisas viene desde tiempo atrás, es algo con lo que veníamos trabajando día a día. Nos informaron que la decisión era cambiar hacia un sistema que tenga mayor articulación entre la regulación del comercio, el Banco Central y el acceso a las divisas. Era importante tener una mejor coordinación y se apunta a eso. Como todo nuevo sistema, hay que dejarlo caminar y ahí empezar a ajustar las tuercas que hagan falta. Tenemos buen diálogo y pudimos hacer llegar los casos en los que hay dificultades. A veces se pueden resolver y otras no, pero en principio hay buena predisposición.
Ante un cambio tan repentino, ¿brindan orientación a los asociados?
Sí, tenemos un área que se dedica a toda la parte de comercio en general, que viene trabajando hace muchos años y asistiendo a las PyMEs. Especialmente en este tema tenemos un mecanismo donde estamos relevando en forma permanente con las industrias las dificultades para consolidar los pedidos. Somos interlocutores con el gobierno para estas cosas y apenas sale una nueva normativa nos empapamos, organizamos talleres y capacitaciones. Las medidas se van sucediendo y hay que estar trabajando muy cerca de los industriales para ayudarlos.
Durante la pandemia había problemas respecto a la venta de metales de las grandes empresas argentinas a las medianas y pequeñas, incluso era más barato traerlos de afuera. ¿Esto se ha normalizado?
Es verdad que tuvimos bastantes dificultades con los insumos nacionales. Hoy no es el principal obstáculo, por eso estamos más preocupados por los insumos que importamos y el acceso a divisas que por insumos nacionales. Se ha normalizado bastante, no estamos teniendo dificultades salvo en algunas materias puntuales. Lo que sí es claro es que crecieron los costos en dólares. Hay un fenómeno mundial que afecta, no es exclusivamente nuestro país, pero por un lado la pandemia, luego la guerra, han generado cambios en estos insumos esenciales para nuestra actividad.
¿El panorama global abre una oportunidad para el sector metalúrgico argentino?
La industria metalúrgica argentina tiene un potencial exportador muy grande, ha llegado a exportar el doble de lo actual. El potencial exportador esta y la oportunidad también. Necesitamos tener las condiciones macroeconómicas adecuadas.
¿El aumento de tarifas energéticas va a afectar la producción del sector?
Lógicamente todos los incrementos en la energía afectan. Hay sectores donde el uso de la energía es intensivo y hace que tenga un impacto aún mayor. Si uno ve las estructuras de costos actuales, la energía pasó a tener una incidencia mucho mayor porque naturalmente los mayores costos inciden. Esperamos que esto pueda estabilizarse. Además, si se termina el año que viene el gasoducto Kirchner y no hay que importar gas, van a cambiar las condiciones y serán favorable para el sector.
La inflación y la inestabilidad económica nos llevan a escuchar a industriales preocupados porque las paritarias no diferencian entre grandes empresas y PyMEs. ¿Comparten la visión?
Es cierto que las paritarias son uno de los componentes en los costos de nuestra actividad, como también lo es que en una gran empresa la incidencia de la mano de obra es mucho menor que en una PyME. Hay otros sectores de mano de obra intensiva, como la fundición, donde la incidencia es mayor. En los últimos años venimos acompañando la inflación casi a la par, se ha incrementado el costo de la mano de obra de la misma manera que la logística, ahora energía. También es cierto y sobre todo lo vemos en las pequeñas industrias, que los trabajadores con menores sueldos tienen más dificultades por los costos de los alimentos en permanente incremento. Por otra parte, entendemos que es en las PyMEs, donde los dueños están más cerca de esta realidad porque están todo el día participando en la actividad de la planta. Tenemos que encontrar la manera de que haya salarios buenos sin que esto afecte la espiral inflacionaria. Nos encontramos dialogando con la UOM para la revisión de nuestro acuerdo paritario y tenemos buena predisposición para resolverlo, siempre con las limitaciones que tienen hoy las industrias. Estamos ante una realidad con dificultades, tenemos que ser equilibrados y ver que lo que se acuerde se pueda pagar. Considerar que las empresas más pequeñas no tengan un impacto tan grande que no les impida ser competitivas o vender sus productos a costos razonables.
¿En relación a Brasil el sector es competitivo?
Hoy tenemos un desfase en el tipo de cambio. Si nos comparamos con Brasil y México, hoy no somos tan competitivos como ellos, pero es un tema a abordar y resolver. Estamos trabajando con el Gobierno, queremos exportar, tenemos el potencial, pero necesitamos las condiciones que demanda una actividad tan globalizada.
Generalmente, la calidad del trabajo argentino es reconocida y valorada. ¿El costo tributario le quita competitividad?
Sí, a veces por un lado lo tributario. El tema cambiario también es importante. Pero hay un capital humano muy bueno. Hay industrias que innovan, venimos trabajando desde ADIMRA muy fuertemente el tema I+D+I y vemos que esa investigación y desarrollo se traduce en innovación y mejoras. Tenemos industrias que son competitivas y que pueden desarrollar productos que compiten mano a mano con industrias de cualquier país del mundo.
En el caso Brasil hubo quejas de los industriales porque se aplicaron posiciones muy aperturistas. ¿Qué podría pasar en Argentina?
Las políticas aperturistas claramente no nos favorecen. Nuestro sector, en la medida que haya una administración de comercio inteligente, puede seguir creciendo. La apertura indiscriminada de importaciones dificulta el desarrollo de la industria nacional, eso nos viene pasando cíclicamente. En este momento estamos teniendo una administración de comercio que tiene que seguir trabajando y mejorando, pero que nos permite desarrollar nuestra industria.
¿Cómo ven desde ADIMRA el año próximo?
Esperamos que se logre estabilizar la economía. Estos últimos meses, al menos en las variables más importantes, hemos tenido alguna estabilización. Esperamos que en 2023 se pueda mantener y se generen las condiciones desde la macro para seguir creciendo. Vemos que hay sectores que podrían abrir un nuevo turno, pero tenemos que tener determinadas condiciones, además del acceso a la mano de obra que no es un tema menor. Estamos formando recursos humanos para que puedan insertarse y trabajar en la industria. Además, tenemos que tener las condiciones macroeconómicas para que se pueda estabilizar la moneda, que las tasas se reduzcan y eso favorezca la inversión productiva. Necesitamos seguir apostando a la inversión productiva por sobre la especulación financiera.