Sandra Cipolla, presidente de Servicios Portuarios Integrados Sociedad Anónima (SPI), el astillero de mayor crecimiento operativo a nivel nacional en los últimos años se refirió al presente del sector y explicó que la falta de financiamiento no permite que la industria naval argentina “termine de desarrollarse con el potencial que tiene”.
La empresaria explicó que “la industria naval no está ajena a la situación macroeconómica y a las condiciones políticas que hoy se dirimen en el país”, y aclaró que “como empresa estamos bien, pero eso no significa que uno no tenga que mirar alrededor y ver que el deterioro y la falta de políticas hacen que nuestro sector no termine de desarrollarse con el potencial que tiene y la posibilidad de empleo que obviamente esta industria tiene”.
Cipolla desmintió los discursos que hablan sobre la falta de competitividad de la industria naval argentina. “La capacidad en infraestructura, puede ser que esté deteriorada pero existe. También contamos con la capacidad técnica, la ingenieril. La industria naval argentina es competitiva y está en un estándar internacional”, dijo la presidente de SPI en declaraciones al programa que serindustria.com.ar realiza semanalemente en radio AM Rocha 1570.
Asimismo, la dirigente de la ABIN aclaró que hay “una problemática con los costos internos y la carga impositiva que tiene cualquier industria en Argentina, pero la realidad es que hay un factor preponderante en lo que significa la construcción naval que es que para la construcción de un barco se requiere de una ingeniería financiera. Entonces se habla de decretos y se discute sobre futuras leyes pero ninguna tiene incluida lo que realmente la Argentina necesita para que efectivamente se construya más en el país que son las líneas de créditos para el sector”.
Respecto al decreto que a fines de febrero de este año el presidente Mauricio Macri firmó para la renovación de la flota pesquera, Cipolla señaló que “ese DNU tiene una deficiencia. Le está exigiendo a los armadores, con el pretexto de que la flota es obsoleta, reemplazarla en un tiempo determinado pero no le das la herramienta que necesita que es la financiación. Construir un buque de 50 o 60 metros de eslora, requiere de una inversión de entre ocho y diez millones de dólares, entonces cómo a ese armador le vas a decir que tiene que renovar su flota y no le vas a dar el nivel de crédito que necesita para hacer la inversión de riesgo, por eso creo que esta disociado de la realidad.
Por último, al referirse a la ley de industria naval sancionada a fines del 2017, Cipolla remarcó que “cuando empezamos a luchar por una herramienta como una ley, entendíamos que si no hay marina mercante en argentina no hay industria naval, por lo tanto las leyes tenían que ser en conjunto, no separadas. Lamentablemente no lo logramos y fueron separadas. Además de los 28 artículos que habíamos trabajado, nos dejaron ocho y quedaron aprobados seis y de esos seis nos vetaron dos, por lo tanto quedó un solo artículo que beneficia a la industria naval, el resto de la ley es el enunciado, el título y el comuníquese y archívese”.