El Índice de Precios al Consumidor de la Fundación Libertad y Progreso (IPC- LyP) mostró que la inflación en noviembre un aumento de 12,6% mensual. “Con esta variación, nuestro IPC consolida la aceleración que se vio en las últimas semanas de octubre y regresa a los aumentos que se registraron tras el salto cambiario post PASO”, señala el informe.
En cuanto a la variación interanual, indica que ascendió a 160,4%, 68 puntos más que un año atrás y el valor más alto desde julio de 1991 (178,3%).
El trabajo precisa que los datos de la última semana mostraron que, tras la segunda vuelta electoral, los precios crecieron a un ritmo del 6,6% semanal, el mayor registro de toda la administración Fernández.
La inflación en noviembre por rubros rubros
“La suba estuvo impulsada por el rubro de Alimentos y Bebidas, donde anotamos subas del 12% para la mayor parte de los productos, algo vinculado al vencimiento del programa de Precios Justos que se renovó con actualizaciones del 12%”, expresa LyP.
También incidió el lanzamiento de un nuevo tipo de cambio diferencial, 20% superior al oficial, para todas las exportaciones, equivalente a un salto cambiario “para toda la canasta de productos transables que son parte de nuestra canasta exportable”.
“La inflación de los primeros once meses del año es del 147,7%; es la acumulada más alta desde la hiperinflación de 1990. Dentro de la última década, los registros acumulados más altos para los primeros diez meses del año fueron 76,6% en 2022 y 42,2% en 2019“, puntualiza el análisis.
Con todo esto, la inflación acumulada durante la presidencia de Alberto Fernández se ubicó en 928,8%, siendo la más alta acumulada por un presidente desde el año 1991.
El fracaso del control de precios
Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso alertó que “si bien la suba de precios es la más alta desde 1991, aún hay mucha inflación abajo de la alfombra. Desde diciembre de 2019 los precios regulados acumularon una suba 512%, en promedio, mientras que el IPC núcleo, que excluye los productos regulados y con comportamiento estacional, lo hizo en 866%, es decir, unos 354 más”.
Aclaró que “esto se debe a que el gobierno apostó a contener la inflación con controles de precios y subsidios. Pero nada es gratis; es así que faltan insumos en los hospitales, hay desabastecimiento en góndolas, falta de autopartes, líneas de producción frenadas y no hay reservas en el Banco Central”.
Por su parte, Emilio Prado, Economista de la Fundación Libertad y Progreso dijo que “Argentina transita un proceso hiperinflacionario “moderno” con aumentos de precios mensuales de dos dígitos en promedio desde agosto y un acumulado cercano al 150% en el año. Hay que remontarse 30 años atrás para ver un registro similar que tristemente desembocó en la hiperinflación del 90’”.
“Es evidente, otra vez, que los controles de precios y los cepos cambiarios no terminan en buen puerto y mucho menos, para enfrentar las consecuencias de una monumental emisión de pesos para palear los excesos de gasto público. Si bien se espera mayor inflación en el corto plazo, el nuevo gobierno debe de ejecutar un plan de estabilización lo más ordenado posible y presentar una serie de reformas que den sustento a este plan para que los precios empiecen a desacelerarse antes de que termine el año 2024”, concluyó.