Es por los cargos de “corrupción activa”, “tráfico de influencias” y “violación de secreto profesional”, informó la Oficina Central de Lucha Contra la Corrupción y las Infracciones Financieras y Fiscales.
El abogado del ex presidente Nicolas Sarkozy, Thierry Herzog, y los magistrados de la Corte de Casación Gilbert Azibert y Patrick Sassoust también fueron procesados, estos últimos acusados de haber advertido a Sarkozy de que la Justicia había intervenido su teléfono móvil.
Para el tráfico de influencias están previstas penas que pueden ir hasta los 10 años de prisión y 150.000 euros de multa según las circunstancias, mientras que el Código Penal contempla penas suplementarias, como la prohibición de ejercer cargos públicos.
El ex mandatario francés había quedado detenido ayer en el marco de la investigación preliminar que busca determinar si el político conservador contaba con “una red de informantes” en el seno de la policía y la justicia, susceptible de advertirlo sobre el curso de las investigaciones judiciales que puedan amenazarlo.
Sarkozy fue interrogado en la sede de la OCLCIFF en Nanterre, en el sureste de la capital francesa.
Sarkozy, ahora procesado, dirigió el país entre 2007 y 2012, y está retirado de la política tras su fallido intento de reelección ante el socialista Francois Hollande en mayo 2012, pero desde hace semanas tanteaba la posibilidad de regresar de cara a la elección presidencial de 2017.
El lunes, la justicia gala comenzó a cerrar el cerco en torno al ex Jefe de Estado con la detención de su abogado y los dos importantes magistrados.
Decididas en septiembre de 2013, las escuchas al ex Jefe de Estado y su entorno tuvieron lugar en el marco de otra investigación preliminar en torno a las acusaciones de financiamiento de su campaña presidencial de 2007 por parte del ex líder libio Muammar Kaddafi.