Apenas un mes después de que el ministro de Comunicaciones de Brasil, Paulo Bernardo Silva, reconociese que seis de los doce estadios mundialistas podrían tener “deficiencias” en su red de Internet, el sindicato que representa a las empresas de telefonía nacionales (Sinditelebrasil) confirmó que la mitad de los recintos no contará con redes inalámbricas Wi-Fi para conectarse a Internet: concretamente, los estadios de São Paulo, donde se disputará el partido inaugural entre Brasil y Croacia el próximo día 12, Belo Horizonte, Fortaleza, Recife, Curitiba y Natal. En las otras seis ciudades que albergarán partidos (Brasilia, Porto Alegre, Salvador, Río de Janeiro, Manaos y Cuiabá) sí habrá un sistema de red Wi-Fi que permita acceder a Internet y descongestionar las redes de las empresas telefónicas que ofrecen conexiones 2G, 3G o 4G.
La noticia, aunque esperada, supone un contratiempo para medios de comunicación internacionales, reporteros y los cientos de miles de espectadores extranjeros sin contrato de teléfono con una operadora nacional, que tendrán serias dificultades para publicar fotos en redes sociales o enviar vídeos y mensajes con aplicaciones que necesiten de conexión a internet.
“Todos los estadios son lugares de grandísima concentración de tráfico de datos”, explicó Eduardo Levy, presidente ejecutivo del sindicato mencionado y afirmó que la falta de instalación de la red Wi-Fi se debe a la falta de acuerdo entre las empresas de telecomunicaciones y los administradores de los estadios sobre el precio del alquiler del espacio que las operadoras necesitan para sus equipos. “Lo que no hicimos, no fue porque no quisiéramos. Fue porque no pudimos, no tuvimos acceso”, señaló Levy.
Los doce estadios de la Copa sí dispondrán de antenas de telefonía móvil (3.724 en total, según cifras del propio sindicato), que darán soporte al tráfico de voz y datos con las tecnologías 2G, 3G y 4G; se trata del mismo sistema empleado en los Juegos Olímpicos de Londres. El equipamiento instalado permite que en una hora se efectúen en cada recinto deportivo un promedio de casi 300.000 llamadas simultáneas, con una duración media de dos minutos y medio. También tolera cerca de 24.000 conexiones de datos a la hora, posibilitando el envío de una foto de 0,55 MB en 2,5 segundos. La capacidad de las conexiones es diferente en cada estadio: la mayor se da en el Maracaná, de Río Janeiro, sede de la final, con un aforo de 78.000 personas.