Lo aseguró Marcelo Domínguez, gerente de “Punto Técnico”
“Punto Técnico” es una empresa de servicios dedicada a Ingeniería Eléctrica, Electromecánica Naval e Industrial, con instalaciones propias en la ciudad de Mar del Plata. Cuenta con un centro de diseño para la elaboración de proyectos y cálculo de todo tipo de instalaciones eléctricas, electromecánicas y de automatización de última tecnología, tanto en el área industrial terrestre como a bordo de embarcaciones, con un equipo de trabajo compuesto por profesionales en ingeniería y técnica altamente capacitado.
Marcelo Domínguez, nació el 30 de marzo de 1970 en Puerto Belgrano. Es técnico electromecánico y creó la empresa en especializada en construcciones electromecánicas navales, en octubre de 2002 y con él dialogamos sobre la realidad del sector.
¿Cuál es el perfil de las empresas que requieren sus servicios?
Nosotros atendemos a aquellas que demandan soluciones integradas en servicios eléctricos y electromecánicos certificados. Actualmente contamos con un equipo de 3 ingenieros y 18 operarios calificados
¿Cómo está hoy el mercado?
Actualmente las empresas avocadas a la industria naval que no supieron diversificar sus servicios a otros mercados, no están pasando un buen momento. La actividad tiene altibajos que no son fáciles de sobrellevar y la mano de obra, es el producto de nuestras empresas.
¿Le despierta un buen panorama este año?
Las expectativas son que la demanda laboral existe y las exigencias son mayores en cuanto a precios tiempos y calidad. La optimización es el rasgo que diferencia a nuestra empresa. El desafío es lograr un servicio de costo- beneficio atractivo para el cliente, lo que significa que es un año complejo en el que hay que trabajar mucho.
Desde su rol de dirigente empresario, ¿cuál es su visión de la Industria Naval Argentina?
Creo que esta atravesando un gran desafío, que consiste en volver a ser considerada como lo fue: Madre de Industrias, representante de la industria Argentina con buques navegando por distintos mares del mundo. Como detalle importante me gustaría verla surcando nuestras aguas con recursos propios y cargas, marcando algo tan noble como la Soberanía.
A 10 años de la creación de la ABIN, ¿cuál es su balance sobre la asociación?
Es positivo por muchos motivos. Principalmente por el conjunto de asociados, genuinos empresarios navales, que siguen apostando a esta industria que nos debe una oportunidad de poder volver a volcar nuestros conocimientos nuestra mano de obra de calidad internacional. Además fue fundamental en la creación de la Mesa de Concertación Naval donde todos los elencos se suman para aportar, concurriendo en temas muy importantes como la presentación del proyecto de Ley de Industria Naval. Fue muy importante también en estos años la creación de EINAVAL, el encuentro internacional de nuestro sector. A veces me planteo que es una pena no haberla conformado antes, porque hubiéramos ganado mucho trabajo, conocimientos y crecimiento industrial.