El Área de Economía de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (CONINAGRO), publicó el monitoreo de las 19 economías regionales realizado durante abril de 2023. Esta herramienta es útil para que el productor agropecuario pueda hacer un seguimiento de los indicadores que se analizan. El “Semáforo de Economías Regionales” busca simplificar la complejidad y heterogeneidad de la producción en el campo hacia una herramienta visual de análisis.
Refleja 1 verde, 7 amarillos y 11 rojos. Es decir que el 57% de las economías regionales relevadas están en crisis o con signos de crisis. El trabajo agrega que “la sequía aún afecta los volúmenes de producción en varias economías regionales y la demanda interna es baja”. En tanto, sostiene que “los costos cambiaron su tendencia y se estancaron”. Al mismo tiempo señala que “la exportación tiene precios bajos en pesos” y que se registra una “alta volatilidad de precios internos”.
A su vez, Fabián Ruggeri, productor cooperativo de Mendoza y presidente de la asociación de Cooperativas Vitivinícolas (ACOVI), comentó sobre compleja actualidad del sector. “La vitivinicultura es una economía regional que está en una etapa de crisis por una cuestión, vinculada a inclemencias climáticas, como heladas y granizos y en algunos casos también sequía. Esta fue la cosecha más baja de la que se tenga registro en la historia. Estamos preocupados por los stocks”, sostuvo.
Agregó que “vemos que puede haber sobre stock debido a la abrupta caída del consumo de vino, tanto a nivel nacional afectado por la macroeconomía y la falta de dinero en los bolsillos de la gente, como en el plano internacional por el dólar atrasado y la falta de convenios de comercialización. Debemos tener en cuenta que estamos afectados por una plaga que se llama lobesia botrana y estamos gestionando a nivel nacional, provincial e interinstitucional, fondos para erradicar esta plaga cuarentenaria”.
Ganadería
Por su parte, Lucas Magnano, consejero de Coninagro y productor de Santa Fe, reflexionó acerca del panorama en la ganadería afectada por la sequía. “Los impactos de la sequía pueden ser de manera multifactorial. Primero se vio y todavía se está viendo una oferta muy grande de animales, tanto sea gordo hasta invernada, lo que hace que los precios lateralicen o tiendan a bajar”.
Añadió que “probablemente también existe un excedente muy grande de vacas. Lo que puede suceder en el mediano o largo plazo es algún tipo de recorte en la cantidad de destete porque el servicio de este año no va a ser lo mismo que el de los anteriores, donde las precipitaciones y el clima más o menos ha acompañado. Pero tuvimos hacia finales de servicio días muy cálidos y los calores de marzo y la falta de precipitaciones han afectado mucho, lo que nos lleva probablemente a una parición no tan buena para este año, lo que va a repercutir de aquí al año que viene o al otro. La ganadería es dinámica en el tiempo. El problema que tenemos hoy lo vamos a ver dentro de dos o tres años”, concluyó Magnano.