El gremio rechaza la apertura total de las importaciones; evalúan una paritaria semestral.
La preocupante radiografía laboral que presentó Antonio Caló sobre la industria metalúrgica nubló el verdadero motivo de la reunión en la sede de Villa Lugano: determinar el calendario electoral de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), cuyo liderazgo nacional se mantendría en manos de Caló, como sucede desde 2004, cuando reemplazó al histórico Lorenzo Miguel.
Caló expuso ante los 54 referentes de las seccionales metalúrgicas los problemas que atraviesa el sector, golpeado, según el gremialista, por la decisión oficial de abrir las importaciones. “Si abren indiscriminadamente las importaciones, nos vamos a quedar todos sin trabajo. No podemos competir con China y Brasil”, dijo el jefe de la UOM a la nación. Y precisó sobre el empleo: “Desde diciembre a marzo hubo 3000 despidos y 2000 suspensiones. Si esto sigue así, vamos a llegar a los 10.000 despidos”.
Actor protagónico en el proceso de reunificación de la CGT, Caló apuesta a que la unidad sindical refuerce su poder de influencia para incidir en las decisiones del gobierno macrista. Participó en febrero de la reunión grupal con el presidente Mauricio Macri y ya estuvo a solas con los ministros Jorge Triaca (Trabajo) y Francisco Cabrera (Producción). Insistirá en su retórica sobre la protección de la industria nacional, los beneficios del plan Ahora 12 y la importancia del Régimen de Incentivo a la Producción de Bienes de Capital, tres pilares que ayudaron a sostener el nivel de empleo durante el kirchnerismo.
En forma paralela a la crisis del sector que gráfico Caló, la cúpula de la UOM debatió ayer sobre su estrategia salarial para la paritaria, que comenzará a discutirse en abril. No hubo una postura unánime: un sector empuja por un acuerdo anual, como se hizo en los últimos años, mientras que otro avala un trato semestral, como el que cerró la semana pasada el Sindicato de Empleados de Comercio [obtuvo una suba de 20% por seis meses]. Esta última posibilidad sería la que más convence a Caló, que ya habló con su par mercantil, Armando Cavalieri, para conocer más detalles del trato a corto plazo.
La paritaria del año pasado, en la que la UOM logró una suba de 27%, le abrió a Caló un foco de conflicto interno en el gremio, ya que el congreso de delegados había reclamado un aumento del 32%. Por entonces, el jefe metalúrgico accedió a la pauta salarial que sugirió el gobierno kirchnerista, del que se mantiene como aliado. Las tres seccionales que exhibieron el año pasado un atisbo de rebeldía contuvieron ayer sus quejas y hasta ahora hay acuerdo para que el 30 de septiembre Caló renueve su liderazgo hasta 2020.
De todos modos, sí habría cambios en el resto de los dirigentes que ocuparán el secretariado. Algunos serían relevados por una cuestión generacional, como Juan Belén, actual secretario adjunto y líder de la seccional Avellaneda, y otros por su poca afinidad con el líder. Se vislumbra una pelea interna que podría dejar más de un herido.