Dos de cada 10 empleos en Argentina se generan en las cadenas agroindustriales, el equivalente a 4,1 millones de puestos de trabajo. Esto representa el 23% del empleo privado de nuestro país.
Estos son algunos de los datos que presenta la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) en su informe de Empleo de las Cadenas Agroindustriales. “Acostumbramos a traducir los números en ejemplos concretos para dimensionarlo: los trabajadores agroindustriales llenan 490 Luna Park”, explica Natalia Ariño, economista de FADA.
Podio laboral
“En el medallero olímpico, la carne vacuna se lleva la medalla dorada, generando el 12,3% de los empleos”, agrega la especialista. El segundo puesto, con la plateada es para la cadena de frutas, verduras, hortalizas y legumbres con el 10,4% del trabajo agro y el bronce se lo lleva el trigo con el 10,1% del empleo.
Si agregamos a la lista soja con el 9,1% y maíz con el 6,7% tenemos casi el 50% del empleo de las cadenas agro.
“Si juntamos a todos los trabajadores de las cadenas ganaderas llenamos 590 Torres Eiffel”, expresa Ariño. Estos trabajadores, como todos los de las cadenas agro, se encuentran a lo largo y ancho del país, desde el arroz en el norte hasta la pesca en la Patagonia, pasando por cada provincia argentina. Es empleo que moviliza cada región.
¿Dónde están?
En 2022, último dato disponible, las cadenas generaron 3,9% más de trabajo que el año anterior, lo que arrojó un total de 4.115.861 puestos de trabajo en Argentina. “¿Dónde podemos encontrarlos?”, se preguntan desde FADA. “Hay al menos dos formas de responder esa pregunta”, advierte Nicolle Pisani Claro, Economista Jefe de FADA.
“Por un lado, podemos decir que el 31% lo generan las cadenas de granos y forrajeras, 29% economías regionales, 24% cadenas de carnes y láctea y 2% bienes de capital. Los servicios conexos y otras actividades suman 14%.
Pero hay otra forma de contestarlo: están en cada producto dentro de nuestra heladera, desde las milanesas, el dulce de leche, las manzanas. En nuestras alacenas en las galletitas y el arroz. En las oficinas y los comercios que venden los productos. En los laboratorios que investigan formas más sustentables de producir, las rutas en cada camión que transporta granos o alimentos, los campos y las ciudades en cada rincón de Argentina.
“Básicamente, nosotros o algún conocido seguro que está directa o indirectamente relacionado al empleo en las cadenas agro”, explica Pisani Claro.
Bajo la lupa
Del informe de FADA también se desprende que el mayor generador de empleo es la producción primaria con el 33% del total. Le siguen la comercialización con 26%, la industria con 22% y 19% las cadenas proveedoras de bienes y servicios como insumos, bienes de capital, servicios conexos, transporte y logística.
“Más agroindustria implica más producción y más empleo, eso inevitablemente implica un aumento en la actividad económica. Que crezca el agro como cualquier otro sector implica una mejora para todos los argentinos, porque cuanto “más grande sea la torta” más grande será la porción para cada uno”, afirman las economistas.
“Todos los productos obtenidos de las cadenas agroindustriales son consumidos por los argentinos, pero también requeridos por el mundo entero, por lo que también hacen que ingresen divisas con las exportaciones. Decimos que es una rueda de empleo porque eso es lo que va generando: más producción, más empleo, mejor calidad de vida, menos pobreza, una cosa va llevando a la otra”, concluyen.