La política monetaria del gobierno es muy clara, el dólar mayorista sigue atrasado ya que crece a un ritmo del 84,0% anual, mientras que los precios lo hacen a una tasa del 98,8% anual. Sorprende que el Relevamiento de Expectativa de Mercado apueste por una inflación promedio en torno del 96,0% anual para los próximos 12 meses.
En este escenario es bueno visualizar las tasas de interés vigente en el mercado, la tasa de letras a 103 días se ubica en el 118,4% anual, mientras que la tasa de una letra ajustada por inflación a un plazo de 119 días rinde el 4,9% anual. Esto estaría proyectando una inflación en torno del 113,5% anual para que las tasas se igualen.
El gobierno parece decidido a no tocar la tasa de política monetaria que se ubica en el 75,0% anual, recordemos que es la tasa con la que remunera los pasivos del Banco Central. Los pasivos no remunerados ascienden a $ 5,2 billones, mientras que los pasivos remuneradas suman $ 10,8 billones y por los que paga mayoritariamente una tasa del 75,0% anual, esto implica una tasa efectiva del 107,0% anual.
La suma de ambos pasivos nos da $ 16,0 billones, que comparados con las reservas que ayer cerraron en U$S 39.558 millones, nos da un dólar de equilibrio de $ 405.
Lo que vemos para las próximas semanas es un aumento considerable en los pasivos del Banco Central, en especial porque el gobierno tiene que subir cada vez más la tasa de interés de las letras de Tesorería para conseguir que el mercado le renueve vencimientos. Esto implica que, en algún momento, el Banco Central tendrá que emitir pesos para enfrentar vencimientos o bien, con dichos pesos, salir a comprar bonos y, de esta forma, financiar a la Tesorería.
Con tasas superiores al 110% anual, los inversores se mantendrán alejados de los instrumentos en pesos y saldrán a buscar refugio en otros activos, entre los cuales el dólar podría ser el elegido.
El dólar MEP en $ 356,23 registra una suba anual del 73,3%, muy por debajo de la inflación anualizada y del aumento del dólar mayorista. Por otro lado, se encuentra muy lejos del dólar turista que se ubica en $ 396,50.
En los últimos dos años la inflación fue del 200,0%, mientras que el dólar MEP subió en igual período de tiempo el 147,3%. Esto habla a las claras de un atraso mayúsculo para el dólar MEP que debería valer más de $ 400 para igualar a la inflación pasada.
El gobierno sigue inmerso en un cono de sombras respecto a la operación REPO que podría aportarles dólares a las reservas. Esta operación consistirá en entregar bonos del Estado y a cambio se recibirían dólares por los que se pagaría una tasa de interés. Las versiones de mercado indican que se podría pagar una tasa que rondaría entre el 12% y 14% anual y el monto de la operación sería de U$S 1.500 millones.
Por el momento, lo único que hemos observado es una baja en la cotización de los bonos en el mercado y el gobierno dejó de acelerar la compra de los mismos, se esperaba un desembolso de U$S 1.000 millones para comprar bonos y todo hace pensar que no se han invertido ni U$S 500 millones hasta ahora.
En el mercado internacional el escenario no es el mejor, la Reserva Federal estaría dispuesta a seguir subiendo la tasa de interés de corto plazo que hoy se ubica en el 4,75% anual, a niveles del 5,25% anual en las próximas dos reuniones y, si la inflación no cede, en la reunión del 14 junio podría subirla al 5,5% anual. Muy mala noticia para Argentina.
Las materias primas agrícolas, como todas las materias primas, comenzaron a retroceder ante esta noticia, lo que no es un buen síntoma para el país, que exporta mayoritariamente soja. Los precios futuros de la soja en Chicago muestran un comportamiento inverso, esto implica que valen más hoy que a fin de año, lo que preanuncia bajas en la cotización local.
El gobierno cuenta con escasas reservas y sin la posibilidad de un nuevo dólar soja antes de la cosecha de mayo, todo hace presumir un endurecimiento del cepo, restricciones a la importación y un mercado de productos importados que se va posicionando con un dólar de $ 356, cuando en verdad debería funcionar fluido con un dólar de $ 200. Más inflación a la vista.
Conclusiones
El gobierno no consigue financiamiento a largo plazo, en el día de ayer realizó una licitación en donde el 91% del dinero conseguido tendrá vencimiento antes de las elecciones presidenciales.
Las tasas de interés de los productos colocados han cruzado la barrera del 100% anual. Para febrero, si repetimos la inflación de enero, la inflación trepará a niveles del 101,3% anual.
Los dólares alternativos están por debajo de la cotización del dólar turista y han aumentado menos que la inflación de los últimos 12 y 24 meses, con lo cual la suba, tarde o temprano, será inexorable.
La tasa de interés de plazo fijo es del 6,25% mensual, apenas por encima de la inflación del 6,0% mensual, esto hace que los plazos fijos dejen de ser atractivos. Por otro lado, los alimentos aumentan a una tasa superior al 100% anual, con lo cual es más conveniente acopiar una compra de supermercado que hacer un plazo fijo.
El mercado está esperando que Sergio Massa saque más conejos de la galera, sin embargo, la sequía y falta de dólares podrían jugarle una mala pasada. Hay alerta roja sobre un posible brote de influenza aviar, esto podría afectar la provisión de carne de pollo, lo que potenciaría a la suba la carne vacuna y porcina, esto va directo contra el índice de precios, lo que complicaría en forma manifiesta los planes del gobierno.
El mercado de bonos se está tomando un descanso de la suba, esto puede contagiar al mercado de acciones, estamos en un impasse de mercado. De largo plazo somos alcistas en bonos y acciones, tal vez la baja sea un buen momento de compra. Hay que ser pacientes, los mercados están preparando un rally alcista para mayo o junio cuando se conozcan las candidaturas presidenciales, tengamos elecciones provinciales con resultados palpables y se comience a trazar el mapa del camino a las elecciones presidenciales. Desde marzo a junio comenzamos la etapa 1 del camino a las elecciones presidenciales, conocer los candidatos a las PASO de agosto, los resultados de algunas elecciones provinciales y encuestas con un algún grado de mayor realismo que las actuales. En la medida que se avizore un posible cambio de gobierno, los mercados ajustarán a la suba. Dolarización de carteras a la vista.
Por Salvador di Stéfano, economista y analista de negocios e inversiones.