Vaca Muerta no se detiene. El primer semestre del año registró un récord histórico de 14 millones de barriles de petróleo exportados, lo que indica una suba del 73%. A partir de este resultado, junto a la venta de gas natural, se generaron US$ 1300 millones.
Sin embargo, el complicado panorama macroeconómico que impera en el país y limita las importaciones, puede frenar el ritmo de producción de la formación geológica de shale neuquino.
Ante esta contradictoria situación, Ser Industria Radio se comunicó con Luciano Fucello, Country Manager de NCS Multistage. El fundador de Contactos Petroleros, analizó la evolución de la actividad desde sus inicios hasta su proyección a 2030. También señaló los desafíos que enfrenta el sector, incluyendo los problemas para importar insumos que ponen jaquean la actividad.
Además, destacó el papel de los técnicos y se refirió a las posibilidades de Palermo Aike en Santa Cruz.
¿Cómo se alcanzó este récord de exportaciones?
La historia de Vaca Muerta arranca en 2010 y la producción no ha parado de crecer. Eso es un gran logro que ha atravesado varios gobiernos. Estimamos que siga creciendo de acá al 2030 con altos y bajos, perovamos a estar viendo récord exportación, producción, cantidad de etapas. Se espera que en 2030 se puedan exportar entre 700 y 900 mil barriles de petróleo por día. Actualmente, estamos debajo de los 100 mil barriles diarios. Para lograrlo se están haciendo cosas, principalmente de oleoductos y gasoductos, no solamente el Néstor Kirchner, que apunta a dejar de traer barcos con gas licuado y gas de Bolivia, que es el sangrado actual de dólares que se están yendo. Se está avanzando con oleoductos, Oldelval está duplicando y hasta triplicando el plan de construcción. El oleoducto Vaca Muerta Sur que pasa por Río Negro, es el que menos estado de avance tiene. Con Otasa ya se está pensando en ampliar la capacidad de evacuación hacia Chile de 40 mil a 110 mil barriles. También la reversión del gasoducto Norte para poder exportar a Chile y a Brasil a través de Bolivia.
¿Esto significa que se va gestionando bien?
Creo que Vaca Muerta va por buen camino y con razón, porque uno cuando ve la matriz energética de dónde consume energía Argentina, principalmente el 50% es gas, el otro es petróleo, también hay energías renovables, hidráulica. La principal fuente de energía de nuestro país, es el combustible fósil. Mientras las otras cuencas decrecen, Vaca Muerta todo lo contrario. Por eso la matriz energética Argentina está ya “vacamortizada”, hay una gran dependencia de energía de Vaca Muerta para bien y para mal.
¿Por qué para bien y para mal?
Para bien porque la energía está, podría no estar tranquilamente. Para mal porque es un punto focal donde viene toda esta energía, es como poner todos los huevos en una misma canasta. Por eso también se está pensando en Palermo Aike, pero la realidad es que hoy, en Argentina, la energía esta “vacamortizada”. Para la exportación de gas también hay posibilidades a través de los gasoductos existentes de Bolivia para Brasil. También en el norte hay un gasoducto hacia Chile, pero además está la posibilidad de exportar GNL.
¿Qué se necesita para que Argentina exporte GNL?
Para llegar a exportar GNL, nos faltan varias instancias. Primero, no hay una ley que regule esa actividad, aunque hay varios criterios donde se puede tomar al gas licuado como un producto procesado de la industria de los hidrocarburos. Otros dicen que hay que regular también la parte del abastecimiento. Las leyes actuales de hidrocarburos en Argentina apuntan a que si llega a faltar energía, gas o petróleo dentro del territorio argentino se tienen que parar las exportaciones. Así plantea la ley. Si uno piensa exportar hay que empezar a respetar los contratos existentes y tener continuidad en el abastecimiento, si uno tiene un compromiso para abastecer de gas a Europa no puedo cortar, porque falta gas en el conurbano. Habría que pensarlo de esa manera. Entonces faltan leyes y una inversión enorme, para hacer estas plantas de GNL. Cada una cuesta US$ 5.000 millones y el tiempo que lleva construirlas son cinco años. Hoy el petróleo es una gran oportunidad y ya se está exportando. Se espera que la industria de la mano de Vaca Muerta pueda generar US$ 30.000 millones de balance neto entre importaciones y exportación, es muchísimo. El campo genera divisas entre US$ 20.000 y 40.000 millones. Entre otros cuellos de botellas también se encuentra que van a faltar 50.000 trabajadores calificados para llegar a ese nivel de actividad y sumarle que con sus familias van a ser por lo menos, 100.000 personas. Hay que ver si Neuquén está preparada para recibir tanta gente.
¿Qué se puede esperar de Palermo Aike en Santa Cruz?
Dentro de una semana se comenzará a perforar. Palermo Aike sería aproximadamente un tercio de Vaca Muerta. Por ahora es exploratorio, no se sabe que productividad puede llegar a tener. Se han estimado reservas, pero con el nivel de tecnología que hay, con todo lo que se aprendió en Vaca Muerta, técnicamente estamos preparados para ese tipo de desarrollo. Lo que hay que ver es si va a haber equipamiento para hacer ese desarrollo. Ese es el gran punto, no se está pudiendo importar equipamiento o repuestos. Si Santa Cruz comienza a producir, vamos a empezar a pelearnos por los equipos.
¿Este desarrollo demandaría nuevos ductos?
Santa Cruz en los últimos años ha tenido una baja actividad y producción. Tiene algo de capacidad ociosa de transporte. Si el desarrollo de Palermo Aike aumenta muchísimo, la producción va a estar ante el mismo problema que tenemos en Vaca Muerta, donde está todo restringido por la capacidad de transporte. En las proximidades de Palermo Aike se encuentra Puerto Loyola, que está cerca del Cabo de Hornos. Desde ahí se puede exportar hacia el Atlántico y el Pacífico. Además tiene capacidad ociosa en el gasoducto San Martín. Algunos dicen que un montón, creo que no es mucha. La última vez que vi, había unos diez millones de metros cúbicos de gas por día para para inyectar. Pero hay que tener en cuenta que en Tierra de Fuego se está desarrollando el proyecto Fénix de la mano de Total Energies, Wintershall DEA y Pan American Energy, que son plataformas offshore que están perforando y van a completar la capacidad ociosa del gasoducto San Martín en un par de años.
¿Hay mucha expectativa en torno a este yacimiento?
Es interesante en cuanto a recursos. Un punto crítico son los servicios petroleros y el equipamiento que va a tener que sí o sí llevar de Vaca Muerta, que a su vez está al límite en cuanto a equipamiento. Ese es el gran cuello de botellas que estamos teniendo, no se está pensando traer equipamiento, va a venir un set más de fracturas que se está fabricando localmente a un ritmo bastante lento, pero hoy ni siquiera están entrando partes para reparaciones. La sensación es que en cualquier momento los equipos se quedan parados por falta de repuesto o insumos básicos.
¿Cómo interpreta la decisión de ExxonMobil de poner en evaluación la venta de sus áreas en Vaca Muerta?
En 2019, una semana antes de las PASO, Exxon había anunciado una inversión de US$ 2000 millones para el año siguiente. Cuando se hizo la elección, un decreto pesificó el barril y la empresa decidió no invertir. Ha tenido una actividad incipiente con cuestiones que le habían quedado pendientes, pero nada de lo que se había planeado desde el 2019. Además, Exxon tiene un desarrollo muy grande en Guyana donde le está yendo muy bien, donde pueden tener acceso a divisas, la producción es mayor y han tenido hasta la posibilidad de asesorar al Gobierno de ese país para hacer la ley de hidrocarburos. Por lo tanto, tienen un montón de condiciones favorables. Ahora están vendiendo todos los activos que consideran de menor potencial que tienen en Vaca Muerta. Se van a quedar con unos pocos, están casi de salida. Tampoco se espera que tengan actividad para el año que viene.
¿Cuál es la característica de las empresas que operan en Vaca Muerta?
Cuando uno ve el perfil de empresa que está en Vaca Muerta, las principales operadoras en actividad son nacionales. YPF es el 50% y las que le siguen son Pan American, Tecpetrol, Pluspetrol. Las internacionales, a lo largo de estos años, han ido bajando su actividad o yéndose. Por ejemplo, uno mira Shell y su actividad ha bajado este año. De hecho, de arrancaron en julio, por lo que de enero a junio no tuvieron actividad. Vaca Muerta se está haciendo más de un perfil nacional, esto es por todas las cuestiones que hemos estado viviendo. Si las empresas no pueden tener acceso a las divisas y girarlas a casa matriz, seguramente no tengan aprobación para traer dinero. Entonces, están recirculando todos estos pesos que les sirven a las empresas locales, pero no a una empresa internacional. Sin embargo, Vaca Muerta sigue creciendo y va a seguir batiendo récords. Tiene una elasticidad increíble de la mano de la productividad. Todo esto es posible porque el petróleo está, porque las condiciones para sacarlo son excelentes y porque los técnicos hicieron un trabajo realmente de primer nivel internacional. Los técnicos son los responsables de que Vaca Muerta sea posible en materia de costos, eficiencia y productividad. Si uno ve la historia, a pesar de la regulación, los cambios las reglas del juego, etcétera, Vaca Muerta ha seguido creciendo y es una cuestión puramente técnica.
¿Las dificultades para importar insumos pueden frenar la actividad en Vaca Muerta?
Sí. Este año en Vaca Muerta las empresas van a invertir US$ 8000 millones, de los cuales seguramente gran parte, sean para servicios. De la otra mitad de productos gran parte es importado. Mi estimación y no hay números oficiales, no he conseguido que me los pasen, es que están faltando entre US$ 2000 y 3000 mil millones en importaciones para todo el año para que Vaca Muerta siga funcionando, sin contar importar gran equipamiento. No estamos hablando de importar equipo de perforación, set de fracturas, sino de herramientas básicas, repuestos para que el equipamiento siga funcionando. Hubo reuniones con las cámaras, con la secretaría de Energía, pero la sensación es que en cualquier momento Vaca Muerta para. La última gran importación que se aprobó para traer equipamiento para la industria fue en marzo. Ahora se está consumiendo ese stock. Además, como el equipamiento tiene un uso intensivo por lo que se desgasta, se rompe, como no hay repuestos, se empieza a canibalizar el que se usa para otras operaciones, de la Cuenca del Golfo, para el convencional. Entonces, Vaca Muerta sigue creciendo, pero la producción de otras áreas está bajando. En algún momento todo esto se va a terminar, no va a quedar el stock que se pudo importar desde marzo y no va a haber equipos para desguazar. Es una situación muy delicada estar siempre al borde del precipicio y pareciera como un plan llegar atado a la industria. La realidad es que es una situación súper crítica el tema de importaciones y en cuestiones muy básicas como alguna válvula, pistón, pero que te pueden parar la operación.