El domingo 19 de noviembre el 56% de los argentinos eligieron a Javier Milei para conducir los destinos del país y rápidamente se plantearon interrogantes sobre algunas cuestiones vinculadas al futuro de la economía.
Esto tiene relación con algunas posiciones expresadas en campaña. Durante esa etapa, el entonces candidato de La Libertad Avanza manifestó que no mantendrá relaciones con países comunistas, entre ellos China, segundo socio comercial de Argentina.
En ese contexto, Ser Industria Radio dialogó con el profesor Ernesto Fernández Taboada, Secretario Ejecutivo del Consejo Argentino-Chino quien afirmó que ”las relaciones comerciales entre particulares se van a mantener sin cambios”. Dijo además que“se están haciendo los negocios normalmente”
Asimismo, hizo referencia a la visita que realizara junto a tres empresarios a la terminal de Contenedores TecPlata, destacando que quedaron “asombrados”, dado el alto nivel tecnológico que ofrece.
¿La llegada de Milei a la presidencia puede cambiar la relación comercial con China?
En el aspecto comercial no. Incluso el Presidente electo anticipó que las relaciones comerciales entre particulares se van a mantener sin cambios y se están haciendo los negocios normalmente. Es cierto que de parte de China hubo cierta inquietud por algunas declaraciones que se habían hecho previas a las elecciones, pero todo indica que el clima se va distendiendo. El primer paso importantísimo lo dio el presidente Xi Jinping enviándole al nuevo Presidente una carta de presentación que Millei contestó. La vicepresidenta electa visitó al Embajador. Se están dando buenas señales. Puede ser que haya algún cambio, si hablamos de nuevas obras públicas, a eso quizás se refiere el Presidente. Pero desde el punto de vista de las relaciones comerciales no hay ningún cambio sustancial y hay que tener en cuenta que China es nuestro segundo socio comercial. Prácticamente el 90% del producto de soja y el 70% de nuestras carnes bovinas se lo lleva China. También buena parte del vino que exportamos, cebada, centeno, sorgo… Hay muchos productos que China está comprando y por otra parte nosotros le compramos productos tecnológicos como computadoras, celulares, aparatos de la línea blanca, maquinarias para producciones y demás. Muy bien. Y hay mucho interés en China por hacer inversiones importantes incluso de aspectos de infraestructura que acá están postergados.
¿Habría que saber si la postura que ha manifestado el Presidente electo lo permite?
En política una cosa es lo que uno proclama en campaña y otra lo que hace cuando se encuentra con la realidad del país. Es muy probable que haya algunos cambios respecto de lo que se dijo previamente. Lo cierto es que China viene cooperando con Argentina en una multiplicidad de obras públicas. Por ejemplo, en las dos represas que se están construyendo sobre el río Santa Cruz, la mayor adjudicación que ha hecho China es de US$ 5.000 millones de dólares. Están en plena construcción y eso va a aportar energía para el sistema interconectado nacional. La línea Belgrano Cargas que viene de Jujuy, Salta, hacia el puerto de Barranquera, en Chaco, hacia el puerto de Rosario y el puerto de Buenos Aires, trayendo la producción agrícola que se está haciendo en camión. Es insensato recorrer casi 2.000 kilómetros en camiones que transportan nada más que 40, 35, cada uno, lo cual es una formación de 40 vagones ferroviarios que puede transportar 1.400 traslados, sin arruinar las rutas, sin tanto accidente, sin contaminación ambiental. China ahí está haciendo renovación de vías, material rodante, material de comunicación, señales, todo.
Es un trabajo que no se puede cortar…
Es una obra fenomenal y esas cosas van a continuar. Algo interesante que tiene China cuando se la consulta para hacer una determinada obra pública es que nosotros, por ejemplo, consultamos a una empresa europea, alemana, en el caso del material ferroviario subterráneo o Alstom de Francia. Las empresas cotizan y si elegimos alguna de ellas, salimos a buscar la financiación. En el caso de China, en la mayoría de los casos, si le adjudicamos a una empresa determinada obra, en muchos casos la misma empresa nos dice que hay unasindicación de bancos chinos interesada en financiar la obra. Entonces es casi como que nos ofrecen un paquete y el Estado, el gobierno, se ahorra en tener que salir al Banco Mundial, a organizaciones, a organismos internacionales de crédito, y negociar y demás. Nos facilitan la vida. Además, la tecnología que tiene China, es muy avanzada. Creo que van a seguir las adjudicaciones. Tendrán que competir, como lo hacen las empresas de otros orígenes, pero están en muy buenas condiciones, en la mayoría de los casos, de poder hacer obras de infraestructura.
En las relaciones comerciales con China, ¿cuánta injerencia tiene el Estado y cuánto el privado?
Cuando se habla de relaciones comerciales estrictamente, estamos hablando del sector privado argentino. Son empresas privadas de alcance nacional o regionales. Por ejemplo, en La Plata tienen un gran frigorífico, que creo que es el primero o segundo exportador de carne de vacuna China. Ese esquema se reproduce en todo el país. Algunas provincias, Mendoza, Córdoba, tienen organismos de promoción de sus negocios y han establecido oficinas en China. Pero las operaciones comerciales de impo y expo se hacen exclusivamente entre privados.
Algunas voces advierten que una estrategia de China es prestar dinero y que no se lo devuelvan, para obtener otros beneficios y presiona a los países. ¿Puede ser?
Creo que es una idea, para hablar en términos vulgares, muy retorcida. Si usted me presta dinero y no se lo devuelvo, en algún momento va a tomar alguna acción en mi contra, porque no va a permitir que nunca se le reintegre. Con los países pasa lo mismo. Pensar que China presta dinero con ese propósito, no pasa de ser una tontería. China tiene excelentes relaciones en América Latina. Primero con Brasil, que es su primer socio comercial en la región. Segundo con México, luego con Perú, con Honduras, con Chile, con Argentina. En todos estos países están haciendo obras públicas y en ningún caso se han apoderado de ellos. Los países que contratan a empresas chinas, públicas o privadas, para hacer obras públicas, tienen que cumplir con sus compromisos. Quizá toman un ejemplo lo que ocurrió, creo que fue en Madagascar, donde China hizo un préstamo para un puerto y el Estado no pudo, no tenía los medios para poder devolverlo. Entonces China le propuso al estado de Madagascar hacerse cargo de la operación del puerto. Pero es una cosa excepcional. El Estado no pudo cumplir con los compromisos que había asumido cuando pactaron el crédito.
¿Cómo marcha el desarrollo de la nueva Ruta de la Seda?
Viene un poco lento. Hasta ahora son muchos los estudios que se han hecho. Nosotros somos uno de los 130 países del globo que adhirieron a la iniciativa. Pero la concreción en nuestra zona, en Latinoamérica, va a llevar todavía un tiempo. Es una obra monumental. El mundo ha cambiado. China tiene algunos asuntos prioritarios que atender. Tenemos la guerra de Ucrania, la guerra del Medio Oriente, el problema de Taiwán… Se va a hacer, pero tampoco es de una prioridad urgente. Está todo hecho y hablado y conversado y escrito como para que se haga. Esa obra va a permitir que en Latinoamérica haya canales concretos de comunicación vía marítima, por el Pacífico o por el Atlántico, con China y países del Asia. Va a facilitar la exportación de productos y la importación de productos. Es una idea genial que funciona muy bien en el tránsito ferroviario de China con países del Medio Oriente y de Europa. Más de 1300 trenes partieron de China, llevando a todos los países de Europa, productos chinos y volvieron llenos de productos europeos.
Circuló fuerte en nuestro país, que está bajando el consumo en China. ¿Es cierto?
En algunos casos, sí. Por ejemplo, China creció como gran importador y consumidor de vino. Vemos que, en los dos últimos años, descendió el consumo de vino y la preferencia del consumidor ha ido para el whisky y para licores, entre ellos el moutai, que se produce en China. Son tendencias de consumo privado. Por otra parte, la economía china se ha resentido, porque hay menor demanda de productos de parte de Estados Unidos, Europa… El mundo está convulsionado. La economía china está un poquito más quieta, pero este año va a crecer entre el 4 y 4,5%. No es poco, teniendo en cuenta las circunstancias internacionales. Pero, por ejemplo, en China había un gran stock de carne vacuna, habían bajado un poco los precios que nos pagaban. No sabemos si esto se va a mantener o si el consumo va a aumentar y entonces vamos a obtener nuevamente precios rentables. Es el libre juego de la oferta y la demanda.
¿Qué otro nicho de exportación a China puede desarrollar Argentina?
Un nicho no explotado, que siempre marcamos en las reuniones, es el de la moda, especialmente la femenina. Hay una diseñadora argentina muy prestigiosa, muy conocida, que se llama Jessica Trosman. Ella ha vendido muy bien, creo que tenía un local en Tokio. Vende diseños exclusivos, de muy buena confección. Vendió algo en China a través de un distribuidor de una de las casas de moda europeas. Luego instaló en Miami un negocio para vender alta costura. Siempre comenta que muchas de sus clientas son señoras chinas, que llegan hasta Miami y compran sus diseños. Recuerdo que, en 2010, se hizo la Shanghai Fashion Week y a esta feria de moda, que también se hace en Buenos Aires, invitan a empresas extranjeras a exponer sus modelos. La única empresa latinoamericana invitada por la calidad de sus diseños y de su confección fue Cardón, que tiene ropa con diseño de origen agropecuario, pero adaptado a la moda urbana y los impresionó muy bien. Es un nicho que no hemos tocado hasta ahora y puede ser importante, porque la ropa de alta calidad y buen diseño es también de alto precio.
¿Desde el Consejo ofrecen a los empresarios un curso de Protocolo de Negocios para aumentar las ventas a China?
Exactamente, porque como todos los pueblos del mundo, en China hay particularidades para hacer negocios y hay que conocerlas. No se puede encarar las ventas a China de la misma forma que lo hacemos al tratar de vender a Brasil. Hay un Protocolo de Negocios. Si usted va a China a visitar a un posible cliente y le dice “hola, buenos días, ¿cómo le va?”, se sienta y agrega “vengo a venderle”, no funciona. Siempre decimos que, en Europa, América u Occidente, uno hace negocios una, dos, tres, cuatro, cinco veces y a la quinta o sexta vez, se hace amigo del comprador. En China es al revés. Primero hay que hacerse amigo del comprador y después se pueden hacer negocios. Es el estilo chino. Si nosotros queremos vender, tenemos que adecuarnos a su protocolo. Ellos le compran a la gente que les parece honorable y gana su confianza.
¿Cómo se llega a eso?
Con el tiempo, charlando, yendo a comer, hablando de la familia, de los hobbies. En un momento, se habla de negocios. Siempre decimos que, primero, hay que asignar un presupuesto al proyecto de vender a China, porque se van a necesitar varios viajes. Aparte de esto, es la forma como se negocia, en la mesa, como “el no, el sí”. Los chinos nunca van a decir que no a una propuesta nuestra porque lo consideran muy grosero. Lo que pueden llegar a decir es “bueno, lo vamos a considerar, más adelante lo vemos”. Son muy educados en ese sentido. Es parte de la cultura china, el lugar que se le da a las personas mayores, aun haciendo negocios, el lugar que se le da al jefe de una delegación. El jefe siempre es el que entra primero, el que tiene la voz cantante. Nosotros somos cinco y hablamos los cinco al mismo tiempo… Tenemos que adecuarnos a la modalidad protocolar China. Por eso ofrecemos este curso, que lo damos un gran especialista, el doctor Jorge Malena, profesor titular y director de la maestría en negocios con China en la UCA y yo, que tengo algunos años de trabajar en esto.
¿Cómo pueden inscribirse los interesados?
Pueden escribir a nuestra correo electrónico, info@consejoargentinochino.org. Nosotros les enviaremos todos los datos y los costos. También pueden comunicarse al 11-5253-8016. El curso se va a brindar el 6 de diciembre de 14 a 18:30. Es la segunda edición, porque ya hicimos otro bastante exitoso. Son cupos chicos, como máximo de 12 alumnos, porque hay una mayor interacción entre el profesor y los cursantes, con mucha interacción y nos está dando buenos resultados.
Hace pocos días estuvo en Zona Franca y TecPlata, junto a otros empresarios. ¿Qué impresión se llevaron?
Participamos de la Jornada del Hub Logístico, agradezco la invitación, fue muy bueno el nivel de los expositores, muy calificados. Fui acompañado de tres empresarios, uno de ellos chino, que importa productos de China y también está exportando. Quedamos todos asombrados porque TecPlata es la última tecnología en terminales de carga de contenedores, realmente están muy bien equipados. Hay muy buenas posibilidades. Incluso nos hablaron de un proyecto de profundizar el canal de acceso para que puedan ingresar barcos de mayor calado, aunque con lo que tienen pueden sacar perfectamente mercaderías. Creo que en Argentina estamos subutilizando al Puerto La Plata porque tiene adicionalmente el beneficio de la Zona Franca, con beneficios importantes tanto para el exportador como el importador. Quedamos encantados y es muy probable que en una próxima oportunidad volvamos para hablar sobre algo concreto.