En su doble condición de ministro de Economía y precandidato a presidente de la Nación por Unión por la Patria, Sergio Massa, anunció en la Rural de Palermo que desde el próximo 1 de septiembre ninguna economía regional pagará retenciones. Hasta el momento, seis economías regionales pagan este tributo: maní, vino, arroz, industria forestal, tabaco y cáscaras de cítricos. Además, defendió las últimas medidas, entre ellas el dólar agro que incorporó al maíz y el Impuesto PAÍS que encarecerá importaciones.
También consideró que es fundamental que el Congreso sancione la Ley de Agroindustria. “Entendemos que el mayor valor por valor agregado de nuestras exportaciones no solamente le va a dar competitividad al productor agropecuario, sino que además nos va a dar un primer sendero de reducción impositiva que va a permitir ir equilibrando y alivianando la carga”, dijo.
En otro orden sostuvo que “hay medidas transitorias que pueden ser más o menos agradables o más o menos cuestionables, pero que tienen que ver con la realidad del momento y no se las puede analizar sin tener en cuenta la coyuntura”.
Sequía
Por otra parte, Massa manifestó que “me parece central entender que cuando se habla o se analiza el contexto no tenemos que dejar fuera de la mesa que estamos frente a la peor sequía de los últimos 100 años”. Seguidamente indicó que “ninguno de ustedes puede desconocer el momento que el programa con el Fondo y la sequía le imponen a la economía argentina y que exige que el trabajo que venimos haciendo de medidas de contexto tengan que ver con cuidar la estabilidad macroeconómica argentina y cuidar al sector productivo, un sector productivo tan importante”.
En neto tono de campaña, afirmó que “creo en el campo argentino como uno de los motores del crecimiento económico de la Argentina. Voy a trabajar como presidente para que ocupemos cada vez más lugar en los mercados alimentarios del mundo, para que tengamos valor agregado en nuestro campo, para aumentar el nivel de inversión que hoy ya pusimos en marcha en materia de conectividad rural porque el campo necesita tecnología. Voy a trabajar para seguir aumentando las inversiones en materia de riego para que la próxima vez que nos toque enfrentar una sequía no estemos frente a la dificultad de que el clima nos pone una barrera definitiva”.
“El objetivo central es tratar de encontrar un mecanismo que le despeje el camino al productor para que no tenga límite de acceso a financiamiento, sin que termine siendo el beneficiario la cerealera o un acopiador. Creo que despejar la paja del trigo para que los beneficios lleguen a los productores es fundamental, porque si no lo que termina pasando es que con la consigna de defender al productor terminan ganando mucha plata las cerealeras”, indicó Massa.
Maizar
La inclusión del maíz en el dólar agro, un producto clave para la transformación en carnes y leche, despertó el malestar de la Asociación de Maíz y Sorgo Argentino (Maizar). Algunos cálculos indican que hay registradas para exportar 14,55 millones de toneladas de este cereal que ya pagaron sus retenciones. Quedarían sin registrar 5,45 millones de toneladas. En tanto, hay mercadería sin precio por 10,3 millones de toneladas que podrían ingresar en el programa para exportar.
“La resolución que establece un tipo de cambio de $340 genera enormes distorsiones en toda la cadena de valor. El gigantesco estado asistencialista genera desorden fiscal, endeudamiento público y emisión monetaria. Las víctimas de esto siempre han sido la inversión, el crecimiento y la generación de empleo. Es necesario el uso de instrumentos genuinos para enfrentar las distorsiones de las variables clave y a la vez dar previsibilidad y certidumbre”, expresó Maizar.
La entidad señaló además que “este tipo de medidas intempestivas frenan la innovación generando problemas para el abastecimiento normal y deformando el mercado de maíz para exportar y para industrializar a nivel local. Los mercados compradores internacionales toman nota de los cambios abruptos y constantes de la oferta argentina y castiga con mermas de precios y decisiones de buscar maíz en otros países competidores”.
“De nada sirve seguir con parches, lo que sirve es una política agroindustrial federal, la eliminación de los derechos de exportación y una unificación del tipo de cambio. El gran desafío está en recuperar la cultura del trabajo, rescatando la transparencia competitiva y evitando la miopía estratégica y la actitud oportunista. La agrobioindustria siempre ha mostrado su compromiso con el desarrollo de nuestro país”, concluyó Maizar.