Los datos se han convertido en el motor de la cuarta revolución industrial. La información es el insumo vital para todas las empresas que estén o quieran sumergirse en el mundo digital directa o indirectamente. Esto, a su vez, dejó al descubierto la importancia de proteger esos datos personales y en eso trabaja Rodrigo Irarrázaval, Ceo y fundador de illow.
Convertido en un especialista del tema, Irarrázaval habló en Ser Industria Radio sobre la posibilidad de que illow sea unicornio. Además, se refirió a los desafíos y los cambios que lo llevaron a lanzar esta startup que ya opera en México y Estados Unidos.
Qué pasa con los datos que le brindamos a una empresa cuando aceptamos sus cookies y cómo implementan las regulaciones en la materia los distintos países, sumado al papel de las Big Tech fueron algunos de los temas que trató el emprendedor argentino desde la ciudad de México.
Hace menos de un año estaban desembarcando en Brasil. ¿Cómo avanzaron desde entonces?
Se avanzó de manera increíble. Fuimos a Brasil porque habían lanzado su propia regulación LGPD (Lei Geral de Proteção de Dados) la cual era una copia de la europea GDPR (General Data Protection Regulation). Queríamos entender cómo un país latinoamericano se adaptaba a estas regulaciones, cómo avanzaba el mercado, cuáles eran los principales pain points y que herramientas le teníamos que brindar a las empresas. En todo este año en Brasil, descubrimos cuáles son los principales pain points, qué es lo que queremos aportar desde illow al cliente y logramos despegar. Actualmente estamos captando más de 150 clientes por mes.
¿Cómo fue el paso de Wibson a illow y qué es lo que se viene?
El paso principal es dejar de ser una plataforma de compliance para ser una que automatiza operaciones de privacidad.
¿Cuál sería la diferencia?
Más allá de que la privacidad es algo muy nuevo y pareciera que sea lo mismo, la diferencia es que el primero está enfocado mucho en darle una herramienta para los equipos de compliance y el segundo es darle herramientas a los equipos de tecnología para que implementen infraestructura de privacidad en la empresa. Hicimos ese cambio y a partir de eso decidimos hacer un rebranding de Wibson a illow. Este cambio permitió, por una parte, crecer de manera exponencial. Pasamos de cerrar un cliente cada dos o tres meses a crear una cuenta e integrar la solución en 3 minutos y 20 segundos.
¿Se abrió un mercado más grande?
Mucho más grande, mucho más escalable. Mi socio y yo somos ingenieros, tenemos asesores legales. Pero nos gusta desarrollar tecnología, darles herramientas a los desarrolladores, es lo que nos apasiona. Entonces decidimos hacer foco en dichas herramientas y todo lo otro dejarle, incluso, a empresas que están haciendo un gran trabajo.
¿Cuándo hablas de “todo lo otro” a que te referís?
Es generar una plataforma que permita implementar procesos para que los equipos legales puedan hacer que sus empresas sean compliance. Generar, por ejemplo, en el tecnicismo dentro de privacidad, un PIA (Privacy Impact Assessment). Es un mapeo de datos, poder implementar un programa de gobernanza de datos. Las empresas ya lo están haciendo muy bien. En nuestro caso queremos darles las herramientas que el equipo de desarrollo necesita.
¿Ves otros proyectos trabajando en ese sentido?
Obviamente hay otras compañías que nos motivan, nos parecen súper interesantes. Hemos visto empresas más que nada en Israel que tienen nuestra visión. Estamos viendo ciertos competidores también Alemania, pero en nuestro caso estamos enfocándonos principalmente en América, desde norte a sur, todo el continente.
¿Estados Unidos es un objetivo?
Ya tenemos clientes allá. Desde los comienzos siempre pensamos en hacer una solución que se adapte a distintas regulaciones, con lo cual no vemos por qué no entrar en el mercado americano.
¿Cómo se piensa una empresa no sólo para una cultura, un país, sino para todo un continente?
Es un tema. Cada país tiene su idiosincrasia. Cuando uno desarrolla una herramienta propiamente para el desarrollador, creo que se facilita bastante ese proceso, porque por lo general los desarrolladores, los equipos de tecnología, no tienen fronteras. El idioma global tecnológico es el inglés, con lo cual facilita mucho en ese sentido para crear una herramienta más global.
¿Cómo estás viendo el avance de las regulaciones de la protección de los datos personales?
Vemos que es un gran avance. Todo esto comenzó en Europa, se expandió a Estados Unidos, Brasil. Argentina, México, Perú y otros países, están avanzando en esta regulación. Sin embargo, más allá de que ese avance emociona, vemos que estas regulaciones comenzaron la era de privacidad, pero lo que va a empujar al siguiente paso no son las regulaciones, sino las Big Tech, las grandes empresas que marcan ciertos estándares a sus clientes para que trabajen con ellos. Actualmente, para lanzar una App en Apple App Store, uno tiene que cumplir ciertos estándares de privacidad. Eso es algo mucho más global, que genera un impacto enorme y al que todos se tienen que adaptar. Lo mismo está sucediendo con otras empresas. Tiendanube, en Brasil Nuvemshop… Si uno quiere tener su aplicación ahí, tiene que adaptarse a las regulaciones. Estamos viendo lo mismo con otras herramientas. Google en su Play Store también está implementando ciertos parámetros de privacidad.
¿Vamos a una regulación global?
Totalmente. Esto empuja una regulación global, más estandarizada, con puntos más claros. Eso nos motiva, porque cuando un desarrollador no puede lanzar su App en el store, porque no cumple con esas reglas, nosotros podemos ayudarlo, solucionarle el problema. Con esto estamos desbloqueando valor.
Los Estados también van a querer regular…
Obviamente se va a tener que cumplir con las regulaciones de los Estados. En nuestro caso estamos tratando de que cumplan con los estándares. Muchas veces convergen, otras no. Pero sí entendemos que cualquier empresa pequeña lo que primero que va a querer cumplir es lo que le desbloquee y de valor.
Cuándo una persona sube los datos a una página. ¿Qué pasa con esa información?
Cuando uno llena con sus datos un formulario en una plataforma, la información entra en una empresa, se multiplica por todas las áreas, marketing, ventas, customer access. Después cada área empieza a utilizar aplicación de terceros. Ese dato es compartido también con esos terceros. Se le dieron los datos a una empresa y terminó en 50 más. Ahí es donde nosotros estamos desarrollando esa estructura para que en el caso de que el usuario quiera, esa información sea borrada no solamente en una, sino también en las otras 50 empresas.
¿El usuario ignora dónde terminan los datos?
Uno no sabe. Incluso los equipos de tecnologías a veces tampoco saben. Porque en una empresa enorme entran los datos, van al área de marketing, de repente un nuevo pasante de marketing descubrió una herramienta para mandar mails, la empieza a implementar y es imposible que el CTO sepa que se utilizó una nueva aplicación o si sabe tenga control de eso. Desde nuestro lado estamos creando toda esa infraestructura para que cuando se vayan conectando esas aplicaciones de terceros, también reine la privacidad en ese ecosistema.
¿Podrá saberse dónde terminaron esos datos?
Eso por regulación ya es un derecho. Uno podría solicitar y que le den esa información. Gracias a todo el sistema de API que estamos creando, la empresa muy fácilmente le va a poder dar un reporte y decirle al usuario “estas empresas tienen tus datos” o borrar toda la información si el usuario decide no usar más esa aplicación.
¿Cómo ves el futuro de las tecnologías, sobre todo en la protección de datos?
Nosotros vemos que los datos van a seguir siendo el petróleo de la era digital, eso es innegable. Este nuevo petróleo se puede transformar en un ácido, si no se maneja de manera correcta. Si una empresa le pide al usuario su consentimiento para utilizar su información, ese dato consentido se transforma en una especie de energía renovable. Nuestra visión no es que no existan más datos, datos van a haber y cada vez más. Ahora es muy importante cómo se recopilan esos datos, que tiene que ser con el consentimiento del usuario y que el usuario siempre tenga el control sobre esa información. Para nosotros privacidad significa transparencia y control.
¿Las PyMEs empiezan a tener interés en el cuidado de los datos de los usuarios?
Se puede implementar privacidad en cualquier tipo de empresa, más grandes, más chicas. Por eso queremos desarrollar sistemas que se pueden implementar y enchufar a cualquier empresa por más pequeña que sea, incluso de forma gratuita. ¿Cuál es el interés de una pequeña empresa para hacerlo? Nosotros vemos dos. Uno es que, de a poquito, la privacidad se transformó en un diferencial. Apple no vende su iPhone diciendo que tiene la mejor cámara o la mejor pantalla. Lo vende diciendo que “iPhone is privacy”, así reza en los carteles de publicidad acá en México y en Estados Unidos. Por otra parte, a las pequeñas y medianas empresas les va a interesar todo esto siempre y cuando, en el corto plazo, incumplir con estos temas de privacidad les bloquee valor. Lo que vimos en Brasil es que algunos se asustaron y empezaron a cumplir con las normas, pero también nos ha pasado que una PyME, que pueden ser dos desarrolladores que tienen una App, no pudieron subirla al Store porque no tienen una política de privacidad, no están manejando bien los datos de las personas. Eso se ha convertido en un incentivo muy grande para cumplir con las regulaciones.
Una empresa que fabrica un producto industrial y tiene una página web. ¿Va a necesitar cuidar los datos?
Va a necesitarlo. El 95% de los sitios tiene sistema de tracking llamados cookies. Todos dicen y tratan de describir la cookie con definiciones técnicas, pero simplemente es un sistema de tracking, es tan simple como eso, ya sea Google Analytics, Píxel de Facebook, así que van a necesitar.
¿A qué apuntan en illow?
Apostamos a ser cada vez más agresivos en el sentido de que ya tenemos 150 clientes por mes. El siguiente paso no es 200, sino 500, 1500, apuntar a esa escalabilidad. Por otra parte, a desarrollar estas nuevas tecnologías, la biblioteca más grande de APIs para el automatizado y borrado de datos, esa es nuestra visión.
¿Cómo ves el ecosistema emprendedor en la región?
Lo veo increíble, el emprendedor argentino es de primera calidad. Estamos viendo que buscan nuevos mercados. Los principales son México, Brasil, Estados Unidos, Europa. Veo mucha gente comenzando a desarrollar en Argentina, haciendo un poco de pruebas, pero apenas pueden especialmente a nivel tecnología, van hacia afuera, donde hay reglas un poco más claras y pueden tener una mayor previsibilidad de cómo crecer.
¿Convertirse en unicornio es un objetivo para illow?
Claro. Queremos ser, como decimos, el primer unicornio de privacidad de la región. Pero nuestro próximo objetivo es desarrollar algo por lo cual la gente nos ame. Ya estamos desbloqueando valor para las empresas. El siguiente paso es apuntar a ser el primer unicornio, pero lo que más nos motiva es tener miles y miles de empresas, desarrolladores, utilizándonos y que nos digan gracias, no sabía qué hacer sin ustedes. Eso es lo que nos motiva, que, si en un futuro no está illow, la gente diga ¿ahora qué hago?