La conmemoración del Día Internacional de la Mujer suele servir como disparador para poner en agenda distintos temas que atañen específicamente al género. Uno de los más recurrentes se vincula a las posibilidades y desafíos de inserción que sufren en el mercado laboral.
Cuando se trata de las empresas tecnológicas, la búsqueda de una mayor inclusión se acentúa. El mundo tech es considerado como un sector disruptivo y democratizador por naturaleza. Por lo tanto, se le pide que también sea innovador en este plano, incluso más que otros campos del mundo del trabajo.
Los datos que maneja el mercado retratan un cuadro de avances significativos, pero no en línea recta.
Por ejemplo, la última encuesta de Harvey Nash/KPMG revela que solo el 11% de los líderes en tecnología son mujeres. Por otra parte, el 74% de las argentinas que participó del último sondeo de Kaspersky aseguró que sus habilidades y experiencias fueron consideradas por encima de su género para ser contratadas, remuneradas y valoradas dentro de la industria IT.
Streambe
Streambe, es una compañía argentina que brinda soluciones de tecnología para la mejora de procesos y la transformación digital de las empresas. En ella consideran que la responsabilidad de las compañías es fundamental.
De esta manera, parten del principio de “cuánto se benefician las empresas, en productividad y buen clima laboral, cuando se desecha cualquier tipo discriminación en la gestión del talento”, advierte Florencia Palavecino, Recruiter IT de la compañía.
“En materia de género nos movemos con el mismo criterio de igualdad, inclusivo y flexible que usamos para la nacionalidad o lugar de lugar de residencia del colaborador. Edad, identidad o universidad de procedencia; incluso si tiene o no tiene título. Mientras tenga las skills técnicas y blandas que aplican para el puesto, no nos fijamos tampoco si es hombre o mujer”, agrega.
Con oficinas en Estados Unidos, España, Uruguay y Paraguay, Streambe tiene la mitad de sus colaboradores fuera del país y el 80% trabajando de forma remota.
“Nosotros nunca usamos como filtro o indagamos siquiera, sobre si están casadas, tienen hijos o desean tenerlos; sin embargo, la mayoría de las veces son las propias mujeres las que preguntan sobre ese tipo de cuestiones -no así en general los hombres-. Las mujeres muestran más interés por conocer cómo nos manejamos en estos temas; en este sentido el trabajo remoto colabora para facilitar las tareas a mujeres que son madres, por ejemplo”, suma Palavecino.
La conquista de espacios laborales
Observa que el mercado está sumando crecientemente mujeres, que conquistan espacios de a poco y en varios perfiles. “Aunque predominan las incorporaciones en las áreas de gestión IT, también hay muchas chicas desarrollando código. Nosotros buscamos talento, no vemos si es hombre o mujer, si es joven o más grande, lo mismo para el rango salarial. Es decir, ganarán lo mismo para el puesto no importa su género o edad mientras cumplan las condiciones para esa tarea. Y luego crecerá en su carrera en base a su performance y logros. Es común a todo el que reúna las condiciones necesarias para la posición y luego crecerá en base a su performance”, subraya.
Eugenia Rodríguez, ingeniera de software de Streambe, da fe sobre los cambios que hoy se viven, en comparación a cuando ella hizo sus primeras armas académicas, hacia el 2005. “Hasta tercer año de la facultad no tuve compañeras mujeres como tampoco profesoras”, recuerda.
Hoy, casi la mitad de las búsquedas que recibe Streambe son mujeres, algunas de las cuales provienen de estudiantes de los primeros años de carrera. “De cada diez, unas cuatro o cinco son mujeres”, especifican. Las edades promedio, entre los postulantes, están en entre los 23 y los 25 y hasta los 32 y 33 años.
“También muchas mujeres vienen de otros rubros y que quieren insertarse en el sector IT. Veo cada vez más colegas en el área de ciencias económicas que se animan a ocupar roles tales como analistas funcionales, analistas de bases de datos, project manager, entre otros.”, explica Sabrina Melnik, gerente de Finanzas.
Streambe paga sueldos en dólares, aunque también maneja esquemas híbridos. Para un puesto senior, la compañía abona en promedio entre US$ 2500 y 3000 mensuales aproximadamente. “La escala naturalmente luego disminuye según la experiencia. Quizás un junior esté en u$s 800. Sin embargo, los sueldos se determinan en función al puesto y al seniority. El género es una distinción que no cabe en nuestra cultura”, detalla.
Palavecino señala que el aporte de las propias compañías de tecnología, con sus prácticas, hacia un reclutamiento de talento basado exclusivamente en las competencias, duras y blandas, es indelegable. Sin embargo, también consideran que el ecosistema en su conjunto también debe abordar ciertos temas para una agenda de inclusión que trascienda a las empresas.
Por otra parte, incorpora la idea que, al accionar de cada empresa, las normas pueden acompañar. Un ejemplo, son los beneficios que compartan con los hombres, como las licencias por paternidad más equitativas. Así la demanda de particularidades en la contratación será también más compartida entre ambos.
“En Streambe la flexibilidad se da en los hechos, porque partimos del principio de igualdad y no discriminación. Eso no quita que haya cambios más generales que colaboren en ir desterrando prácticas de profunda inserción cultural como la típica pregunta, exclusivamente dirigida a la mujer, sobre si aspira en el futuro a ser mamá, mientras que es raro que a un hombre le pregunten si quiere ser papá”, explica.
La ONU y el mundo tecnológico
La necesidad que la agenda de género en las empresas de tecnología se apoye en las empresas, pero involucre al sistema en su conjunto, ha sido recogida con particular fuerza este año por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Precisamente, de cara a este 8M, Naciones Unidas invitó a reflexionar sobre la brecha de género en el mundo tecnológico. Se propone que el tema sea: “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”.
“El Día Internacional de la Mujer de 2023 explorará los efectos de la brecha digital de género en el crecimiento de las desigualdades sociales y económicas. También pondrá de relieve la importancia de proteger los derechos de las mujeres y las niñas en los espacios digitales. Además abordar la violencia de género en línea y la facilitada por las nuevas tecnologías de la comunicación”, detallaron desde la ONU.
En Streambe son optimistas, “Hoy a las chicas se les van abriendo más posibilidades. Cada vez se capacitan más y aparecen más en este rubro. Es cuestión de que pasen los años y vamos a estar igual que en cualquier campo profesional“, concluye Palavecino.