Esto se debe a que el precio de los terrenos se mantiene estable y el costo de la construcción en dólares bajó, coincidieron distintas fuentes del mercado inmobiliario.
Lucas Zalcwas, director de P&S Constructora, indicó que “el mercado de la tierra se está empezando a mover. Los grandes jugadores se están posicionando ya que se augura para el 2016 un futuro promisorio”.
“A pesar de que el 2015 será un año electoral, si el dólar marginal mantiene su valor y no extiende su brecha con el oficial, es probable que se adelante ese escenario y muchos emprendimientos de gran volumen que ahora están frenados, salgan a ofertarse”, consideró.
Al igual que Zalcwas, Héctor D´Odorico, presidente del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la ciudad de Buenos Aires (Cucicba), reafirmó el concepto de la capitalización de los terrenos: “en lo que respecta al futuro inmediato, desde las comercializadoras notamos que hay desarrolladoras en búsqueda de tierra para lanzar nuevos proyectos en Capital Federal de cara al 2015”.
“Hoy hay muy buenas oportunidades en la adquisición de tierra y a su vez el costo de la construcción en dólares está bajo, por lo que esta situación comienza a verse en las estadísticas de permisos que otorga el gobierno de la ciudad”, dijo D’Odorico.
Es así como la capitalización en compra de tierras -land banking- se transformó en una de las vedettes del mercado. Por un lado, los desarrolladores salieron a adquirir suelo para futuros desarrollos; y por otro, inversores y consumidores compraron terrenos para construir casas en barrios cerrados que se abrieron al financiamiento.
Para Rodrigo Fernández Prieto, director de la desarrolladora que lleva su apellido, “el mercado está contenido, los inversores están atentos a las oportunidades que surgen y los desarrolladores están siguiendo el minuto a minuto para encontrar el momento indicado para lanzar los proyectos”.
“En el corto plazo comenzarán a ingresar divisas del exterior para financiar proyectos relacionados con la energía y la agroindustria. Si a esto le sumamos que se sigue trabajando para acortar la brecha entre el dólar oficial y el marginal, y que paulatinamente se vaya generando un clima de previsibilidad en el manejo de los costos en el sector de la construcción, la demanda contenida a lo largo de estos tres años comenzará a expresarse y volverá a invertir en activos reales provocando un incremento en el valor de propiedades de entre 500 y 1.000 dólares el metro cuadrado”, opinó.
“Es por ello que consideramos que los que apuestan hoy a construir e invertir serán los ganadores en el mediano plazo, algo similar a lo que ocurrió en el 2001 cuando compraron en Puerto Madero a U$S 1.000 el m2 y en el 2005 triplicaron su capital”, sintetizó Fernández Prieto.
Por su parte, Marcelo Buyo, gerente general del Grupo Portland, manifestó: “estamos en un escenario con una gran cantidad de oportunidades para inversión ya sea minorista como mayorista en el caso de empresas y fondos. El inversor está inquieto y en la búsqueda de alternativas bien ubicadas y con alta perspectiva de revalorización. Esta situación está dada porque hoy se accede a unidades Premium con valores muy competitivos y en pesos”.
“Más allá de las contingencias atravesadas por el país, el escenario permitió lanzar productos orientados a segmentos específicos que se adecuen al contexto y al cliente actual que tiene liquidez de pesos y necesita volcarlo a un instrumento que permita preservar su valor en el tiempo. Nuestra visión como compañía es que la mejor manera de escaparle a la inflación es posicionarse en activos reales como los bienes inmuebles, asumiendo compromisos en pesos a lo largo del tiempo”, analizó Guido Wainstein, director de Qualis Development.