La Unión Europea (UE) aprobó una resolución que prohibirá la comercialización de carne bovina, soja, cacao, madera, café y palma aceitera y productos derivados, que estén asociados a la deforestación y la degradación forestal.
La normativa establece que, a partir del 1 de enero de 2025, los importadores sólo comprarán materias primas y productos libres de deforestación, producidos en conformidad con la legislación conforme del país de producción, amparados por una declaración de diligencia debida.
El tema es de suma importancia, dado que ese destino representa entre el 20 y el 22% del comercio anual de soja y entre 6 y 10% de la carne vacuna de Argentina. También incluye cueros, menudencias, alimentos para mascotas que contienen harina de hueso y de carne, entre otros.
Al regir esta norma, los gobiernos europeos exigirán y requerirán a los importadores que certifiquen y den garantías de trazabilidad e información del producto comprado. Cada uno de ellos deberá contar con su descripción, cantidad, identificación del país de producción, coordenadas de geolocalización del establecimiento de producción, datos de las empresas, proveedores y clientes relevantes.
Sanciones
En caso de incumplirse con la documentación requerida, se aplicará una multa del 4% de la facturación anual del importador. Esta información se guardará por cinco años y podrá revisarse en ese lapso las veces que se crea conveniente.
De este modo, queda claramente establecido que los compradores serán quienes deban estar cubiertos de responder a las exigencias. Sobre ellos caerán las sanciones si se registran incumplimientos. La reglamentación les asigna la responsabilidad de comprar productos no afectados por zonas deforestadas.
Según la resolución, las tres categorías existentes tendrán diferente control en los embarques. Si el país es de bajo riesgo revisarán al azar el 1% de los embarques; si es estándar, el 3% y de estar catalogado como de alto riesgo de deforestación, un 9%.
Argentina, hasta el 31 de diciembre de 2024 deberá presentarse como un país de bajo riesgo de deforestación agregada, ya que en la actualidad tiene el status de estándar. Uruguay, Estados Unidos y Canadá ya tomaron la delantera y hace más de un año vienen reportando y negociando con la UE para que se los declare países libres de deforestación.
Brasil, hace más de un mes hizo un relevamiento de capacidades, con la información necesaria que deje tranquilo al importador. Se trata de una carrera en la que, quién llegue a tener todos los requerimientos primero, podrá quedarse con el mercado.
Los diferentes eslabones de la cadena de cada producto afectado, deberán reunir la documentación adicional para cada embarque que salga a Europa. En esa etapa deberán desarrollar una gran tarea las asociaciones y cámaras que nuclean a los productores.
Argentina
Desde las entidades del agro nacional, informaron que se ofrecieron certificadoras internacionales para hacer este trabajo. Consideran que pueden alcanzar el objetivo con el acompañamiento del Senasa y del Estado. Advirtieron que significa más seguros de caución y un costo más elevado para producir, pero que, si no se hace, se pierde competitividad ante otros países.
En este sentido, el trabajo que lleva adelante la cadena de la soja está avanzada y ya tiene como dar respuesta. Desde hace tres años vienen trabajando en una plataforma nacional promovida por Ciara-CEC, The Nature Conservancy, (TNC), Peterson Consultancy y Tropical, Forest Alliance (TFA) para avanzar en los requerimientos europeos. Tienen un protocolo de trazabilidad muy avanzado y un software de cadena de custodia documental que lo está administrando la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Por el lado de la ganadería, integrantes del sector, mantuvieron un encuentro en la Sociedad Rural y continuarán las conversaciones el 2 de agosto. Esta producción es mucho más compleja, ya que contempla el nacimiento del ternero, la recría, el engorde, las ferias y mercados y finalmente la planta frigorífica.