Bajo la aplicación de estrictos protocolos sanitarios preventivos, los principales puertos argentinos mantuvieron su operatividad desde la irrupción del Coronavirus, sin que se hallan registrado casos positivos en sus trabajadores.
Lógicamente, en la mayoría de ellos cayó el nivel actividad por el impacto de las medidas implementadas para evitar el avance de la pandemia, algo que se registra en las demás terminales portuarias del mundo.
El Puerto Buenos Aires funciona “con un nivel similar a antes de que se iniciara el aislamiento y cumpliendo todos los protocolos nacionales de seguridad e higiene”, dijeron a Télam fuentes de la autoridad portuaria.
En el marco del vencimiento de las concesiones de los contratos de las empresas que son operadores portuarios, lo que es parte de un proceso licitatorio histórico iniciado con una mirada federal, desde el puerto porteño, que depende del gobierno nacional, afirman que “la prioridad es garantizar los puestos de trabajo, junto con la continuidad de las operaciones, vitales para el aparato producto de nuestro país”.
Desde la bonaerense terminal de Dock Sud, su flamante titular Carla Monrabal aseguró recién ahora se está experimentando el primer impacto de la pandemia. “Este es un puerto con perfil productivo muy vinculado al sector de inflamables, que ante la baja del consumo y transporte a nivel global se ve perjudicado, pero estamos trabando con toda la comunidad portuaria, y con la subsecretaría de asuntos portuarios para que implementar políticas productivas que permitan fortalecer las cadenas de valor, y apalancar a PyMes y productores en este contexto”, afirmó Monrabal.
Mar del Plata, que había evidenciado conflictos gremiales al inicio del aislamiento obligatorio, hoy registra un movimiento de cerca de 3.000 personas por día. El presidente del Consorcio, Gabriel Felizia, informó que se encuentra trabajando al 100% de su capacidad, y con nuevos convenios de pesca firmados entre las Cámaras y los sindicatos. Al puertoingresaron en abril 194 buques pesqueros y un porta contenedores, menos de la mitad que en el mismo mes de 2019. En base a los registros existentes, el nivel de pesca registrado por esas embarcaciones marcó un incremento de 20% interanual, al sumar 39.525 toneladas.
En cuanto al puerto de Quequén, abril cerró con una carga de 609.042 toneladas de granos con 26 buques, lo que completó un cuatrimestre con la operatoria de más de 2,5 millones de toneladas con 88 embarcaciones, el mejor registro histórico de la terminal en términos de exportación, indicó el gerente General del Consorcio, Oscar Morán.
Hacia el sur bonaerense, el puerto de Bahía Blanca creció 5% en el movimiento de toneladas durante el primer trimestre de este año en relación al mismo período del año 2019, según el informe en el cual se indicó que “un total de 5.969.566 toneladas fueron movilizadas a comparación de las 5.709.438 del mismo período del año pasado.”
Puerto La Plata, funciona y realiza operativos de rutina ante el arribo de cada buque que proviene del exterior y Rosario, enfrenta los efectos de la pandemia y el impacto de la bajante más importante del río Paraná en los últimos 50 años: dos situaciones que afectaron gravemente las exportaciones de granos y subproductos, según fuentes de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Por su parte el presidente del Ente Autárquico Puerto Concepción del Uruguay (Eapcu), Marcelo Gay Balmáz, dijo que Entre Ríos “es la única provincia con todos sus puertos trabajando”, terminales que operan principalmente con cargas de soja y maíz.
Finalmente, los puertos patagónicos registran un nivel de operación con una baja del orden del 50% interanual, en el marco de las restricciones dispuestas para morigerar la pandemia de coronavirus y las problemas que existen a nivel internacional con el precio del petróleo.