La asamblea de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN). eligió por unanimidad a Marcelo Domínguez como nuevo presidente de la entidad. La reunión se celebró ayer y el proceso de renovación de autoridades fue una nueva manifestación en la trayectoria de más de 20 años de ABIN, siempre respetando los procedimientos formales y la normativa vigente.
Acompañarán a Domínguez en la Comisión Directiva, Rafael Guiñazú como vicepresidente; Sandra Cipolla como secretaria; Hugo Olmos como vicepresidente 2; Mario Bernachi como prosecretario, Eugenia Zanotta como tesorera; Laura Maroni como protesorera, Mariano Villarino, Oscar Arce, Sebastian Giorgio, Jesús Rodriguez y Jorge Pereda como vocales titulares; Nicolás Garcia y Hugo Obregoso como vocales suplentes, Patricio Barros como revisor de cuentas titular y Alejandro Vaccari como revisor de cuentas suplente.
Tras la reunión, Domínguez, propietario de la firma Punto Técnico, de larga trayectoria y amplio prestigio dedicada a la ingeniería y desarrollo eléctrico y electromecánico, en el ámbito naval y portuario, brindó sus primeras palabras al frente de la institución
Expresó que “hoy compartimos una jornada muy importante, la Asamblea de renovación de autoridades con un marco de asociados que dieron quórum para nuestra renovación de comisión directiva, donde agradezco la oportunidad y el apoyo para dirigir ABIN”, expresó.
“En este contexto emotivo fue imposible no repasar los inicios fundacionales de hace más de 22 años. Cuando se conforma nuestro estatuto vigente que claramente expresa los ejes centrales, objetivos que marcan nuestro rumbo. Promover, estimular y desarrollar la industria naval. Representar a sus asociados con el objetivo de fortalecer las actividades productivas. Hacer comprender, difundir y promover la importancia de reconocer e incluir a la Industria Naval como uno de los sectores estratégicos productivos para el crecimiento y desarrollo industrial Argentino. Y claramente venimos sosteniendo y enriqueciendo estos ejes a través de los años”, agregó.
Por su parte, Cipolla, quien deja su cargo después de cuatro años al frente de la ABIN, señaló que “a lo largo de este período de gestión 2021-2025, ABIN ha fortalecido su presencia institucional, promovido una agenda estratégica para la industria naval y consolidado su rol como referente del sector, defendiendo los intereses de las pequeñas y medianas empresas que conforman nuestra cadena de valor”.

“Quiero expresar mi profundo agradecimiento a todas las empresas asociadas por el acompañamiento permanente, por su participación activa y por confiar en este camino colectivo. Ha sido un honor presidir esta Cámara, representando a un sector que, a pesar de los desafíos, continúa apostando al trabajo, al desarrollo productivo y al crecimiento del país”.
Importación de Buques Usados
Al concluir la votación, la asamblea ratificó por unanimidad un documento que refuerza la postura histórica de ABIN respecto a la importación de buques usados. En dicho documento se subraya que esta práctica es una anomalía para cualquier país con capacidad de producción local de estos bienes de capital. Esto se vuelve aún más relevante cuando el objetivo es propender a un desarrollo económico sostenible”, finalizó.
El documento aborda cómo, a lo largo de los años, la normativa vigente (Resolución 909/94 #MEOySP y sus modificaciones) ha tenido efectos adversos sobre la flota de bandera nacional, causando su constante envejecimiento y afectando negativamente a la industria naval argentina en su conjunto.
Los puntos clave del posicionamiento de ABIN son los siguientes:
* La importación de buques usados debe ser considerada una excepcionalidad, dentro de un marco de políticas globales orientadas a la reconstrucción de la marina mercante de bandera nacional. En este sentido, ABIN propone que se establezca un plazo temporal para esta norma que habilite la importación de estos bienes, en el marco del Capítulo 89 de la Nomenclatura Común del Mercosur. Dicho plazo no debería superar los 5 años.
* Compromisos de construcción nacional: la importación de buques usados debe estar vinculada a compromisos claros de construcción local. ABIN subraya que no se deben bloquear los proyectos de armadores que deseen contribuir al fortalecimiento de la marina mercante nacional, sino más bien fomentar un marco normativo equilibrado que favorezca la reconstrucción de la flota de bandera y la recuperación de los mercados de fletes, sin descuidar la capacidad industrial nacional. Se propone que por cada buque usado importado se construya uno en el país.
* Unidad de medida: Tonelada de Registro Bruto (TRB): ABIN considera que la TRB debería ser la unidad de medida para definir los compromisos de construcción nacional. Esta medida es clave para la regulación de tarifas portuarias, derechos de paso, y otros tributos asociados.
Preocupación por la eliminación del CIBU
ABIN también ha expresado su preocupación por los decretos 70/2023 y 273/2025 del Poder Ejecutivo Nacional. Ambos documentos contribuyen a la desregulación de la importación de buques usados, especialmente con la eliminación del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU).
Ante esta situación, ABIN considera urgente una nueva audiencia con las autoridades nacionales pertinentes para plantear una propuesta que contemple compromisos claros de construcción nacional, algo que permitirá desarrollar la industria local y generar mayores perspectivas de crecimiento para astilleros, talleres navales, estudios de ingeniería y toda la cadena de valor del sector.
ABIN, en su postura institucional proactiva, ya había presentado esta propuesta de consenso acompañada por el Consejo Económico y Social de la Industria Naval ante autoridades nacionales anteriores, y sigue trabajando por soluciones que equilibren el desarrollo de la marina mercante nacional con los intereses de la industria naval.