Miguel Galuccio expuso durante el 20° Council of the Americas, organizado por Americas Society y Council of the Americas en colaboración con la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC). El CEO de Vista Oil & Gas, compartió sus perspectivas sobre la evolución de la industria energética argentina en la última década y el papel crucial de Vaca Muerta en esta transformación.
Teniendo en cuenta que se transita un año de elecciones presidenciales, el empresario señaló que “quien gane las elecciones va a tener el gran desafío de llevar nuestro país a un lugar mejor. Vaca muerta, en el corto plazo, es parte de la solución. Nos va a dar la capacidad de generar un impacto macroeconómico de corto plazo que nos permita ayudar a la macroeconomía a salir”.
Asimismo, afirmó que “si pensamos a largo plazo, el próximo gobierno va a tener la oportunidad de poner a la Argentina como una potencia energética mundial que puede proveer energía al mundo sustentable”.
Miguel Galuccio y la evolución que lleva 10 años
En 2013, Argentina se encontraba en una posición preocupante al importar LNG y petróleo por un total de US$ 12 mil millones. Según Galuccio, esta situación se logró revertitr a través del conocimiento, la tecnología y la eficiencia. Una parte fundamental de este proceso fue la repatriación de expertos argentinos para abordar los desafíos energéticos. La tecnología también tuvo un rol crucial al introducir equipamiento necesario para desarrollar la industria de manera más compleja y eficiente.
La consolidación de Vaca Muerta como recurso clave para la producción energética en Argentina fue producto de una serie de acuerdos. Se estableció un consenso social en torno a la importancia del desarrollo de Vaca Muerta para el país. Luego, se logró un respaldo legal a través de la implementación de una ley que proporcionara un marco atractivo para las inversiones. Esto condujo a la llegada de inversionistas internacionales, como Chevron, Petronas y Dow Chemical.
Durante la última década, se invirtieron US$ 25 mil millones en Vaca Muerta y se han perforado más de 2 mil pozos. Actualmente, esta formación representa el 50% de la producción energética nacional y Argentina exporta 160.000 barriles de petróleo diarios.
Galuccio destacó que un pozo en Vaca Muerta produce un 25% más que un pozo en Permian, la prominente cuenca de desarrollo no convencional en Estados Unidos. Sin embargo, en la economicidad, la estructura de costos, la carga fiscal y de escala argentina han dificultado la competitividad.
“Cuando miramos en retrospectiva, creo que perdimos oportunidades en estos 10 años. Perdimos fundamentalmente la posibilidad de tener una plataforma exportadora de mucho mayor escala cuando el mundo más la necesitaba, que fue durante el comienzo de la guerra de Rusia con Ucrania”, afirmó el ex presidente de YPF.
600 mil barriles
El camino hacia el futuro implica llevar la plataforma exportadora actual a un nivel superior. Galuccio destacó que Argentina podría aumentar sus exportaciones de petróleo a 600.000 barriles diarios para 2030, número ampliamente superior a la cantidad actual de 130.000. Esto podría generar un impacto de US$ 20 mil millones en divisas. Para lograrlo, se requieren políticas sólidas que fomenten la inversión y la eficiencia, así como el acceso a divisas y reglas de precios claras.
“Esto no es una fantasía. Solamente triplicando la cantidad de equipos de perforación que tenemos en el país, podemos hacer 600.000 barriles”, indicó. Agregó que “no estamos hablando de un futuro lejano, estamos hablando de los próximos cinco años”.
Para lograrlo, afirmó que se necesita que “Vaca Muerta sea política de Estado”. Además, explicó que se requieren más consensos y libre acceso a divisas. “Necesitamos que quien invierte en este negocio, que requiere mucho capital y es de largo plazo, pueda traer su dinero y cuando ese dinero genera ganancias, lo pueda repatriar como dividendos y también tener servicio de deuda”.
Asimismo, consideró que hace falta “un mercado interno al que tenemos que abastecer, pero donde haya reglas claras de precios”. A su vez, aseguró que van a generar trabajo, pero se tiene que premiar la eficiencia y la tecnificación.
También pidió por una política de exportación a mediano y largo plazo que “ayude a tomar mercado internacional y que nuestro crudo sea bien vendido afuera. Debemos hacer lo mismo que hicimos con el petróleo y el gas. Tenemos la oportunidad de generar una plataforma de exportación de gas a países vecinos y también al mundo a través de una planta de LNG que requiere muchísima inversión”.
Una industria sustentable
En medio de los desafíos apremiantes que plantea el cambio climático, el CEO de Vista, habló sobre la posibilidad de que Argentina proporcione energía carbono-neutral al mundo. En su intervención, dijo que 800 millones de personas en todo el planeta que carecen de acceso a la electricidad y que la demanda global de energía sigue en aumento. Resaltó que gran parte de esta demanda proviene de economías emergentes donde millones buscan opciones energéticas accesibles y baratas para alimentar sus vidas, hogares y lugares de trabajo.
“El crecimiento energético mundial está dado por 7 millones de personas que no viven en el primer mundo. No podemos pensar en el cambio climático desde el occidente, porque quienes compraran esa energía son países emergentes y no solamente van a necesitar energía, sino van a necesitar energía que puedan comprar, que puedan pagar. Ahí Argentina nuevamente tiene un importante rol que jugar”, declaró .
Durante su presentación, recordó que la población mundial es de 8 billones, con un consumo de energía de alrededor de 75.000 kilowatt hora por año y tenemos una emisión de carbono por toda esa energía que consumimos de 50 gigawatt al año. “Si miramos el 2050, sabemos que la economía global se va a duplicar. Vamos a tener 1.5 billones más de personas. Se va a consumir el 60% más de energía”.
Por lo tanto, afirmó que “si queremos enfriar el planeta en 1.5 centígrados, tenemos que hacerlo con emisión cero. Cuando uno mira los posibles hojas de ruta, es increíble ver que tenemos una hoja de ruta pragmática, que nos permite con el 80% de las cosas que hacemos, conocemos y la tecnología que tenemos, descarbonizar el mundo de acá al 2050 y tener toda la energía que necesitamos”.