Mirando hacia adelante con (cierto) optimismo

El futuro se presenta con grandes oportunidades, aunque no está exento de desafíos.| Por Martín Litwak.

26 diciembre, 2024

Cuando llegan estas fechas, siempre estamos tentados a hacer balances. Casi que nos sentimos obligados. No me van a decir que no están recibiendo varios emails por día de empresas y personas haciendo un balance que nadie les pidió y deseándoles felices fiestas.

Yo mismo los he hecho muchas veces: si el año fue bueno, si quedaron cosas por hacer, si el saldo fue positivo o negativo.

Sin embargo, este año quiero enfocarme en lo que viene, porque el futuro se presenta con grandes oportunidades, aunque no está exento de desafíos. En otras palabras, 2024 ya casi fue, con sus cosas buenas y malas; concentrémonos entonces en 2025.

El regreso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos es uno de los cambios más importantes que anticipamos para el próximo año. Está previsto que jure el 20 de enero, y desde ese momento en adelante podemos esperar decisiones que mejoren la situación fiscal del país, con un claro foco en recortar impuestos y, en lo que sería un gran cambio respecto de su gestión anterior, gastos. A diferencia de su primer gobierno, ahora contará con mayoría en ambas cámaras y con un Partido Republicano más alineado con su visión, con lo cual no habrá excusas ni distracciones. Lo que podemos anticipar, entonces, es más trumpismo. No tengo del todo claro qué significa “más trumpismo”, y desde ya que hay cosas de Donald que no me gustan y no apruebo, pero lo que sea que signifique va a ser infinitamente superior al mejor gobierno que nos podrían haber dado Biden o Harris.

 ¿Qué es lo que más me interesa a mí? Lo siguiente: el rol de Elon Musk en esta nueva etapa, el vínculo de Estados Unidos con la OCDE, qué hará Trump con FATCA y el intercambio de información, qué sucederá finalmente con el fallo que suspendió la obligatoriedad de comunicar beneficiarios finales de sociedades a FinCEN, si habrá algún cambio respecto de la tributación global basada en la nacionalidad y, por supuesto, la situación en medio oriente. Si bien no podemos anticipar cambios drásticos en todas estas áreas, “estaremos atentos a los acontecimientos”, como diría un famoso tuitero argentino.

En nuestra región, en 2025 esperamos elecciones presidenciales en Ecuador, Bolivia y Chile, y esto no es un dato menor: de los resultados de estos comicios dependerá en gran medida el grado de seguridad jurídica que ofrecerán estos países y el esfuerzo fiscal al que serán sometidos sus pagadores de impuestos.

En Chile, el fin del mandato de Gabriel Boric ya constituye de por si una buena noticia. Sin embargo, la candidata favorita, Evelyn Matthei, parece enfocada en aumentar impuestos en lugar de explorar alternativas innovadoras. ¡Un buen momento para presentar nuestras ideas desde The 1841 Foundation!

Ecuador tendrá elecciones en febrero. Según los últimos sondeos, la definición será entre el actual presidente, Daniel Noboa y la correísta Luisa González. Sin intención de ser dramático, es una elección entre el hambre y las ganas de comer. Entre quien ya subió o creó impuestos y quien seguramente lo haga en nombre de la siempre falsa “redistribución de la riqueza” o “justicia social”. Sin importar el resultado, mis amigos ecuatorianos ya saben lo que recomiendo: planificar siempre con visión a largo plazo. Es la única manera de dormir tranquilos. Teniendo en cuenta el contexto, no sorprende el considerable aumento en el número de trusts irrevocables y PPLIs que se andan armando por allí en estos días.

Me niego a creer que mi querida Bolivia sea un caso perdido, más allá de que la conflictividad en ese país está latente, y de que no pareciera que vaya a cambiar antes de las elecciones. Aunque las dos figuras centrales de la política boliviana (Arce y Evo) son de las peores que existen a nivel mundial, han aparecido algunas pequeñas señales alentadoras de unidad en la oposición de cara a las elecciones de agosto. Veremos qué trae el próximo año para este país. Ocho meses es largo plazo en América Latina. Aferrémonos a eso.

En Argentina, las elecciones legislativas serán cruciales para que el presidente Javier Milei pueda avanzar con su agenda de reformas, incluyendo la tan esperada (y anunciada) rebaja y simplificación de impuestos. Aunque el camino no será fácil, hay espacio para la esperanza y las oportunidades de cambio. Espero que el presidente encuentre el apoyo necesario para tomar las decisiones correctas, que esté bien asesorado y que tenga el tiempo que rara vez se concede en Argentina. Por el momento, todo parece indicar que lo tendrá. La verdad es que nunca vi a los argentinos ser tan pacientes con un Presidente. ¿Será cansancio, una señal de madurez, o habrán (habremos) finalmente entendido que no van a haber muchas más oportunidades de enderezar el barco? En cualquier caso, suma.

En cuanto a las cosas que no me han gustado hasta aquí (i.e. el verticalismo ideológico con el que se maneja el oficialismo, mucho más cercano a gobiernos autoritarios que liberales, la demora en bajar impuestos y en liberar el cepo, y la poca relevancia que evidentemente le da al tema transparencia e institucionalidad), espero que sean cuestiones más bien coyunturales que cambien en el futuro cercano a medida que la situación del país mejore. Está claro que las cosas en Argentina están mejor que en diciembre de 2023 y así como uno critica el fanatismo de muchos seguidores de Milei, no es menos criticable el de aquellos que critican todo lo que Javier hace o deja de hacer.

Me parece oportuno traer a colación una frase reciente del aun presidente Luis Lacalle Pou: “Hoy, el coraje político está en el centro”.

Y ya que estamos hablando de Uruguay, hace algunas semanas previsiblemente perdió allí el oficialismo (con un Lacalle Pou que dejará el gobierno con más de 50% de aprobación) y volverá a conducir el Frente Amplio de la mano de un delfín de Pepe Mujica. Lo que podemos esperar es bastante obvio: mayor gasto público (también podemos llamarlo despilfarro), suba de impuestos (otra vez, en nombre de la redistribución), alineamiento con la izquierda latinoamericana, y algo de corrupción. Serán cinco años difíciles para los amigos uruguayos hasta que regrese Luis por otros tantos. Espero que, en un eventual segundo mandato, se anime a bajar los impuestos que debía bajar y no bajó en el primero. Al menos tendrá que bajar este eventual nuevo IVA personalizado que tiene tan entretenida a la izquierda vernácula.

La otra toma de poder que nos tendrá a los amantes de la libertad pegados a las redes sociales será la que debería tener lugar en Venezuela el próximo 10 de enero. ¿Se dará, o se consumará por el contrario el flagrante y vergonzoso fraude de Maduro? ¿Ustedes que piensan?

A pesar de las incertidumbres, el panorama general me invita a mirar el futuro con cierto optimismo. Desde un punto de vista geopolítico, no es igual el impacto de Estados Unidos que el de Uruguay o Bolivia, nos guste, o no. Los vientos de cambio en Estados Unidos pueden generar una desaceleración de las macrotendencias que existen en materia de planificación patrimonial y tributación internacional (i.e. mayor voracidad y cartelización, menor privacidad, debilitamiento de los derechos de propiedad y demonización de la riqueza) y eso de por si es algo bueno. Y en cuanto al resto de los países mencionados, quizás con la única excepción de Argentina, ¡a proteger esos patrimonios!

Por Martín Litwak. Abogado y CEO de Untitled Strategic Legal Consulting.

Noticias Relacionadas

Ver Más Noticias Relacionadas

El mundo toma ganancias

EEUU espera definiciones de Trump, Brasil atrapado con Lula y China en contracción. Argentina con superávit fiscal saca ventaja.| Por Salvador Di Stéfano.

Hace 3 días
Por

Pobreza no, distribución de ingresos

El Gobierno estimó que la pobreza bajó pero no tiene capacidad de convertirse en un centro estadístico existiendo el INDEC.| Por Fabián Medina.

Hace 4 días
Por

Hay que cuidar los talentos

Tener un equipo motivado, con ideas, proactivo, es el recurso más valioso.| Por Ariel Traverso.

Hace 6 días
Por

Y entonces quedaron tres

Se retira Maqueda y la Corte emitió fallos de alto impacto durante las últimas semanas.| Por Carlos Fara.

Hace 7 días
Por

El CFP (la Casta Federal Pesquera)

Hay que reorganizar el Estado con funcionarios que estimulen la producción y defiendan la soberanía nacional.

Hace 1 semana
Por

Chau cepo, hola recalificación

Argentina podría ser recalificada en 2025. Necesitará capitalizar el BCRA, mantener el superávit fiscal y salir del cepo.| Por Salvador Di Stéfano.

Hace 1 semana
Por