La Comisión Europea multó con 138 millones de euros a los fabricantes japoneses de automóvil por participar durante más de cinco años en un cártel de alternadores y motores de arranque con la compañía Denso.
La Comisión Europea (CE) impuso hoy una multa de 138 millones de euros a los fabricantes japoneses de piezas de automóvil Mitsubishi Electric (Melco) e Hitachi, por participar durante más de cinco años en un cártel de alternadores y motores de arranque con la compañía Denso, en contra de las normas comunitarias.
El Ejecutivo comunitario decidió no sancionar a Denso porque fue esta empresa la que informó a Bruselas de la existencia del cártel, mientras que Melco tendrá que abonar una cantidad de 111 millones de euros y Hitachi 27 millones, informa en un comunicado.
Todas las compañías reconocieron su participación y acordaron resolver el caso, según la Comisión.
El acuerdo entre las tres compañías consistía en pactar precios y repartirse clientes o proyectos en el sector de los alternadores y motores de arranque, dos componentes importantes de los motores de coches, indicó la agencia de noticias EFE.
La CE afirma que aunque los contactos asociados con la formación y el funcionamiento del cártel tuvieron lugar fuera del espacio económico europeo, el acuerdo afectó a los clientes europeos.
La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, dijo que acabar con los cárteles sigue siendo una prioridad para la CE sobre todo cuando afectan a bienes de consumo importantes como los coches, y advirtió que Bruselas investigará este tipo de acuerdos incluso cuando las reuniones se mantengan fuera de Europa.
La investigación de la Comisión en este caso reveló que las compañías llegaron a acuerdos para limitar la competencia entre ellas entre septiembre de 2004 y febrero de 2010.
En concreto, mostró que coordinaron sus respuestas a ciertas licitaciones de fabricantes de automóviles, en particular respecto de la determinación del precio al que iban a licitar y quién debería ganar el negocio específico.
Asimismo, compartieron ciertos fabricantes y proyectos a los que les suministrarían alternadores y motores de arranque, e intercambiaron información comercial sensible como precios y estrategias de mercado.