La fiesta inaugural de Brasil 2014 duró apenas 26 minutos y el estadio Arena Corinthians no estuvo lleno.Dilma Rousseff y Joseph Blatter no dieron discursos por temor a ser abucheados ante el descontento social.
Los colores, la danza y la natureleza de Brasil marcaron una austera ceremonia inaugural del Mundial Brasil 2014 que sin embargo costó 9 millones de dólares y contó con la presentación de la música del certamen, “We are One”, que interpretaron Jennifer López, Pitbull y Claudia Leitte.
Con coreografía de la belga Daphné Cornez , el campo de juego estuvo representado porbailarines disfrazados flores, plantas e instrumentos de percusión típicos del samba y otros ritmos del país, así como todas las regiones, desde las playas al frío sur, de la Amazonia al semiárido nordestino.
Instrumentos gigantes como el afoxé, la cuica, el beirimbau y el recu recu, que marcan gran parte de la historia musical del país del samba y la bossa nova, fueron los protagonistas principales de la fiesta.
La cultura afrodescendiente estuvo representada por la danza de capoeira y un homenaje al quilombo Zumbí dos Palmares, el primer levantamiento contra la esclavitud de la corona portuguesa, en el siglo XVII.
También bailarines representando al extremo sur del país vestidos como gauchos y el tradicional frevo, ritmo brasileño surgido en Recife, capital del estado de Pernambuco.
Con la percusión del grupo Olodum, que ya había tocado con Michael Jackson en la década de los noventa, una gran bola en el centro del campo se abrió como una flor, de la cual surgieron los tres cantantes para inaugurar el tema oficial del Mundial.
Además de los 600 bailarines y capoeristas, sesenta gimnastas participaron de la presentación central con demostraciones acrobáticas y en el trampolín.
Según los organizadores, para cada minuto del espectáculo se invirtieron 20 horas de ensayos y para el proyecto fueron utilizadas 15 costureras, 120.000 metros de tejidos, 50.000 metros de hilos, 50.000 piedras y cristales decorativos, 300 metros de cremalleras y 606 aderezos.
Al término de la ceremonia, cuando se anunció la inauguración del Mundial desde los altoparlantes, un grupo de hinchas de la tribuna norte del estadio de Itaquera comenzó a cantar una canción con insultos contra la presidenta Dilma Rouseff, pero sin eco en el resto del estadio.