Según el Relevamiento de Expectativa de Mercado las exportaciones para todo el año 2024 se ubicarían en US$ 80.281 millones. Si el 20% se liquida con el dólar CCL, lo que verdaderamente ingresaría en el Banco Central suma US$ 64.224,8 millones. Las importaciones se ubicarían en US$ 64.643 millones, según la misma fuente.
Si se mantiene este esquema de liquidaciones el ingreso de dólares al BCRA durante el año 2024 sería negativo en US$ 418,2 millones. Esto nos indica que será difícil mantener durante todo el año 2024 un dólar mixto o blend que liquide las exportaciones en donde pesa un 80% el dólar mayorista y 20% el dólar CCL.
Según lo firmado con el FMI este dólar blend debería dejar de existir en el segundo semestre. Por ende, el gobierno debería tomar una decisión respecto al tipo de cambio, darles a los exportadores un tipo de cambio menor al actual o bien ajustar el tipo de cambio para no generar una pérdida de competitividad. En este contexto sería ideal suprimir el impuesto país, para no generar distorsiones entre un dólar exportación e importación.
Si hay un cambio en la forma de medir el tipo de cambio, podríamos tener un cambio en los precios futuros de las materias primas, ya que en la actualidad copian el valor actual y proyectan esta distorsión a futuro. Por lo tanto, podrían estar sobrevaluados los precios futuros de muchas materias primas, entre los cuales estaría la soja, el maíz, el trigo, entre otros.
Luego de las tensiones y ataque de Irán a Israel en Oriente Medio, hemos visto como el petróleo lejos de aumentar retrocedió y esto hizo que los precios de la soja, maíz y trigo mostraran una tendencia decreciente. Parecería que los precios habían descontado la posibilidad de tensiones bélicas y ahora están mostrando un descreme en las cotizaciones.
La posibilidad de que el gobierno americano asista con ayuda monetaria a Israel, Ucrania y Taiwán aviva la posibilidad de un mayor difícil fiscal y esto empuja a Estados Unidos a aumentar el endeudamiento. Las tasas de retorno de los bonos de tesorería a 10 años volverían a testear el nivel del 5,0% anual. Si lo supera, estamos en problemas.
La suba de tasas también tiene su impacto en los mercados de capitales, de países desarrollados y emergentes. La bolsa americana quedó muy debilitada en las últimas ruedas y en la Argentina se dio un descreme en las cotizaciones, luego de varios meses de subas consecutivas.
Conclusión
El dólar blend más temprano que tarde terminará, volveremos a un tipo de cambio único y habrá que tener cuidado con los precios de las materias primas a futuro. Lo ideal sería eliminar el impuesto país.
Sin un tipo de cambio único para la exportación e importación será difícil que se generen dólares para incrementar las reservas. El cambio seguramente va a operar a partir del segundo semestre.
La tasa de retorno de los bonos de tesorería americanos podría ubicarse por encima del 5,0% anual. Si ello ocurre cuidado con el mercado americano, la baja podría impactar en todo el mundo emergente.
Los bonos argentinos tendrán tendencia positiva si el gobierno sigue mostrando superávit fiscal, suben las reservas, baja la inflación y lo ideal sería que consiga algún crédito internacional, que tantas veces se prometió. Por ahora y sólo por ahora, no lo han podido concretar. Si se concreta la llegada de dólares frescos para fortalecer las reservas, no sería descabellado que el Riesgo País desciende de los 1.000 puntos.