“Astillero Navegar” es una empresa que se focaliza en el diseño y fabricación de embarcaciones deportivas, aplicando rasgos distintivos a cada uno de sus modelos, comprometido con su calidad constructiva, morfológica y ergonómica con desarrollo de nuevas tecnologías, más eficientes, sustentables y acordes a las exigencias del mercado.
SI: ¿Cómo impacto este año en la actividad la suba del dólar?
GB: Desde que tengo uso de razón en Argentina hay que acomodarse a las dificultades y trabajar. Personalmente pasé la crisis del 2001 y como en aquel momento, ponerle el pecho. Lo que hablo con los clientes continuamente es que nosotros perdimos todo el consumo de la gente que se juntaba con dos amigos para arrancar con un bote chiquito. Ese cliente no existe más. Sigue estando el que no tiene problemas para llegar a fin de mes y puede comprar algo más caro. Nuestro negocio siempre estuvo más cerca del consumo de embarcaciones chicas.
SI: ¿Qué estrategias plantean frente a este escenario?
GB: Estamos apuntando a hacer dos productos orientados a la gente que tiene mayor poder adquisitivo. Un trucker grande de 7,30 metros, con un equipamiento más moderno y una embarcación más fácil de movilizar, como el canobote un poco más chico para volver a captar el público que habíamos perdido.
SI: ¿Cómo funciona el software que crearon?
GB: Hace 6 meses que dejamos de entregarlo, vendimos una tanda primero para mantener el proyecto, todo fue a pulmón, sin pedir dinero a nadie. Ahora estamos dedicados al desarrollo del producto. La instalación está muy acotada sobre la embarcación. Estamos trabajando para que se instale de manera más sencilla, para llegar a más gente, de manera que el usuario pueda llevarlo a su casa e instalarlo. Eso lleva más desarrollo y un costo mayor.
SI: ¿Cómo financiaron el desarrollo de la “Navegar”?
GB: Intentamos conseguir financiamiento cuando arrancamos y nos cerraron la puerta en todos lados. Ir a buscar un crédito es una pérdida de tiempo. Lo mismo que cuando quisimos exportar. Nos dio vergüenza pasar por tantas instancias. En síntesis, teníamos que poner más plata que la persona que quería comprar. Tenemos un país hermoso, con gente valiosa, pero no hay apoyo para desarrollar nada. Hay capacidad y ganas, pero lamentablemente estamos debajo de una suela que no nos deja levantar la cabeza. Igualmente, todos los días nos levantamos con la mejor actitud, siempre buscamos hacer algo que esté dentro de la identidad del astillero. Eso nos motiva porque hacemos los que nos gusta, con una línea de producto que nos diferencia.