Desde hace varios años, en el corazón de la transformación de la industria logística se encuentra el Nearshoring, una práctica que redefine las cadenas de suministro al acercar mercados y reconfigurar la forma en que las empresas operan a nivel internacional.
Esta estrategia, que ha cobrado fuerza especialmente en tiempos de pandemia, se destaca por su capacidad para optimizar la eficiencia logística. En el 2022, según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el mediano plazo, con el nearshoring, Argentina podría sumar $4000 millones adicionales a su economía, mientras que para América Latina y el Caribe, la ganancia potencial alcanzaría los $78.000 millones.
El Nearshoring no es una tendencia pasajera. Sus raíces se encuentran en la crisis logística internacional agravada por la pandemia de Covid-19. La interrupción de servicios, los aumentos exorbitantes en los precios de los fletes y la escasez de espacio llevaron a la reconfiguración de cadenas de suministro que ya habían comenzado en Estados Unidos. Esta práctica se ha convertido en una respuesta estratégica a la necesidad de asegurar cadenas más cortas y proveedores más confiables.
“Esta práctica ahora ofrece a las empresas logísticas una serie de beneficios significativos. Al reducir distancias, se minimizan los riesgos de transporte y se optimiza la confiabilidad, asimismo, dado qué las crecientes preocupaciones ambientales y los conflictos geopolíticos han reforzado la importancia de buscar proveedores sostenibles y seguros. Esta estrategia no solo mejora la eficiencia en la cadena de suministro, sino que también contribuye a la expansión de las operaciones logísticas, la generación de empleos y la transferencia de conocimientos y tecnología”, explicó Eduardo Sánchez Villagrán, Gerente de Ingeniería de Celsur.
Desafíos
Sin embargo, a pesar de sus ventajas, el Nearshoring enfrenta desafíos en la industria logística. La barrera cultural y lingüística se erige como uno de los mayores obstáculos, ya que las diferencias en costumbres, tradiciones y métodos comerciales pueden generar conflictos; la gestión eficiente de la cadena de suministro es otro desafío crucial, requiriendo asegurar la entrega puntual y la calidad de los productos y por último, la ciberseguridad puede ser una preocupación debido a que la colaboración internacional puede aumentar el riesgo de exposición de datos.
Para las empresas de la industria logística, aprovechar las oportunidades que ofrece el Nearshoring se ha vuelto crucial. La adaptación de estrategias empresariales a nivel internacional, redirigiendo inversiones hacia mercados cercanos, puede potenciar a América Latina como proveedora de bienes y servicios. Y Argentina, por su parte, con su capital humano calificado, infraestructura y valores corporativos atractivos, se posiciona como un actor clave en esta transformación.
“El futuro del Nearshoring en la logística se presenta como una continuación de esta revolución. La optimización de las cadenas de suministro, el fortalecimiento de la confiabilidad y el enfoque en proveedores seguros y sostenibles son imperativos. Las empresas logísticas que se anticipen y adapten a esta nueva era de cercanía en los negocios internacionales estarán mejor posicionadas para prosperar en un mundo que demanda eficiencia, sostenibilidad y confiabilidad”, concluyeron desde Celsur.