La presidenta lo dijo al hablar en la inauguración de la planta de Yamaha en Gral Rodríguez. Además, reiteró que el país no va a entrar en cesasción de pagos. “En default entran los que no pagan y Argentina pagó en tiempo y forma a los bonistas”.
La mandataria advirtió que si se acuerda con los fondos buitre por encima de lo pactado en los canjes de 2005 y 2010 “se caen las quitas” conseguidas por el ex presidente Néstor Kirchner.
“Esta presidenta no va a firmar nada que comprometa el futuro de los argentinos como hicieron otros que firmaron cualquier cosa. Eso ya lo viví, decían que nos iban a llover dólares después del megacanje, y lo que nos llovieron fueron piedras, sapos y culebras”, opinó.
Al encabezar un acto en la localidad de General Rodríguez en donde inauguró una fábrica de motos Yamaha, la Presidenta se preguntó si a algún argentino en diciembre de 2001 “le dijeron en algún diario que mañana le ponían el corralito”.
La jefa del Estado aseveró que como Argentina depositó el dinero a los bonistas que entraron en los distintos canjes no puede entrar en default: “Van a tener que inventar un nombre nuevo” que se refiera a “un deudor que pagó y que alguien bloqueó ese pago a los acreedores”.
“En lo que no podemos dejar de estar de acuerdo es que no podemos volver atrás al infierno de lo que significó la deuda externa. No nos podemos dejar arrebatar el presente y mucho menos el futuro”, enfatizó, y recordó un comentario que le hizo “un presidente de un país extranjero” que le dijo que “lo que quieren (los acreedores) es hacer caer la reestructuración para volver a la Argentina que pagaba con recursos naturales”.
Para Cristina está “tan claro lo que se pretende” que ya “no son ni cantos de sirenas, que son más lindos, son graznidos de caranchos y buitres”.
Igualmente, reiteró que se quiere alcanzar un acuerdo “con el 100 por ciento de nuestros acreedores, para poder seguir adelante con esta Argentina justa y de progreso”. La Presidenta cuestionó “el impacto por las expectativas malas que se generan a partir de rumores, de gurúes, pronósticos y profecías, de que todo nos va a ir peor, y entonces finalmente terminamos teniendo problemas, la gente retrae el consumo de bienes durables”.